El epidemiólogo clínico Erwin Calgua y la analista del Centro de Investigaciones Nacionales (Cien), María del Carmen Aceña, coinciden en que hay una incertidumbre general sobre la epidemia en el país, en especial hacia los datos oficiales, por lo cual consideran que las autoridades deberán explicar cada indicador, cómo será el cambio y comunicarlo de forma entendible a la población.
Ambos consideran que el ajuste a la baja del número de casos activos influirá en el nivel de alerta de cada municipio y que permitirán disminuir de forma considerable las restricciones. También están de acuerdo con que el gobierno no ha dado a conocer qué datos específicos usarán y cuál será la fórmula o algoritmo para establecer el nivel de alerta para reabrir actividades.
Cambios y ajustes
El presidente dijo el 8 de julio último que para medir cada alerta (máxima, alta, moderada o normalidad) se usaría los datos de los casos activos por cada cien mil habitantes, pero el 12 de julio habló que se usará el dato de casos positivos.
Salud por su parte, clasificó estos indicadores el sábado pasado en el Tablero de situación covid-19, como casos positivos activos y casos positivos acumulados.
Aunque el Ministerio de Salud sumó el sábado tres mil casos de contagios por coronavirus que no habían sido registrados, también informó que cambió los criterios para definir a un paciente como recuperado, por lo que la cifra de personas recuperadas pasó de cuatro mil 989, reportadas el 16 de julio, a 23 mil 365.
Con ello se registra que el número de casos positivos activos bajó a 13 mil 228; 14 mil 147 menos de los 27 mil 375 que se habían reportado un día antes.
Por la mañana del domingo 18 de julio el tablero informático del Ministerio de Salud registraba 12 mil 955 activos, sin embargo por la tarde se cambió la cifra y se situó en 14 mil 269.
Calgua opinó que un sistema de alertas no se puede construir solo sobre la base de un indicador, por lo que no solo se deberían basar en el número de casos positivos, sino también en otros como por ejemplo, qué va a demandar del sistema de Salud cierto número de casos o la ocupación hospitalaria, incluso se podrían combinar.
Agregó que en México también se usa el sistema de semáforo y que recientemente en ese país se criticó la supuesta manipulación de un indicador lo que habría permitido abrir actividades. Para Guatemala, la metodología en un indicador puede traer consecuencias en otros resultados que se deriven de este.
“Si no están claros los datos no se puede confiar en lo que va emanar para cada lugar y no se va a poder saber la interpretación real que se tienen que dar a los diferentes niveles de alertas y los colores establecidos”, agregó.
Edwin Asturias comisionado de la Comisionado Presidencial de Atención a la Emergencia covid-19 (Coprevid) no respondió una solicitud de comentarios que le hizo Prensa Libre.
Es delicado
Por su parte Aceña calificó como “muy delicado” el que no se cuente con una base de datos y un sistema de contabilización adecuado de estos.
La analista considera que con este proceso de semáforo que se van a implementar, las decisiones aún deben permanecer centralizadas con disposiciones que emanen del Gobierno central porque el país aún no está preparado para que cada municipalidad asuma y tome esas decisiones.
Además, podría no haber uniformidad de criterios lo que podría complicar aún más salir de esta epidemia.
Aceña refirió que es necesario tener certeza en las cifras e indicadores de la epidemia para saber de forma exacta cómo está el país, por ello es necesario que se dé a conocer la fórmula e indicadores que se usarán para definir las alertas en cada municipio, además establecer una hoja de ruta acerca de cómo van a ser los próximos dos meses y cómo se va a accionar y manejar el escenario con o sin estado de Calamidad.
En ese sentido, opinó que la limitación de garantías debe continuar cuando venza puesto que si no se ha podido ejecutar el presupuesto en medio de un estado de emergencia será peor si se levanta.
“Aunque sea dolorosa la información y la hoja de ruta es necesario conocer la realidad, ya que también ha causado incertidumbre de que a cada cierto tiempo se hable de que se aplaza dos meses más el pico del número de casos en el país”.
Parámetros son drásticos
Nils Leporowski, presidente del Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (Cacif) expuso que las correcciones a los datos que efectuó el Ministerio son importantes ya que desde hace varias semanas se mencionaba que las cifras no estaban al día, además de que muchas personas se recuperaban en casa y pero que Salud no les daba el alta y seguían como casos activos.
Respecto de si la baja en los casos activos derivado de ese cambio podría influir para la reapertura de actividades puesto que ahora hay menos, indicó que también tienen dudas al respecto por lo cual es algo que “deberán confirmar las autoridades”.
La postura de la organización, subrayó Leporowski, es que se debe empezar a abrirse actividades económicas en los municipios que tienen pocos casos, por ejemplo, en Salamá, Baja Verapaz, donde se reportan menos de cinco casos positivos.
“Si hay municipios con pocos casos porqué no van a tener una vida normal”, cuestionó.
Sin embargo, reconoció que es en el departamento de Guatemala, donde hay un mayor índice de contagios, donde se concentra actividad económica.
En tal sentido, cuestionó que los parámetros mencionados por el gobierno hace una semana para permitir abrir actividades son muy drásticos ya que se requerirá tener 25 casos por cada 100 mil habitantes para pasar de una alerta roja a anaranjada.
“Necesitamos reducirlo en 10 veces para pasar a naranja, es un parámetro demasiado drástico, y estamos preocupados por los impactos que podrían tener”, agregó el presidente del Cacif.
El domingo 18 de julio, un día después de que el Ministerio de Salud dio a conocer el Tablero de situación del covid-19 en el país con las nuevas cifras e indicadores, tanto esa cartera como la Coprecovid, indicaron en un comunicado que los datos resultan de una auditoria del sistema de información epidemiológica y que luego se procedió a la rectificación y automatización en los datos, tanto del sistema como del reporte epidemiológico el cual fue efectuado con “rigurosidad científica”.
Agregan que ponen a disposición de la población el tablero de datos para el uso responsable de la información para que contribuya con la mitigación y control de la epidemia.
Nuevas cifras
- Aparte del número de casos, el tablero genera datos como la incidencia acumulada de contagios por cada 100 mil habitantes la cual al 18 de julio se registraba en el país en 218.6 casos.
- También la tasa de mortalidad (fallecidos por cada 100 mil habitantes) que a esa fecha se registra en 8.4.
- El porcentaje de letalidad que ayer estaba en 3.8%.
- En el departamento de Guatemala la incidencia acumulada a esa misma fecha era de 734.5 casos por cada 100 mil habitantes, 25 mil 939 casos positivos acumulados para una población de 3 millones 531 mil 754.