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La Asociación de Colegios Privados estima que el 40% de los estudiantes que cursan el nivel preprimario han abandonado o piensan suspender las clases, pues la economía de las familias guatemaltecas ha sido golpeada y los padres optan por no continuar pagando la colegiatura. Esta situación también impacta en los establecimientos que deben pagar alquiler de las instalaciones y sueldo de maestros.
El Ministerio de Educación (Mineduc) reporta que en el sector privado hay inscritos 95 mil 588 estudiantes en preprimaria, por lo que serían unos 38 mil 235 niños los que se habrían alejado de las aulas de los colegios.
La mayor cantidad de alumnos en la preprimaria están en el sector oficial, pues hay 499 mil 96, mientras que el sector Municipal tiene 1 mil 634. En todo el país se cuentan 596 mil 318 niños estudiando en dicho nivel.
Diana Brown, presidenta de la asociación, menciona que otra razón de peso de la deserción escolar a este nivel, es la idea generalizada de que la preprimaria no es significativa en el desarrollo educativo de los niños. Sin embargo, esta etapa es la base y es preparatoria para el resto de la vida escolar.
“Cada vez se están yendo más niños”, señala la directora de un colegio que imparte educación inicial y preprimaria. El establecimiento adoptó la modalidad virtual para continuar con el aprendizaje de sus estudiantes, pese a ese esfuerzo, cerca del 60% de los padres retiraron a sus hijos.
Se piensa, añade, que los niños no aprenden con las clases en línea, sin embargo, a esta edad los pequeños lo hacen por medio del juego, y las maestras tratan de captar la atención de los niños a través de la pantalla de la computadora, lo cual no ha sido fácil, y les requiere de más tiempo para preparar sus clases.
No fue suficiente reducir las cuotas de la mensualidad a la mitad, para retener a los alumnos y evitar la deserción, muchos de los que siguen con las clases en línea tienen pagos atrasados.
La directora indica que esta situación los orilla a replantear si continuar o no el próximo año en las instalaciones donde actualmente se encuentran, pues como se prevé el ciclo escolar 2021, este tendrá que ser con menos niños dentro de las aulas, buscar un inmueble más pequeño sería la opción.
Hay colegios que la deserción es mayor, y supera el 80%, por esta causa clausuraron sus puertas. “Cerraron porque están cavando en un hoyo financiero, porque hay que pagarles a los docentes, el arrendamiento, los gastos fijos, y si solo tienen dos o tres estudiantes, no se puede”, dice Brown.
No se tiene un dato exacto de cuántos colegios han dejado de funcionar, pero el golpe económico podría orillar a muchos establecimientos a tomar esta decisión.
No es vinculante
Otra de las razones que no contribuye a que los padres mantengan a sus hijos en la preprimaria, según la maestra entrevistada, es que el cursar este nivel no es un requisito para que el niño ingrese a la primaria. Mientras que, en países como Chile, Argentina, Costa Rica, México y Uruguay, sí es vinculante terminar el último año del preescolar.
De acuerdo con el informe La educación preprimaria en Guatemala, elaborado por la Dirección General de Evaluación e Investigación Educativa (Digeduca) del Mineduc, la asistencia a la preprimaria es optativa y en el país no hay leyes en materia educativa que la convierta en obligatorio, de esa cuenta, los padres de familia pueden decidir “si inscriben o no a sus hijos en este nivel, o si esperan a que cumplan la edad requerida para primero primaria”.
De acuerdo con Gabriela Castro, coordinadora de la Gran Campaña Nacional por la Educación, “el desarrollo preescolar sirve a los niños para desarrollar el factor psicoemocional, sociológico, aprenden a interiorizar a compartir, y tienen aprendizajes que son necesarios para la educación primaria y para el resto de la vida”.
A esto se suman, según la directora entrevistada, que en esta etapa de la educación los estudiantes comienzan a desarrollar el razonamiento lógico matemático a través de actividades lúdicas, aprenden a solucionar problemas. También se estimulan áreas del cerebro para iniciarse en la lectura, así como destrezas de motricidad fina para encaminarlos a la escritura.
El informe de la Digeduca menciona que “quienes asistien a la preprimaria y tienen oportunidad de desarrollar habilidades necesarias para aprender a leer, como la conciencia fonológica, tendrán una ventaja sobre aquellos que no lo hicieron”.
Para llegar a esta conclusión se analizaron los resultados de estudios intencionales como el Segundo y el Tercer Estudio Regional Comparativo y Explicativo (SERCE y TERCE), los cuales establecen que los niños que tuvieron educación preescolar alcanzaron un mejor resultado en pruebas aplicadas de Ciencias Naturales, Escritura, Lectura y Matemática.
Los estudiantes que asistieron a preprimaria obtuvieron entre 9 y 30 puntos más que aquellos que no lo hicieron. Fueron países como Argentina, Chile, México y Uruguay, los que lograron el puntaje más alto.
Hasta ahora, en Guatemala la cobertura en preprimaria es baja, el año pasado la tasa neta era del 51.1%.
Castro menciona que es importante que los niños cursen este nivel, de esa cuenta, “si este año no pudieron terminar por razones económicas, familiares, o de salud, hay que retomar este aprendizaje… hay que darle valor a la educación preprimaria”.
Deserción a todo nivel
Con la suspensión de clases presenciales debido a la pandemia se prevé que la deserción escolar se incremente este año en todos los niveles educativos.
Según datos del Ministerio de Educación, en el 2019 la tasa de deserción escolar alcanzó un 7%, y ahora podría aumentar y tener un efecto crítico en las áreas rurales, donde el abandono de los estudios ya es evidente. En comunidades de Totonicapán, por ejemplo, se sabe de niños que están apoyando a sus padres a trabajar en el campo o bien en actividades de comercio informal, pues la prioridad es llevar alimento a casa.
Los estudios pasan a segundo plano, además, que en las comunidades alejadas no tienen los recursos tecnológicos para poder continuar con las clases a distancia.