Las personas, además de contar con caballos y atuendos muy particulares, realizaron varias interpretaciones propias de las culturas de los indios americanos, realizando gritos y sonidos característicos mientras galopan a sus animales.
Se trata del grupo Gran Chaparral, una familia que poseen su corral en la 7 calle de la zona 7 y que han adoptado el hobbie de presentarse a varios puntos de la capital, sobretodo en festivales y pueblos como forma de entretenimiento para los ciudadanos.
Ovidio López, quien es dueño de los caballos y organizador del grupo, dio a Prensa Libre una entrevista donde habló más a profundidad de los motivos que llevan a los miembros a salir con sus caballos y desplazándose a varios desfiles para el disfrute de los guatemaltecos.
Ovidio comenta que el grupo Chaparral es un hobbie de familia, que nació a partir de homenajear todo lo relacionado a las guerras indias, que fue un conjunto de conflictos entre el gobierno de los Estados Unidos, el gobierno de Canadá y los colonos blancos contra los distintos pueblos indígenas provenientes del territorio norteamericano entre los años 1500 y 1920.
“Nosotros llevamos esto para promover un mensaje de amor y paz a la gente de diferentes lugares, sobretodo de los desfiles hípicos y varios pueblos de Guatemala. Es muy emocionante ya que la población mayor sobretodo, al vernos , se emocionan mucho y a veces se les caen las lágrimas de recordar varias cosas”, narra Ovidio.
López comenta que el grupo Chaparral se maneja en un radio de 70 kilómetros de la ciudad, debido a que este pasatiempo es muy costoso, sobretodo en el mantenimiento de los caballos y en la obtención de equipo de calidad. Los lugares que más han visitado son El Progreso, Palencia, San José del Golfo, Escuintla, Amatitlán y Chimaltenango.
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“Siempre vamos a los lugares donde hay mucha gente, y cuando llegamos a los pueblos, nos convertimos en el centro de atención de los desfiles, y se siente muy bonito compartir esto con los demás, ya que solamente somos pagados por los aplausos y emoción de la gente “, comentó.
Explicó también lo complicado que resulta el mantener económicamente este hobbie, Los caballos que utilizan son de raza Pinto Americano y necesitan monturas especiales para poder desplazarse sobretodo en el asfalto de la ciudad.
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“Es bastante parecido a mantener un hijo, ya que hay que comprarle su medicina y leche especial en caso de que no quieran alimentarse de la propia leche materna, así como su limpieza y cuidados respectivos.”
“Una de las partes más costosas son los herrajes, ya que necesitamos de herrajes de hule para que los caballos puedan moverse por el asfalto, y comprar un juego de 4 herrajes puede costar hasta mil 200 quetzales, y tenemos entre 5 o 6 caballos, resulta en una inversión fuerte”, explica Ovidio.
Además que tienen que tomar en cuenta cuestiones como el transporte y los equipos de sonido para una mejor interpretación. Sin embargo, explicó Ovidio, que a pesar de eso, a los del grupo Chaparral les gusta mucho realizar estas actividades y si tienen la oportunidad de seguirlo haciendo, lo hacen gustosamente.