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En 50 años Guatemala perdió la mitad de sus bosques
Se calcula que la cobertura forestal actual es de 3.6 millones de hectáreas, que están en riesgo por la deforestación e incendios.
Lo incendios son una de las principales causas de la pérdida de bosque en Guatemala, en 50 años el país ha perdido el 36.9 de cobertura forestal. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)
Hace 50 años, el 70.2% de territorio nacional era bosque, pero la cobertura forestal ha ido en disminución, al punto que para el 2020 llegó a 33.3%. De 7.5 millones de hectáreas que se tenían en 1970 se pasó a 3.6 millones de hectáreas en el año de la pandemia del covid-19, y es probable que a la fecha la extensión sea menor.
Ese espacio verde resguarda la diversidad biológica del país y está en peligro. El Instituto Nacional de Bosques y el Conap presentaron en febrero del 2023 el mapa de cobertura forestal, con el que se evidenció que Petén, Sacatepéquez y Quiché son los tres departamentos que tienen más bosques y están entre el 45.7% y el 37.5%, mientras que Jutiapa, Jalapa y Chiquimula son los que tienen menor cobertura a escala nacional.
La deforestación es una de las principales amenazas, según Igor de la Roca, secretario ejecutivo del Consejo Nacional de áreas Protegidas (Conap), pero también los incendios, que este año consumieron 101 mil hectáreas, de las que el 79% está dentro del Sistema Guatemalteco de Áreas Protegidas (Sigap).
“Los incendios forestales seguirán ocurriendo por los efectos del cambio climático. La reducción anual de lluvia provoca que los materiales combustibles dentro de los bosques estén más secos, eso favorece a que se incendien, y prueba de ello es que este año hubo incendios forestales en áreas donde jamás se habían dado, como el Biotopo del Quetzal, la Sierra de las Minas y el volcán de Agua”, agregó.
Gabriel Valle, representante de la Fundación para el Ecodesarrollo y la Conservación (Fundaeco), mencionó que en la pérdida de bosque en Guatemala también influye el cambio del uso del suelo para distintas actividades económicas ―construcción de viviendas y carreteras, plantación de monocultivos, tala de manera por consumo energético o fincas ganaderas―, la debilidad institucional de las entidades de Gobierno y la falta de planes de ordenamiento territorial.
Indistintamente de la causa, el ritmo de pérdida anual de bosques asciende a 58 mil hectáreas, según el Conap.
Áreas protegidas
El 52% de la cobertura forestal del país está dentro de las áreas protegidas, donde hay zonas de amortiguamiento en las que se permiten distintas actividades; zonas de uso sostenible, como las concesiones forestales en Petén, y las zonas núcleos, que se mantienen intactas para investigación, conservación, protección y ecoturismo de bajo impacto, entre ellas el Parque Nacional Tikal.
Las áreas protegidas, según el Conap, ayudan a reducir 10.5 millones de CO2, esto por la protección de cobertura forestal y fortalecimiento de la gobernanza que se realiza en el Sigap.
De la Roca mencionó que identificar las áreas de los bosques que han sufrido degradación no es difícil, lo que entorpece el trabajo es la falta de recursos, tanto económicos como humano, para abarcar todo el territorio.
Más recursos
Este año, el Conap tiene un presupuesto que, con ajustes, llega a Q141 millones, el cual a criterio del funcionario es insuficiente y ha sido la constante en los últimos gobiernos. Esto impide que se contrate a más guardarrecursos para vigilar las 344 áreas protegidas del país.
De 700 personas que se dedicaban a esa función en el 2010, actualmente hay 480, y el 58% está ubicado en Petén, en donde deben resguardar dos mil 502 hectáreas de bosque.
La meta para el 2025 es llegar a mil 405 guardarrecursos con equipo e insumos para trabajar, y aumentar el personal técnico operativo —que de 175 pase a 275—, este se encargue de realizar evaluaciones y estudios de impacto ambiental dentro de las áreas protegidas, inspecciones y diagnósticos utilizados en el trámite de licencias para el manejo forestal sostenible, entre otras funciones.
De la Roca mencionó que solicitan Q250 millones de presupuesto para el próximo año, para fortalecer las funciones del Conap, la conservación y preservación de la biodiversidad en el país, así como contribuir a la gobernanza de las áreas protegidas.
La ampliación presupuestaria, según indicó, ayudará a mejorar la infraestructura turística dentro de áreas protegidas, el desarrollo de proyectos científicos asociado a la diversidad biológica, investigación e institucionalizar herramientas para el monitoreo del Sigap.
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Ante la falta de recursos que tiene la institución agregó que se han apoyado en la firma de convenios de coadministración con organizaciones de la sociedad civil, con oenegés no lucrativas y con fondos internacionales, para la conservación de las áreas protegidas y de la biodiversidad que allí habita, como el jaguar y la guacamaya roja, en Petén.s
Protección
Igor de la Roca, titular del Conap, indicó que el país tiene la normativa legal para proteger el ambiente, pero se queda solo en el papel y las leyes no se aplican, además de que se necesita de un trabajo coordinado entre instituciones de seguridad, como el Ejército y la Policía Nacional Civil, para que ejerzan el debido control de los territorios. La participación del sector judicial y el Ministerio Público también debe fortalecerse.
“El ambiente no ha sido la prioridad de los gobiernos. Al final, el desarrollo económico ha prevalecido ante el desarrollo social y la conservación de la naturaleza. Muchas veces el crecimiento económico se da a costillas del deterioro ambiental. Ese círculo virtuoso de desarrollo sostenible es el que debemos buscar. Sin embargo, no ha sido la tendencia, y eso nos está pasando la factura”, dijo De la Roca.