De acuerdo con los números que arroja el estudio, el 76 por ciento de los entrevistados que declararon haberse enfermado de covid-19 respondieron que había tenido que desembolsar dinero para comprar medicinas; de estos, la gran mayoría, un 57.8%, no recibió ningún kit de medicamentos.
El 18.2% sí lo recibió, pero igual tuvo que gastar dinero, mientras que el 24% respondió que para su tratamiento fue suficiente el kit que le entregó, bien sea el Ministerio de Salud, el Seguro Social u otra institución oficial.
La escasa capacidad de atención de los hospitales nacionales hizo que miles de guatemaltecos hayan preferido diagnosticarse y tratarse la enfermedad en lo privado. Le apostaron a que serían mejor atendidos y que, en caso de agravarse, tendrían más posibilidades de sobrevivir; sin embargo, en algunos casos las facturas fueron muy elevadas.
Dos de cada 10 guatemaltecos, según el estudio de ProDatos, tuvieron que gastar más de Q1 mil. De estos, el 6.4% erogó arriba de Q5 mil.
Nuria Mejía, analista en temas de salud del Instituto por la Democracia de la Coordinadora Nacional de Oenegés y Cooperativas, calificó de “incomprensible” el que el Gobierno no hay cumplido con garantizar el derecho a la salud de los guatemaltecos ya que solo el año pasado Salud no ejecutó más de Q1 mil 800 millones en diversas partidas presupuestarias.
Añadió que, según trabajos de campo que ellos han efectuado en el área rural, hay familias que tuvieron que gastar de Q700 a Q900 por cada integrante que contrajo el virus, para lo cual se endeudaron, puesto que, en algunos casos necesitaron conseguir más de Q5 mil si alguien tuvo que requerir oxígeno.
“Esta investigación constata lo que está pasando en el país, el descuido de la red de Salud y la incapacidad para contar con medicamentos e insumos para que una persona pueda recuperarse sin quedarse endeudada”, subrayó Mejía.