El Centro de Investigaciones Educativas de la Universidad del Valle de Guatemala ha hecho pequeños estudios que pueden arrojar algunas evidencias. Aun así, el llamado es a que el Ministerio de Educación lidere las evaluaciones y no las postergue.
El director del centro, Jorge Andrés Gálvez-Sobral, y las investigadoras Ana Aidé Cruz y Jennifer Elizabeth Johnson ponen sobre la mesa los temas que deben estar en el ojo de las instituciones.
Cuánto tiempo podemos esperar para ver en realidad cuánto está afectando la pandemia en la educación de los niños
El Banco Mundial sacó un estudio para toda Latinoamérica y ellos estiman que hay un rezago del 20% en logros académicos, creemos que en los sectores más rurales el rezago puede ser más alto. El otro tipo de evidencia que tenemos, pero esto es solo en el sector privado, es que vemos un leve rezago en el resultado de las pruebas que nosotros hacemos en las admisiones en la universidad. Podemos medirlo por los niveles que históricamente se han mantenido y vemos un leve retroceso en el rendimiento académico de estos estudiantes. La pregunta siempre va a ser ¿será que se debe al sistema educativo, al estrés de la pandemia o porque antes era en línea o todo junto? Y muy probablemente la respuesta es “todo junto”. Pero, aunque tengamos estos datos, creemos que tenemos un sesgo muy grande porque solo son colegios privados y no es muy representativo del país.
Pero a pesar de que la evidencia que ustedes tienen representa solo a los estudiantes que sí tuvieron acceso a la educación y a la tecnología, quiere decir que, si se hace a nivel nacional, los resultados serían más dramáticos
Este año el Ministerio de Educación anunció que iban a hacer esta evaluación, pero aún no lo sabemos y vemos que el ciclo escolar se está terminando. Los que trabajamos en educación necesitamos saber esos datos. Cómo se puede planificar si no sabemos cuánto rezago hay, debemos saber qué contenidos priorizar y eso nos lo daría una evaluación, por más pequeña que sea, una muestra nacional bien hecha con 300 escuelas no es muy difícil hacerla. Aunque es fácil decirlo, hay un montón de repercusiones si se manda gente a evaluar a las casas o a las escuelas con la posibilidad de que pueda haber contagios y eso complica más la evaluación. Pero las pruebas estandarizadas que tiene que hacer el Mineduc nos ayudan a saber qué tan lejos están los estudiantes de los contenidos que tienen que saber según el grado que cursan.
Aunque es difícil saber aún qué elementos deben reforzarse en los alumnos ¿tienen alguna observación preliminar de lo que más les ha afectado de estar en clases fuera de la escuela?
Lo que sí sabemos con datos con una encuesta que hicimos a padres de familia es que lo que más les ha afectado a los alumnos es la socialización. Aunque no tenemos datos más allá de eso, a nuestro parecer son los niños pequeños de primero primaria porque ahí lo que ellos aprenden son las habilidades que le servirán el resto de la vida. Aprender a leer y aprender a socializar y eso no se puede hacer de forma virtual. Los estudios que se han hecho al momento indican que todos los grados son los afectados, sobre todo cuando los estudiantes no tienen ese contacto directo con los docentes. Los grados de preprimaria y primer grado necesitan que el alumno tenga una retroalimentación en la lecto escritura y por eso será clave la evaluación a tercero primaria donde nos daremos cuenta cómo adquirieron estos niños los aprendizajes base de la matemática y lectoescritura.
Según el estudio que sacaron el año pasado, solo el 25 por ciento de los docentes estaban preparados para una modalidad virtual. Después de un año seguimos en esa modalidad, ¿la situación cambió?
Cuando íbamos a seis semanas de pandemia decidimos hacer estos estudios porque llegó la pandemia y todo el sistema educativo se vio en la necesidad de usar sistemas en línea. Al inicio había docentes que no se sentían preparados, otros que no las sabían usar. Conforme se fue alargando el tiempo, nos dimos cuenta que el 35% de los docentes daban clases a través de whatsapp, entonces hicimos un webinar del tema donde se inscribieron 4 mil personas. No le puedo dar un número porque no hay datos nacionales, pero tenemos un modelo que nos permite ver cómo los docentes logran adaptar la tecnología al aula. Vimos que en los sectores más desfavorecidos que, aunque tengan la tecnología o las herramientas, no saben cómo integrarla adecuadamente al aula o hacer un uso pedagógicamente correcto.
Esta encuesta la volvimos a lanzar a finales del 2020 y vimos sí sigue siendo la mayoría la que trabaja por whatsapp pero se añade un 41% de quienes trabajan con las plataformas digitales. Pero cuando hablamos del porcentaje de docentes que usan estas plataformas nos referimos al sector privado, porque en el sector público no hay una plataforma oficial que usen en las escuelas.
El gobierno insistió que en agosto se retomarían las clases, pero la situación de la pandemia se ha agravado. ¿Todavía creen que estamos a tiempo para que se haga ese regreso a clases presenciales?
Sabemos que el Ministerio de Educación está trabajando en sus protocolos de regreso a clase porque ya han autorizado a unos colegios privados, sin embargo, sí consideramos que hay muchas variables que se deben tomar en cuenta como los servicios básicos de salud. Ya solo quedarían casi dos meses de clase, hay que ver las disposiciones del ministerio, pero creemos que tendría que ser el otro año porque esto va en aumento y los niños son vulnerables a esta variante.
Se habla también que aumentó la deserción estudiantil, sobre todo en el área rural donde no existen las condiciones para estudiar a distancia ¿Será un reto volver a llamar a todos estos niños para que regresen a las aulas?
Definitivamente va a ser un gran reto la convocatoria, se debe hacer un plan de comunicación elaborado de concientización de todos los protocolos de seguridad que se implementarán para que sea viable. Si esto sigue así, porque ya vamos casi para los dos años, el Mineduc debe replantearse su estructura y su forma de manejar los recursos para convertirse en un ministerio digital, dándole acceso a los alumnos en las áreas rurales y eso implica infraestructura. Hemos visto en países asiáticos cómo el gobierno creó plataformas oficiales para la educación, pero no solo son los dispositivos digitales, sino saberlos usar y que los docentes estén capacitados.