Perder una casa no solo significa despedirse de paredes y muebles, es decirle adiós a buena parte de sueños y esperanzas que empezaron por el enganche y luego la compra de una propiedad.
Pero este es un hecho que está sucediendo con alguna frecuencia, especialmente en comunidades cercanas a ríos, lagos o incluso a las faldas de un volcán. Lo impredecible de la naturaleza en Guatemala hace que un terreno que aparenta estabilidad, de un momento a otro se convierta en todo lo contrario.
Eso fue lo que le ocurrió a Wilber Orlando Garrido, un trabajador de la economía informal, que con mucho esfuerzo logró comprar una casa en Palencia, en la aldea “El Manzanote”.
Algunas grietas comenzaron a hacerse visibles sobre la carretera, luego se fueron extendiendo hasta llegar a otras casas que sufrieron daños leves, pero la de Garrido fue de las más desafortunadas.
“Nos afectó porque muchas familias nos quedamos sin casa, yo fui una de las personas más afectadas porque se me terminó mi casa, a algunos vecinos solo se les dañó”, pero en su residencia una de las grietas atravesó toda la propiedad.
Junto a sus vecinos se vio en la necesidad de dejar su hogar, pero como no todos sufrieron los mismos estragos de la naturaleza, algunos están regresando a la comunidad.
“La mayoría de vecinos que no tienen tan dañadas sus casas ya están regresando porque no se hallan a vivir alquilando, o así arrimados con algún familiar”, explicó Garrido mientras recordaba que tuvo la oportunidad de vivir en la aldea por 12 años.
Sin pensar en el futuro
Cuando Garrido compró su casa en ningún momento pensó que pudiera haber algún riesgo. “Era un área firme, ni relleno ni nada. Fue la voluntad de Dios porque no se le puede echar la culpa a nadie, fue de Dios porque no había peligro de nada”.
Su casa le costó Q250 mil, tuvo que trabajar y ahorrar por siete años laborando en la Central de Mayoreo pero de golpe, sin previo aviso se quedó sin nada.
Pasó de vivir en una casa propia a tener que pedir posada con sus familiares y amigos más cercanos. “Un amigo que tiene un terreno me dio chance para que hiciera una mi galera y ahí estoy viviendo por el momento”, dice.
Como Garrido pueden haber miles de casos en el país, por lo que un experto asegura que hay, al menos, cuatro aspectos clave a considerar cuando se busca alquilar o comprar un bien inmueble y no perder la inversión que ha costado toda una vida.
un seguro salvador
En Guatemala todavía no se tiene una cultura preventiva al hablar del cuidado de los bienes inmuebles, ya que son muy pocas las familias que tienen asegurada su propiedad contra incendios, terremotos y otros tipo de eventos.
Según estimaciones de la Cámara de Agentes y Corredores de Seguros y Fianzas, (CACSEF), cerca del 10% de personas con una vivienda propia deciden asegurar su propiedad, y otros ienen activas sus pólizas debido a que los bancos exigen este requisito mientras la deuda no sea honrada.
Álvaro Bravo, presidente de dicha cámara, explicó que invertir en un seguro de este tipo es más que tan solo cuidar una propiedad.
“No estamos protegiendo solo una vivienda, estamos protegiendo un patrimonio, se protegen los esfuerzos de una persona que ha pasado toda una vida pagando una propiedad”, explicó.
Pone como ejemplo el evento de la aldea “El Manzanote”, un hecho abrupto y natural, que incluso está contemplado en las pólizas de seguro para viviendas.
“A una aseguradora se le debe de trasladar toda la información, ya los evaluadores o personas de selección de riesgos van a definir qué nivel de riesgo tiene el inmueble y con ello propondrán una prima también conocida como una aceptación”, explica el experto.
Afirmó que es primordial buscar a un buen corredor de seguros, ya que prácticamente será el “defensor” de su patrimonio ante una emergencia de este tipo.
“Cuando aceptan el riesgo, ellos ya evaluaron pues no es lo mismo asegurar una vivienda en un área plana sin volcanes o lagos cerca, que asegurar una vivienda en una ladera”, refirió.
Actualmente suele ser común que tele operadores ofrezcan este tipo de servicios, pero Bravo asegura que no es algo tan simple, ya que hay que saber observar a su futuro corredor.
“Los agentes de seguros como tales tenemos una licencia para vender seguros, estamos auditados y supervisados por la Superintendencia de Bancos (SIB), entonces yo siempre sugiero que cada vez que necesite una asesoría en seguros tenga un intermediario profesional de por medio, pídales su carnet, de lo contrario es como venir y subirse a un taxi pirata”, advirtió.
¿Cuánto pagar?
Es evidente que el pago para el resguardo de una propiedad va a variar dependiendo de la zona y la construcción del terreno. Para ello, las aseguradoras hacen tres clasificaciones: baja, semi superior y superior.
Poniendo de ejemplo un terreno de 6 metros de frente por 20 de profundidad, se estima una construcción de 120 metros cuadrados, que podrían tener un costo de Q3 mil quetzales por metro cuadrado.
Según el experto, esas medidas nos indican que se trata de una casa modesta, cuyo valor como tal estaría situado en los Q360 mil; teniendo definido el valor de la propiedad ya se puede hablar del costo para cada una de las pólizas de seguro.
“Si estamos hablando de construcción superior ya se estiman columnas de concreto y terraza fundida, o ladrillo y terraza fundida; con esto y dependiendo del área se estimaría una prima anual que ronde un 0.16% a 0.18% del valor de la propiedad”, refirió.
Esto significa que la prima del seguro para una propiedad de este tipo estaría en los Q576 anuales. A esto se le debe de sumar un 5% de gastos de emisión, el 12% del Impuesto al Valor Agregado (IVA) y un 2% que se dona a los bomberos, lo que daría un costo comercial de Q685.44 al año.
A medida que la calidad de la construcción baje el costo del seguro va en aumento. “El nivel semi superior, es decir block y lámina, si tiene cimientos junto a paredes de block pero el techo es de lámina, se estima la prima entre un 0.20% o 0.25% del total del valor de la propiedad”.
Si tomamos como base el 0.20%, la prima quedaría en Q720 y con toda la tributación reglamentada alcanzaría un pago anual de Q856.80.
“En el caso de un nivel de construcción bajo, como adobe y lámina, algunas aseguradoras no estarían interesadas en asegurar el inmueble y si lo hacen estimarían una prima que alcance un 0.30% del valor estimado.
En la medida que el inmueble tenga construcciones menos sólidas en valor de la prima se incrementa ya que el riesgo tambien aumenta.
El corredor destaca que los precios son únicamente referenciales, ya que también podrían sumarse a la póliza los muebles y electrodomésticos de la vivienda, sin considerar que existen otros factores.
“Se evalúa el tipo de construcción, el riesgo de los laterales; sus vecindades, laderas, barrancos, ríos y más; también se verifica el uso de la propiedad porque no es lo mismo una casa particular a un “airbnb” (hospedaje temporal) o para usarla como bodega”, agregó.
Bravo refiere que actualmente no hay cultura para garantizar el resarcimiento económico por daños a inmuebles. Estima que hasta un 10% de los propietarios del país son lo que adquieren un seguro sin que haya una obliación para ello.
Todas estas consdieraciones que realizan las compañías de seguros establecen dichos montos para asegurar la vivienda y se lo conoce como seguro para viviendas y líneas conexas, ya que cubren distintos riesgos como incendios, terremotos, inundaciones o algún fenómeno natural que cause daños al inmueble.
Regularmente este tipo de seguros vienen en combo, pero si alguien desea asegurar sobre un rubro específico, debido a que no tiene capacidad económica para cubrir toda la poliza, podría negociarlo con el corredor de seguros que le asesora.
Los riesgos que existen en Guatemala son considerables y van desde un terremoto, una inundación hasta sorpresivas grietas como lo ocurrido con Garrido, quien ahora afirma que al momento de comprar otra casa, la tendrá asegurada.