Tal es el caso de Ciudad de Guatemala, en donde este martes una turba pintó y dañó algunos monumentos, entre ellos el del propio Colón, al que ataron una cuerda pero no consiguieron derribar.
Sin embargo, los manifestantes sí le quitaron la cabeza a la escultura del general José María Reina Barrios, quien presidió Guatemala de 1892 a 1898, y a quien se le atribuye una desigualdad acelerada y tintes dictatoriales en la nación centroamericana.
Más de 70 organizaciones del continente hicieron en Quito, Ecuador, una declaración “de resistencia contra el racismo, la discriminación y el colonialismo”, en la que pidieron medidas de compensación y reparación “para resarcir las injusticias de las que han sido víctimas” estos pueblos.
Al respecto, Gema Tabares, representante del colectivo Afro Caracolas Saberes Itinerantes, de México, exigió que “reconozcan los daños causados a nuestros territorios” e hizo un llamado “a superar las relaciones de pensamiento colonial y discriminación que no nos permiten avanzar hacia una sociedad más justa e igualitaria”.
Ese reclamo fue secundado por las organizaciones que componen el Movimiento de la Liberación Negra e Indígena (BILM), con protestas pacíficas en EE. UU., México, Honduras, Nicaragua, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Uruguay, Brasil, República Dominicana, Surinam y España.
Uno de los líderes más polémicos de América, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, quien con anterioridad requirió al rey de España y al papa Francisco que pidieran perdón por la conquista, aprovechó hoy la ocasión para cuestionar el también conocido como Día de la Raza, al decir que “las razas no existen” porque el racismo es “inconcebible”.
En Guatemala, donde el 59% de los más de 16.3 millones de habitantes viven bajo el umbral de la pobreza, la mayoría de ellos indígenas, renombraron la conmemoración como “Día de la Resistencia Indígena, Negra y Popular”, para alzar la voz contra “la invasión europea”.
En América, el 529 aniversario del arribo de Cristóbal Colón estuvo marcado por el anuncio de la sustitución de su estatua en el Paseo de la Reforma, de Ciudad de México, por la de “La joven de Amajac”, en honor a las mujeres indígenas.
Las autoridades capitalinas retiraron el año pasado la imagen de Colón, días antes de una manifestación que pretendía derribarla, y hoy explicaron que la nueva pieza tendrá unos 6 metros de altura y “mucho significado histórico, cultural y político”, de acuerdo con la alcaldesa, Claudia Sheinbaum.
Desde 2020, los homenajes en plazas y parques al explorador Cristóbal Colón y a otros símbolos de la conquista española han sido vandalizados en distintas ciudades americanas como muestra de descontento.
El ataque a las esculturas alusivas a esta fecha empezó el lunes en Bahamas, en donde las autoridades presentaron cargos contra un hombre que dañó la de Colón, situada delante de la residencia oficial del gobernador en Nassau.
Pero estos hechos no son nuevos. En Chile, en 2019, protestas contra el alza del pasaje en el metro dañaron unas 60 estatuas, incluida la de Colón, que había sido inaugurada en 1910, según recuerda la cadena CNN.
En 2018, en Bolivia, la estatua de Colón en el Paseo del Prado de La Paz amaneció vandalizada un día de noviembre con un cartel que decía: Colón genocida.
Una horas antes, la estatua de Colón había sido retirada del centro de Los Ángeles, California. Según dijeron autoridades, la decisión se tomó “como un acto de justicia reparadora para los habitantes originarios”, según CNN.
En Argentina, el gobierno de Cristina Fernández hizo retirar una estatua de Colón en 2013 y Hugo Chávez lo hizo en 2009 en Venezuela.
Fue célebre el “juicio” que los partidarios de Chávez le habían hecho a otra estatua en 2004, donde el veredicto final y por unanimidad fue su derribamiento.
Y más recientemente, en 2020, manifestantes de Puerto Rico pidieron que se retirara una estatua de Colón por “genocida y pederasta”.
En Estados Unidos, tras la muerte del afroamericano George Floyd en 2020 a manos de policías, las protestas dejaron una estatua de Cristóbal Colón derribada en Minnesota, otra decapitada en Boston y una más vandalizada en Miami.
*Con información de EFE*