Según datos proporcionados por integrantes de la Mesa a Favor de las Niñas y Adolescentes, el Registro Nacional de las Personas (Renap), desde noviembre del 2015 —después de aprobar el decreto— hasta el 3 de agosto pasado, ha inscrito dos mil 221 matrimonios de adolescentes de entre 16 y 17 años. De este total, solo 526 contrayentes son adolescentes hombres.
Ser mamá no es cosa de niñas
En nueve matrimonios, los esposos les llevan más de 25 años a las adolescentes. Uno de estos ejemplos con mayor diferencia de edad se dio en San Cristóbal Verapaz, Alta Verapaz, donde una joven de 16 años se casó con un hombre 42 años mayor.
Al ver los casos en que no aplica la excepción; es decir, la edad de 13 a 15 años, se han inscrito mil 115 matrimonios.
Durante ese período no se reporta ningún adolescente hombre de 13 años, solo uno de 14 años, autorizado en el 2015, y 12 casos de menores de 15 años autorizados en el 2016.
Hay que sensibilizar e informar
Valeria Montúfar, asistente técnica de la Asociación Paz Joven e integrante de la Mesa a Favor de las Niñas y Adolescentes, comentó que la prohibición tiene un impacto porque ya no se podrán aprobar matrimonios de menores de edad, y tanto el notario como el Renap deben verificar la edad de los contrayentes antes de registrarlos.
Refirió que será un reto que se implemente, por lo cual se debe divulgar la ley, porque con la excepción hubo incumplimiento.
En relación con las uniones de hecho, comentó que las causas son las mismas que las de los matrimonios forzados, como la pobreza y las ideas de que la mujer está destinada a casarse y a ser madre.
“Así como es difícil lograr que la normativa se cumpla, igual es difícil evitar que se den las uniones de hecho; es decir, que no es que vaya la ley a causar más casos, estos se van a seguir dando porque todavía hay muchas causas estructurales que son condiciones para que eso suceda”, indicó.
Agregó que sobre esos factores se debe trabajar y una herramienta es este decreto.
Montúfar enfatizó que se debe sensibilizar a la población de que los adolescentes tendrían que estar gozando de todos los derechos y otras garantías que el Estado les debería proporcionarles.
Se requiere divulgación y monitoreo
Mirna Montenegro, del Observatorio de Salud Sexual y Reproductiva (Osar), considera que eliminar la excepción es un avance en el marco de los derechos de los niños, pero las más beneficiadas son las mujeres.
Comentó que la justificación para casar a las menores ha sido el embarazo, sin importar que se unan en matrimonio con el violador.
Señaló que haber eliminado la excepción de matrimonio en menores de edad no resuelve el problema, pero sí es un paso adelante que ya no se pueda casar antes de los 18 años a las niñas.
Para Montenegro tampoco implica que se vayan a reducir los embarazos y violaciones. Indicó que ahora buscarán proponerle al Congreso divulgar la ley en todos los espacios e implementar un programa de monitoreo para ver cuál será el comportamiento ante el decreto en algunas poblaciones, a fin de verificar si se reducen los matrimonios y el registro de embarazos en menores de edad, o ver si hay más uniones de hecho que anteriormente.
Enfatizó que el decreto, como política pública, va a requerir un monitoreo.
Señaló que la ley no se refiere a la unión de hecho, por lo que se debe hacer un trabajo fuerte, multisectorial y multidisciplinario para prevenir embarazos en adolescentes.
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3,336 matrimonios inscritos se regis”tran de adolescentes de entre 13 y 17 años.
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402 casos de matrimonios de entre 13 y 17 años se registraron en Guatemala.
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4 matrimonios en niñas de 13 años se han reportado en lo que va del 2017.