“Nos dedicamos a lo cosmético, y no a construir las estructuras necesarias para el desarrollo, como educación, trabajo y vivienda”, dijo.
Agregó que uno de los flagelos sociales que más dañan a la población es el miedo, ya que no se persigue en forma eficiente a los infractores de la ley. “La solución no es aumentar el tamaño del Ejército ni graduar más policías. Debe eliminarse la violencia, de otro modo no se puede trabajar en otras cosas”, expresó.
El arzobispo invitó a todos los guatemaltecos a unirse en oración y pedir por la paz.