La primera dosis logra adiestrar al sistema inmune para que prepare una respuesta contra covid-19 cuando la persona está expuesta al virus. Esta genera cierta inmunidad o defensas sin pasar por la enfermedad. La segunda dosis produce una mejor respuesta, permite lograr la protección esperada y la prolonga por más tiempo.
“Si una persona recibe su primera dosis y no va a tener un refuerzo, va a alcanzar entre un 50 a 60 por ciento de eficacia. Hay un nivel de protección, pero no es el ideal”, menciona el epidemiólogo del Hospital San Juan de Dios, Erwin Calgua, que ve necesario completar el esquema.
La ministra de Salud, Amelia Flores, indicó esta semana que “vale más tener vacunada a una gran cantidad de la población con una dosis que tener a un poco con dos dosis”. Esto es aplicable en un contexto en el que se garantice la segunda dosis en un futuro cercano, refiere médico Mario Melgar, del Consejo Nacional de Prácticas en Inmunizaciones (Conapi).
“Por supuesto que una dosis es mejor que ninguna, esta idea de vacunar a muchos con una dosis es valedera y muchos países la han implementado, pero con la idea de vacunarlos con una segunda dosis en algún momento. No es simplemente decir que pongan una dosis a todos y ya está”, dice Melgar.
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AstraZeneca y Sputnik V son las vacunas que están disponibles en Guatemala, en ambos casos el criterio médico es colocar el refuerzo a las 12 semanas, pues estudios clínicos señalan que entre más tiempo transcurra entre la primera dosis y la segunda mayor será la efectividad, y ese es el lapso que se ha visto es el ideal.
Pero ¿qué sucede si se pasan los tres meses y no se recibe la segunda dosis?
Lejos de pensar en que la primera dosis se ha desperdiciado, esta permite desarrollar las suficientes defensas para proteger a la persona contra el covid-19 durante esas 12 semanas, pero no es seguro que las defensas excedan ese tiempo, por lo que no es conveniente postergar el refuerzo.
“Al momento de vacunarse otra vez -eso nos dice la experiencia con otras vacunas-, debería de funcionar igual de bien que si la vacuna se hubiera puesto en el momento establecido, la desventaja es que la persona no estuvo protegida durante el tiempo excedido. Entonces, es mejor recibir la segunda dosis a los tres meses, que es el máximo indicado”, señala el miembro de Conapi.
Pero ante la poca provisión del fármaco contra el covi-19, algunos países han tomado la decisión de retrasar la segunda dosis hasta tener más vacunas, también han optado por combinarlas, al no conseguir más de la misma. Guatemala tendrá que evaluar esas posibilidades.
¿Combinar dosis es posible?
Flores reconoció esta semana que hacía falta dosis para completar el esquema de vacunación de la población que hasta ahora se ha inmunizado, y que solo habría producto para esta semana. Señaló que por medio del Mecanismo Covax ya no ingresarían al país más viales de AstraZeneca, que ha servido para cubrir al 86 por ciento de los guatemaltecos inmunizados.
Para tranquilidad de la población, este jueves ingresaron al país 150 mil dosis del fármaco donadas por el gobierno mexicano, y servirán para los refuerzos de los que ya se vacunaron.
Sin embargo, nada garantiza que no vuelva a suceder y que de nuevo esté en riesgo las segundas dosis de los guatemaltecos, lo que también sucede en la mayoría de países.
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Ante este panorama incierto, en Europa sopesan la posibilidad de combinarlas, y si no está disponible la segunda dosis de determinada vacuna, las personas puedan recibir una distinta.
En España y el Reino Unido se han publicado ensayos sobre esta posibilidad y han concluido que quienes recibieran dosis mixtas tienen una respuesta de anticuerpos mucho mayor. Las pruebas se hicieron combinando AstraZeneca y Pfizer.
Las autoridades de Salud guatemaltecas analizan esta posibilidad, y más con el limitado ingreso de vacunas, y que las negociaciones para realizar compras directas con los fabricantes no progresan y que para optar por las donaciones extranjeras, como las de México y Estados Unidos, hay que cumplir con requisitos que Guatemala va lenta en el proceso.
“Tenemos una información de la OPS -Organización Panamericana de la Salud- donde hay un estudio que ya utilizan otros países, en los que se está usando otra marca de vacuna para la segunda dosis”, dijo Flores.
Además del informe de la OPS, el Ministerio de Salud espera la evaluación técnica del Conapi para establecer si en Guatemala esto es factible, esta podría conocerse la próxima semana.
“Estamos terminado de hacer una evaluación para ver esa posibilidad. Sí se ha hecho en otros lugares y hay evidencia, al menos la idea es plausible, lo que está pendiente es ver si es conveniente para el país, en caso fuera necesario. Lo más seguro y adecuado es ponerse siempre la misma vacuna”, menciona Melgar.
Los estudios sobre el tema se han llevado a cabo con la mezcla de AstraZeneca y Pfizer. Hasta ahora no se conocen resultados de combinar AstraZeneca y Sputnik V, que son las dos vacunas disponibles en Guatemala, por lo que se debe espera a que surjan datos, agrega el miembro de Conapi.
Mientras que Calgua indica que “sin evidencia científica no valdría la pena estar jugando con mezclas, porque sería incurrir en una práctica un poco peligrosa”, lo aconsejable es recibir las dos dosis de la misma vacuna.
Entrevista: “Hay que recibir la segunda dosis”
La doctora Nipunie Rajapakse, especialista en enfermedades infecciosas pediátricas de Clínica Mayo en Rochester, Minnesota, Estados Unidos, habla de la importancia de la segunda dosis de la vacuna anticovid.
—¿Por qué la mayoría de las vacunas contra la covid-19 vienen en dos dosis?
—En algunas vacunas, como la de Pfizer y la de Moderna, se requieren dos dosis para completar la serie y el esquema de vacunación. Los ensayos clínicos demostraron que para obtener la máxima protección con esas vacunas, deben transcurrir dos semanas desde la segunda dosis para estar completamente protegido. Por ello, les recomendamos a todos que se aseguren de recibir la segunda dosis.
—¿Qué nivel de inmunidad se alcanza con la primera dosis de la vacuna?
—La primera dosis prepara al sistema inmunitario. Es la primera oportunidad que tiene el cuerpo para practicar cómo reconocer la infección y producir anticuerpos. La segunda dosis es lo que normalmente llamamos una dosis de refuerzo, que le brinda al sistema inmunitario la oportunidad de acelerar y redoblar la producción de anticuerpos. Por eso, es verdaderamente importante recibir la segunda dosis de refuerzo, porque es cuando se alcanzan esos niveles altos y satisfactorios de producción de anticuerpos protectores.
—Cada vacuna tiene un tiempo para aplicar la segunda dosis. ¿Qué pasa si se excede de ese tiempo? ¿Cuánto tiempo más del sugerido se podría esperar para colocar la segunda dosis?
—Es importante reconocer que para quienes reciben las dos dosis de una vacuna como la de Moderna o de Pfizer, no se considera que la persona ha completado el esquema de vacunación y está totalmente protegida contra el covid-19 hasta que transcurran dos semanas desde la segunda dosis. Aunque uno se exceda del intervalo recomendado de 21 a 28 días entre las dosis de la vacuna, hay que recibir la segunda dosis.
—¿Las reacciones que da la primera dosis son distintas a lo que se puede presentar en la segunda dosis?
—Después de la primera o de la segunda dosis de la vacuna contra el covid-19, pueden presentarse efectos secundarios leves como los siguientes:
Dolor, enrojecimiento o hinchazón en el sitio donde se administró la vacuna, fiebre, cansancio, dolor de cabeza, dolor muscular, escalofríos, dolor de las articulaciones.