El lunes 20 de febrero el movimiento volvió a los pasillos, salones y laboratorios del Centro Universitario Metropolitano (CUM) en la zona 11 capitalina, pues a las siete de la mañana comenzaron las clases de nuevo, pero muy distinto a cómo era en el 2019.
Los jóvenes retornan de manera gradual a las instalaciones. De acuerdo con Virginia Ortiz, secretaria académica de la facultad, hay unos 3 mil 200 estudiantes matriculados en el primero, segundo y tercer año de Medicina, y ellos son los que regresan, pues los grados superiores están asignados a hospitales escuela, en donde su formación no se interrumpió.
“Vamos a comenzar con estudiantes de segundo y de tercer año con sus actividades presenciales, algunas clases teóricas todavía serán de manera virtual – como salud pública e investigación-, y primer año vendrá solo a laboratorios de Biología y de Química”, indica Ortiz.
Por día se espera que lleguen 350 estudiantes de primer ingreso a los laboratorios, y en cada espacio no habrá más de 20 personas. De ser necesario se conformarán dos grupos para que los estudiantes puedan mantener el distanciamiento de 1.5 metros.
La razón de este regreso gradual al CUM es para evitar el hacinamiento en los salones y guardar las normas sugeridas para prevenir los contagios de covid-19, pese a que las autoridades sanitarias levantaron las medidas de bioseguridad seguidas durante la pandemia, en la Facultad de Ciencias Médicas de la Usac las mantendrán.
La mascarilla será obligatoria en los espacios cerrados, como aulas, laboratorios, biblioteca y oficinas. En los lugares abiertos su uso se dejará a discreción de los estudiantes.
“Nos interesa la seguridad física y la bioseguridad, tratar de minimizar en la medida de lo posible los contagios por covid-19, aunque se han relajado las medidas el virus no nos ha dejado, seguirá existiendo entre nosotros”, dice Ortiz.
Por ello, el regreso no será masivo desde el primer día de clases. Se utilizarán los tres niveles del edificio B, que concentra las actividades docentes. Allí están dispuestos los escritorios para mantener el distanciamiento entre los estudiantes y el catedrático -hay un aproximado de 400 docentes-.
En el caso de las clases a distancia, la facultad invirtió en recursos digitales para usar durante la pandemia. “Tenemos un programa para realizar exámenes en línea a manera de que evitemos el fraude y las copias, y lo seguiremos usando en las clases virtuales. No vamos a improvisar, sino que aprovecharemos las plataformas que ya tenemos”, dice.
Altibajos en la matrícula
Para 2023 en la Facultad de Ciencias Médicas de la Usac está inscrito un aproximado de 4 mil 400 estudiantes. De primer ingreso son 1 mil 427, en segundo año hay 890, en tercero 980, en cuarto 134, en quinto 475 y en sexto unos 450, además de los que cursan algún posgrado.
Datos proporcionados por el Departamento de Registro y Estadística de la Usac muestran un crecimiento significativo en la cantidad de personas que ingresan a la carrera.
En 2019, en el primer año de Medicina se inscribieron 702 estudiantes, y para el 2021 se registraron dos mil 754 personas. El incremento fue 292 por ciento.
Aunque el año pasado la matrícula de primer ingreso comenzó a descender, en 2023 se observa una recuperación.
Docentes atribuyen esos altibajos a la crisis que atraviesa la Usac y al cierre de los campus. Dicha situación llevó a los interesados en la carrera a inscribirse en universidades privadas, que actualmente son seis las que cuenta con Facultad de Ciencias Médicas.
A criterio de Ortiz, el que la matrícula estudiantil en el primer año de Medicina vaya en recuperación se debe, en parte, a que la pandemia evidenció la necesidad de contar con más profesionales de la salud en el país, para atender emergencias como la generada por el covid-19.
Pero esta también pudo tener un efecto a la inverso, ya que desnudó las deficiencias en el sistema sanitario del país, las precariedades en los hospitales, donde muchos de los residentes de la Usac atendieron a la población. Eso también pudo “desanimar” a los estudiantes.
Desafíos de primer año
Fueron casi tres años que los estudiantes continuaron con su formación a distancia, y el nivel académico que puedan tener en este regreso a la presencialidad es una de las inquietudes de los docentes, principalmente en los estudiantes del primer año.
Quienes ingresan por primera vez a la universidad vienen de cursar el diversificado completamente a distancia, y su preparación puede no ser la ideal para ingresar a un nivel superior, donde las exigencias son otras.
La compresión lectora es una de las destrezas necesarias para carreras como Medicina, y las pruebas realizadas a graduandos por el Ministerio de Educación previo a la pandemia revelan serias deficiencias en esa área.
En las evaluaciones del 2019 se reporta que únicamente tres de cada 10 estudiantes tenían un nivel satisfactorio en Lectura. Mientras que la evaluación en línea realizada a los jóvenes del último grado de diversificado en el 2021 muestra un logro similar.
Con los universitarios del segundo y tercer año de Medicina las expectativas son otras, pues ellos están familiarizados con la programación que se sigue en la facultad. A este nivel la “preocupación” de los docentes es que empiecen a tener contacto con los pacientes una práctica necesaria en la ciencia de la salud.
Problemas por atender
Volver al CUM era una demanda de los estudiantes, pero el regreso a la presencialidad trae de vuelta temas que no se atendieron antes de la pandemia y de nuevo preocupan, como la falta de transporte colectivo público y la inseguridad en los alrededores del campus universitario.
Ortiz refiere que como facultad presentaron a las autoridades universitarias la propuesta de que les proporcionen buses para trasladar a los estudiantes a puntos estratégicos de la ciudad, como El Trébol, Mixco, Calzada Roosevelt y la Central de Mayoreo -Cenma-.
El proyecto se planteó previo a comenzar el ciclo académico 2023, y se espera su aprobación. También se hizo la gestión para que se habilitará el parqueo que está a un costado del CUM, para que los estudiantes que llegan en vehículo se estacionen en ese lugar con una tarifa más baja.
Con respecto a la seguridad, se notificó a la Comisaría 14 de la Policía Nacional Civil para que realice patrullajes en el sector, pues hay denuncias de asaltos, incluso secuestros express a estudiantes previo a la pandemia.