Locatarios que prefirieron no identificarse aseguraron que desde hace varias semanas grupos de extorsionistas han intentado que una sola persona cobre las exacciones a todos los vendedores y les entregue el dinero afuera del mercado.
Según las versiones, esto se debe a que los grupos criminales ya no tienen “tantas ganancias como antes”.
“Los delincuentes comenzaron por pedir dinero a los pequeños comercios del municipio, pero cuando los propietarios de estos cerraron por el miedo a morir comenzaron a cobrar extorsión a los pilotos de buses”, dijo una víctima.
Las altas cuotas de extorsión y los constantes ataques a pilotos ocasionó que muchos de los propietarios de buses desistieran de operar las unidades, y en la actualidad circulan menos de los que había hace algunos años.
“Cuando los extorsionadores dejaron de obtener dinero de los pilotos, buscaron más víctimas y pusieron la mira en los vendedores del mercado, como siempre hemos estado organizados no les fue posible ingresar a intimidarnos, pero han buscado hacerlo”, señaló una vendedora.
Prensa Libre realizó ayer un recorrido por el mercado de Jocotales para intentar hablar con los directivos del comité, pero en el lugar ningún vendedor quiso precisar, por seguridad, quiénes son los líderes.
Temor y silencio
Pese a que entre el pasado 22 de julio y ayer se registraron varios ataques mortales dentro y cerca del mercado, los comerciantes evitaron vincular los hechos con las intimidaciones de las que son víctimas, y se niegan a hablar sobre su situación.
Un agente de la Policía de Mercados que estaba de guardia, comentó se ha incrementado la presencia de agentes.
Señaló que antes podían ingresar al mercado para firmar un libro de asistencia, pero desde que las amenazas y los ataques empeoraron, los inquilinos les han pedido que se limiten a vigilar el perímetro. “Seguramente tienen miedo”, apuntó.
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PDH
Hilda Morales, procuradora adjunta de Derechos Humanos (PDH), expresó que los hechos recientes llaman a verificar las políticas de seguridad que utiliza el Ministerio de Gobernación.
“Nos demuestra que las medidas de seguridad tienen que incrementarse, porque afectan las vidas humanas y las familias de las cuales formaban parte. El derecho humano más preciado es la vida, pero también la seguridad”, afirmó Morales.
La procuradora considera que esa situación causa mayor inestabilidad para la vida cotidiana y sobre todo en áreas cercanas a donde ocurren los homicidios.
“Cuando toca de cerca este problema, da mucho temor. Pero cuando no, es una reacción normal que se ignora. Es como no darnos cuenta de lo que está pasando”, enfatizó.
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Gobernación
El ministro de Gobernación, Francisco Rivas Lara, está a la espera de la información sobre las jornadas violentas de los últimos días.
El ministro indicó que recibe los datos a cada minuto y lo que le corresponde es hacer un monitoreo y evaluación. “Estoy pendiente de recibir los datos, para entonces abordar la información de forma inmediata”, declaró.
Rivas Lara afirmó que aún no tiene una conclusión sobre la delincuencia que ha afectado la capital y la provincia, pero aseguró que el fenómeno lo evalúan.
“Además, se revisa la forma de operar, la tipología de los delitos y las áreas donde están ocurriendo los hechos, con el fin de determinar si corresponde a violencia común u organizada”, añadió.
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PNC
El director de la Policía Nacional Civil (PNC), Nery Ramos, cree que los ataques son directos y cometidos por pandilleros.
“Esto cambia la reducción permanente y sostenida que tiene la Policía de homicidios. Efectivamente, desde el sábado, domingo y lunes hubo algunos casos de impacto en Chiquimula, Jalapa y zona 6”, indicó Ramos.
Explicó que desde el primer día de repunte reorientaron los operativos territoriales de control y de las unidades de inteligencia e investigación, para desarticular los grupos responsables.
“En el interior hay poca presencia de la autoridad, y estamos reenfocando los controles”, reveló el director.
Según Ramos, recolectan información para comenzar las investigaciones y reforzar los sectores identificados como áreas de violencia.