Como es una tradición, los colores rosado y azul resaltaron en los asistentes, quienes para cada carrera utilizan unas alas, en las cuales muchos corredores plasman mensajes, principalmente hacia seres queridos que han logrado vencer al cáncer, lo cual convierte a la carrera en una de las más emotivas de la ciudad.
Cerca de las 7 de la mañana la 12 calle de la Avenida Reforma, lucía llena, y fue media hora después, cuando se dio banderazo de salida para la categoría de capacidades especiales y tres minutos después se dio la salida para el resto de competidores, que en esta ocasión recorrieron entre 5 y 10 kilómetros.
“Estamos muy emocionados, estamos satisfechos, hemos superado las expectativas. Desde ayer habíamos vendido la totalidad de entradas y esto significa muchísimo para nosotros, no solo la participación, sino todas las mujeres que podemos salvar con esta donación”, expuso Isabel Herbruger, presidenta de Fundecán.
Herbruger manifestó que con lo recaudado pueden ayudar entre 25 a 50 mujeres con los tratamientos que son costosos, pero también la carrera ayuda para promover el mensaje del autoexamen para detectar en una etapa temprana el cáncer de mama.
“Enviar ese mensaje que en el 99 por ciento de los casos es curable si se detecta a tiempo y ese es parte de nuestra misión, hacer la conciencia de la autoexploración y salvar más vidas de mujeres”, expuso.
“Nos sentimos complacidos y bendecidos en esta mañana, donde podemos celebrar la onceava carrera con gran éxito, creemos que hay más de 10 mil personas corriendo, fue un verdadero gusto y una verdadera fiesta poder celebrar este ‘sí a la vida’, que es lo que estamos haciendo y felices de patrocinar esta linda causa”, expuso Federico Engel, gerente de Responsabilidad Social Empresarial de Agua Pura Salvavidas.
Historias de lucha
Detrás de cada corredor hay una motivación para acudir a esta carrera año con año, para algunos representa la victoria de algún ser querido en su lucha contra el cáncer y para otros, permite concientizar sobre la importancia del autoexamen para detectar el cáncer de mama en una etapa inicial para poderlo combatir.
Uno es el caso de Olga Marina de Chacón, quien tiene 75 años. Desde hace 8 años participa en la carrera. Asegura que su madre y sus hermanos perdieron la batalla contra el cáncer, pero tiene una hermana que reside en Estados Unidos, quien sí logró vencer a la enfermedad y corre por esta motivación.
Además, año con año dona su cabello para que se puedan fabricar pelucas para las pacientes que se someten a quimioterapia.
Diana Florián es otra competidora, su motivación para participar por primer año en la carrera es la muerte de su padre quien fue diagnosticado con cáncer de pulmón, pero a la vez, también compite por todas las personas que luchan contra la enfermedad.
“Yo corro por él y por todas las personas que han partido, y por todos los que han ganado la batalla”, expone Florián luego de haber completado la prueba.
“Cómo olvidar mi primer carrera. Por usted suegra Alejandrina”, es el mensaje que plasmó Elizabeth Pérez en las alas con las que compitió en la carrera. Le recuerda que hace tres años los quebrantos de salud que sufrió la mamá de su esposo, a causa del cáncer, la motivó a participar.
Natalia Fuentes, tiene 35 años, desde hace dos años corre esta competencia y asegura que lo hace en honor a su abuela, quien hace seis años logró vencer al cáncer de mama.
“Gracias a Dios está viva, es una sobreviviente y por eso corro”, expone Fuentes, mientras deja un mensaje en un muro colocado en la meta de la carrera. “Que tus sueños sean más grandes que tus miedos”, escribió Fuentes.