El dejar atrás a familia y amigos no es fácil, pero el desempleo ya existente agravado por la pandemia hace que muchos se jueguen la vida en una compleja travesía.
Este martes, en medio de la pandemia y cierre de fronteras, un grupo de hondureños intentó partir en una nueva caravana desde San Pedro Sula, pero al cabo de algunas horas autoridades de aquel país la disolvieron.
Aunque algunos hubieran evadido los controles hondureños e ingresado a Guatemala este país no les permitiría el paso puesto que existía una orden para no dejar entrar a nadie, dijo el viceministro de relaciones exteriores, Eduardo Hernández.
“Las autoridades correspondientes no permitirán el paso derivado de las actuales disposiciones del marco de la pandemia covid – 19”, advertía el funcionario.
Vendrán más
En el 2018 hubo cinco caravanas migrantes y a inicios de 2019 se registró un sexto movimiento. Se recuerdan a los miles de centroamericanos caminando por las carreteras de Guatemala, muchos dormían en las calles ante la falta de espacio en albergues y casas de refugio.
Esta nueva caravana encendió las alarmas de las autoridades guatemaltecas puesto que de ingresar complicaría los esfueros regionales por disminuir los casos de coronavirus, en el entendido de que no podrían cumplirse los protocolos de distanciamiento social; además, por la falta de pruebas sería imposible practicar estas a quienes pretendan ingresar.
Pero el no contar con proyectos destinados para frenar la migración hará que esta vuelva a despertar, según el análisis de Eduardo Woltke, defensor del Migrante de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH).
“El imaginario que hay en toda nuestra región es que Estados Unidos es la puerta de entrada a una mejor condición de vida, esto no necesariamente es cierto, las condiciones económicas en Estados Unidos también están difíciles y lo que se debe de promover es el desarrollo económico en las comunidades de origen”, explicó.
Señaló que probablemente las caravanas no tengan la misma fuerza de antes por el escenario mundial que está dejando el coronavirus, pero la migración es un fenómeno social que está lejos de desaparecer.
“Hay muy pocos datos de la cantidad de personas que siguen realizando el tránsito y utilizando los puntos ciegos pero sabemos de qué si lo siguen haciendo”, señaló el defensor.
Empleo desigual
La realidad está muy alejada de los sueños y esperanzas de los migrantes. Los empleos en Estados Unidos también se han reducido drásticamente, según reportes de la organización Cooperación Migrante en Ohio, quienes señalan que no todos los migrantes cuentan con seguro médico en caso que se contagien de covid–19.
“En los estados demócratas hay salud, posibilidad de estar trabajando y tienen mayor protección porque se les facilitan empleos en áreas de construcción, limpieza, hoteles, jardinería y polleras; en los estados republicanos no hay acceso a salud, no hay acceso a la parte de campañas en español y eso dificulta también porque las personas pueden verse enfermas y no hay asistencia médica si se contagia de coronavirus”, explicó Guillermo Castillo, de dicha organización.
La alternativa que ve Castillo es que los gobiernos centroamericanos afinen estrategias para frenar la migración y para ayudar a aquellos que están fuera de sus fronteras, ya que de lo contrario el éxodo migrante cada día va a seguir en aumento.
“La propuesta sería que el ministerio de Relaciones Exteriores impulse un plan de reactivación económica migrante en el que incluyan la vinculación de micro franquicias, la exportación de productos comestibles o no tradicionales y que vayan vinculadas con los ministerios de Economía y Cultura”, precisó.
Mayor riesgo
Organizaciones a favor de los migrantes señalan la necesidad por brindar oportunidades en los países de origen porque se han endurecido los controles en los países destino para evitar el ingresos del covid – 19.
“Pone en mayor riesgo a las personas porque en cuanto a las fronteras cerradas los migrantes se ven obligados a movilizarse por puntos ciegos, puntos que al entrar a México los pone en mayor vulnerabilidad porque son zonas controladas por grupos criminales”, manifestó Julia González, directora de la Mesa Nacional para las Migraciones de Guatemala (Menamig).
Por su parte Mauro Verzeletti, director de la Casa del Migrante, pronostica más intentos de caravanas en medio de la pandemia debido a que por la “pobreza, la exclusión y la marginación están saliendo y es una realidad que no solamente se va a dar en Honduras, esto se va a extender en Centroamérica por las respuestas de los gobiernos no han sido suficientes”.
Primera Caravana, 12 de octubre de 2018
San Pedro Sula, en Honduras fue el punto de encuentro para 160 indocumentados que comenzaron una travesía hacía los Estados Unidos. A su paso se les unieron simpatizantes y cerca de mil llegaron a territorio Guatemalteco. Las cifras de la Casa del Migrante señalan que atendieron a cerca de cinco personas en los albergues ubicados en Tecún Umán.
Segunda Caravana, 21 de octubre de 2018
Un segundo grupo de migrantes se ubicó en Esquipulas, en esta ocasión había presencia de varios países centroamericanos, cerca de mil 985 personas. Al llegar a México se enfrentaron con las fuerzas de seguridad, hubo una persona fallecida por un golpe en la cabeza.
Tercera Caravana, 28 de octubre de 2018
Los migrantes salieron de El Salvador, se contabilizaron a cerca de 300 que partieron en busca del sueño Americano. A diferencia de la caravana anterior hubo control y 250 ingresaron de forma ordenada, primero a Guatemala y luego a suelo mexicano.
Cuarta Caravana, 31 de octubre de 2018
De nuevo El Salvador fue el punto de partida para cientos de migrantes. Algunos, al momento de llegar a la frontera mexicana trataron de evadir los controles e intentaron cruzar el río Suchiate, pero cerca de 81 migrantes fueron detenidos y devueltos a su país.
Quinta Caravana, 5 de noviembre de 2018
Los salvadoreños volvieron a partir de su país en la última caravana del año, pero en esa ocasión el número fue menor en comparación de las anteriores.
Sexta Caravana, 14 de enero de 2019
La convocatoria para esta caravana se divulgó por las redes sociales y salió desde Honduras. Inicialmente fueron 500 las personas que partieron desde San Pedro Sula, pero al final se contabilizaron a más de dos mil que ingresaron a México.
Séptima Caravana, 21 de enero de 2020
Honduras parece ser el epicentro de las caravanas migratorias y en los primeros días de este año cientos de hondureños empezaron con el recorrido hacia Estados Unidos. Al cabo de algunos días los reportes de autoridades mexicanas contabilizaron que más de 2 mil centroamericanos formaron parte del movimiento.