En Guatemala, el 40 por ciento de la población es indígena, según el último dato oficial del Instituto Nacional de Estadística —actualizado al 2012—. Además, el 51 por ciento de esta población vive en áreas rurales.
Según el Ministerio de Educación, en el país coexisten los idiomas achi’, akateko, ch’orti’, chuj, itza’, ixil, jakalteco, q’anjob’al, kaqchikel, k’iche’, mam, mopan, poqomam, poqomchi’, q’eqchi’, sakapulteko, sipakapense, tektiteko, tz’utujil y uspanteko, además del xinca y el garífuna. Sin embargo, la educación no se imparte en todos estos idiomas y en ocasiones no corresponde con el del lugar.
Haroldo Nolasco, vecino de San Marcos Huista, Jacaltenango, Huehuetenango, lamenta que el idioma materno se aprende en las escuelas cuando el maestro es miembro de la comunidad, pero en otros casos los profesores hablan q’anjob’al pero van a donde se habla mam.
“Se pierde la conexión entre el niño y el maestro, y por eso solo imparten clases monolingües, porque son idiomas distintos”, asegura Nolasco. Esta dificultad ha causado que en municipios de Huehuetenango, como en San Rafael La Independencia, a las personas nos les interese hablar el idioma natural.
Este año la Dirección General de Educación Bilingüe Intercultural, del Ministerio de Educación, tiene un presupuesto de Q68 millones 889 mil 108. El dinero asignado está distribuido en “servicios personales” —Q9.2 millones— y “servicios no personales” —Q57. 8 millones—, además para materiales y suministros hay Q1.9 millones. Los fondos de los servicios personales van a Guatemala y Sololá, y se utiliza para pago de personal permanente y temporal y otros gastos relacionados con salarios.
En servicios no personales, El Progreso y Jutiapa no tienen asignados recursos; a Guatemala van Q27 millones; le sigue Huehuetenango, Q7 millones; Chimaltenango, Q4 millones, y Alta Verapaz, Q3 millones. Estos recursos, según la información, se invierten en publicidad, viáticos, transporte, arrendamientos, reparación de maquinaria y servicios técnicos, entre otros.
Lo Negativo
En la Escuela Normal Bilingüe Intercultural de Huehuetenango estudian 140 jóvenes que buscan graduarse como maestros de Educación Infantil Bilingüe Intercultural. Sin embargo, reciben clases en idioma mam solo una hora al día. De los siete docentes que trabajan en el lugar, solo tres son bilingües, indicó el director Marco Tulio Domingo. En Huehuetenango se hablan nueve idiomas, pero, según Domingo, la falta de literatura dificulta esa enseñanza.
Por Mike Castillo
Leiva afirma que al finalizar la actual administración se tendrá una caracterización sociolingüística de 16 mil escuelas oficiales, en la que se podrá conocer cuántos padres, directores y maestros hablan, leen y escriben en su idioma materno.
Dificultad
En Totonicapán, el 97 por ciento de la población es indígena, la Dirección Departamental de Educación ordena que las clases se impartan en k’iche’, pero uno de los factores que limitan la enseñanza y aprendizaje es que hay pocos textos y estos no incluyen la pronunciación.
En Sololá, Salvador Petzey, de la Dirección Departamental, asegura que la debilidad del programa está en el recurso humano, pues es difícil encontrar docentes bilingües.