Cerca de dos millones de estudiantes de todos los niveles del sector público, el 70 por ciento del área rural, se sometieron a una prueba diagnóstica de Matemática y otra más para conocer su desempeño en Comunicación y Lenguaje.
En el área numérica el 67 por ciento mostró estar por debajo del nivel mínimo esperado, un resultado que se igualó en la evaluación de Lectura. Mientras que en Escritura el 70 por ciento estuvo en ese rango.
Si bien el desenlace de las pruebas evidencia un rezago en los aprendizajes, Gabriela Castro, analista de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes), menciona que es necesario darle valor a este ejercicio que se realizó con los estudiantes, pues dan una visión de lo que está sucediendo en la Educación en el país, y esta información utilizarla para elaborar planes, programas y proyectos, tanto el Gobierno como la sociedad civil y la cooperación, con el fin de buscar una mejora.
Por su parte Verónica Spross, de Empresarios por la Educación y analista del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (Cien), ve positivo el tener los resultados de estas evaluaciones diagnósticas, pues proporcionan información que servirá para mejorar el desempeño de los niños y adolescentes, y para la toma de decisiones asertivas en el ámbito educativo.
“Esta información hay que desmenuzarla, conocerla escuela por escuela, y es muy útil porque sirve de orientación hacia dónde enfocar los esfuerzos en este momento para recuperar los aprendizajes no alcanzados, e identificar a ese grupo de niños al cual hay que darle prioridad”, señala Spross.
Indica que es “natural” que las pruebas muestren un bajo resultado, pues debido a la pandemia la mayoría de los estudiantes no asistió a la escuela durante el 2020 y 2021 y tampoco contaban con un apoyo adecuado en el hogar, y en estas condiciones fue difícil el desarrollo de destrezas y competencias.
Al ver el desempeño por niveles, fueron los educandos de básicos los que tuvieron un rendimiento menor en las tres áreas evaluadas. Las razones pueden ser diversas, tanto Castro como Spross refieren que puede atribuirse a las dificultades que hay en la transición de la primaria a la secundaria, y si este cambio sucedió durante la pandemia era esperado que los resultados mostraran variabilidad. En esta etapa la metodología de enseñanza cambia, ya no es solo un docente sino son varios los que imparten las clases, además, los estudiantes entran a la pubertad y requieren de mayor apoyo psicoemocional.
También pudo suceder que muchos debieron incorporarse al trabajo para apoyar económicamente en sus hogares, más, si alguno de los adultos de la familia perdió el empleo o falleció a consecuencia del covid-19, pero también algunos migraron a otros sitios dentro del país o bien fuera.
Era de esperarse que hubiese rezagos y que no se alcanzaran los estándares ni expectativas de logro en cada grado, y preocupa, según Spross, pero lo importante “es no quedarnos observando las cifras, los datos, sino tomar acción”.
Lo primero es elabora run plan por centro educativo de cómo van a ser la estrategia de apoyo a los estudiantes de manera individualizada. Hay que trabajar de la mano con los padres de familia y que se dedique más tiempo para el aprendizaje, si esto requiere trabajar horas adicionales hay que hacerlo. Además de acompañar a los estudiantes con programas de tutorías, un punto que el Mineduc ya puso en marcha.
El último peldaño de diversificado
Los resultados de las pruebas realizadas a los graduandos 2021 siguen con la tendencia de un logro bajo en Matemática y Lectura, y evidencia grandes vacíos en el aprendizaje. El año pasado el Mineduc evaluó a más de 24 mil estudiantes, luego de que en el 2020 se suspendiera esta medición, y por primera vez se hizo en línea debido a que la pandemia no permitió la presencialidad para todos.
El 76 por ciento de los jóvenes estudió virtualmente y el 17.7 por ciento lo hizo de manera híbrida. Al conectarse para recibir clases en línea el 57.3 por ciento utilizó internet residencial, y un 37.4 compró recargas y usó internet móvil, el 2.8 por ciento se vio en la necesidad de ir a un lugar cercano para poder conectarse.
Al observar los resultados generales el 17.88 por ciento consiguió un nivel satisfactorio y excelente en Matemática, en el área de Lectura la cifra ascendió a 32.5 por ciento. Los estudiantes de Bachillerato fueron los que consiguieron mejores resultados, mientras que Secretariado los más bajos.
El logro de quienes estudiaron la mayor parte del tiempo de manera virtual y usaron internet residencial fue mayor en ambas áreas, comparado con los siguieron el modelo híbrido y que debieron conectarse con internet móvil, recargas o ir a un sitio cercano.
Que los resultados de las evaluaciones muestren un bajo porcentaje de estudiantes que obtuvo niveles esperados en Matemática y Lectura es algo sistémico, y va más allá de la pandemia, pues la tendencia de los últimos años ha sido a la baja.
“Tomemos en cuenta que los que realizaron las pruebas son los que tienen más acceso a tecnología y a la conectividad, por tanto, son los que quizá tienen un mayor nivel educativo”, indica Spross, por lo que es necesario no dejar de hacer estas evaluaciones ya que dan un indicativo de la importancia de reforzar el desarrollo de destrezas de Matemática y Lectura, como también de competencias blandas.
La evaluación de graduandos además de mostrar el desempeño de los estudiantes del último grado de diversificado en determinada área también permite conocer factores que están asociados a ese resultado. En ese sentido, se preguntó el nivel educativo de sus padres, y se observa que mientras más alto es el grado académico de la madre y del padre, los jóvenes obtuvieron un mejor logro.
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Por otro lado, aquellos que debieron trabajar para apoyar económicamente en el hogar vieron afectado su rendimiento.
Castro indica que, si bien los resultados de las pruebas de graduandos 2021 no se puede generalizar ni comparar con evaluaciones de años anteriores, los datos sirven de marco de referencia para conocer cómo fue el desempeño de los estudiantes, así como para replantear y fortalecer planes, programas y proyectos de mejora educativa, y hace hincapié en abordar la parte psicoemocional de los jóvenes.
Sin duda la pandemia vino a magnificar los desafíos que se tenían, y sobre la base de estos resultados, Spross señala que entre las primeras acciones debe estar el priorizar la inversión en Educación. Si una de las conclusiones de las evaluaciones muestra que los graduandos con acceso a conectividad tuvieron un el logro mayor, entonces, hay que dotar a los estudiantes de tablets o computadores y de internet, también darles libros de texto, materiales que ayuden a nivelar los aprendizajes.
Es necesario, además, apoyar a los docentes para que tengan estrategias educativas innovadoras y centradas en el estudiante, como también apostarle al liderazgo de los directores. Además de involucrar a los padres de familia.
“Definitivamente hay que trabajar las acciones de una forma integral. La educación es una responsabilidad de todos. El rector es el Ministerio de Educación, pero todos tenemos que colaborar y coadyuvar en esto”, indica Gabriela Castro, pues hay que sumar esfuerzos para alcanzar mejores resultados de aprendizaje.
