Hace 10 años se nombró a Norman Muñoz Urízar —quien renunció por razones de salud— para este puesto, el cual es designado por la junta directiva del Consejo Nacional para la Protección de la Antigua Guatemala (Cnpag) —presidido por el alcalde de esa ciudad— y cuyo período es indefinido.
Para la más reciente elección de este prestigioso cargo se postularon 10 candidatos, de los cuales se seleccionó a tres, cuya entrevista, abierta al público, se transmitió por redes sociales para que los internautas pudieran conocer las capacidades idóneas de los finalistas.
Fascinado desde su niñez por sitios arqueológicos y espacios coloniales del país, que visitó con sus padres “sin saber que ese interés se iba a convertir en su pasión en un futuro”, Quiñónez, con un doctorado en Arquitectura con énfasis en Conservación del Patrimonio Cultural por la Facultad de Arquitectura de la Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac), expone aquí cuáles son las atribuciones y limitaciones de este cargo. Esta entrevista se efectuó días antes de la controversia por un proyecto de inmueble en San Juan del Obispo.
¿En qué consisten las atribuciones del puesto de conservador de Antigua Guatemala?
Según la Ley Protectora de la Antigua Guatemala —Decreto 60-69—, se establece que el conservador debe ser arquitecto y, preferiblemente, especializado en restauración de arte colonial, lo cual limita bastante a los candidatos.
El conservador pasa a ser secretario de la junta directiva del Cnpag; tiene voz pero no voto en las decisiones. Se dedica a la administración de los recursos financieros y humanos, supervisión de trabajos de restauración, seguimiento de las solicitudes de licencias de construcción y su presentación ante la junta directiva para que determine si se aprueban o no los proyectos.
Es bastante el trabajo dentro de la institución, sobre todo en el Departamento de Control de la Construcción, a donde llegan todas las solicitudes de licencias para trabajos de ampliación, remodelación y restauración de inmuebles dentro del polígono, áreas de influencia o islas de conservación, pues hay que verificar que cumplan con los requisitos técnicos, administrativos y legales para aprobar su expediente.
Ley Protectora de Antigua Guatemala
Sobre la restauración, el Cnpag ejecuta algunos fondos para consolidar o restaurar monumentos, previamente planeados en el presupuesto. En el área jurídica, se denuncian ante la Fiscalía de Delitos contra el Patrimonio Cultural las construcciones o acciones que han provocado o pudieron haber provocado algún deterioro a algún inmueble patrimonial.
Los recursos económicos en el Cnapg son bastante limitados, pues solo se cuenta con Q6 o Q7 millones anuales para todo el trabajo. En el 2021 aumentó Q3 millones. Para invertir o conservar inmuebles, es muy poco.
¿Cómo regular la utilización de bienes patrimoniales para fines comerciales, como hoteles, restaurantes o realización de eventos?
Recientemente se aprobó un reglamento de uso temporal de monumentos que tiene a cargo el Cnpag. Todos los interesados deben cumplir con los requisitos y con la cuota a cancelar. Asimismo, un supervisor del Cnpag le da seguimiento. Negocios como restaurantes o discotecas deberían ser regulados con un poco de más precisión por la municipalidad, pues se salen de control los horarios de venta de bebidas alcohólicas. No existe seguimiento a las actividades nocturnas, problema que no solo pueden dañar el patrimonio material, sino también el inmaterial. Hay que sentarse con la municipalidad para crear acciones que controlen este problema, que también afecta al vecino antigüeño.
Hay que recordar que Antigua Guatemala es un centro vivo y tenemos dinámicas de actividades sociales, residenciales, comerciales, industriales, económicas y políticas, a las cuales hay que darles un orden y seguimiento.
Creo que en función de la conservación y preservación de la ciudad, se debe trabajar en armonía entre el Cnapg y la municipalidad.
¿Cuáles son sus proyectos para promover de mejor manera los sitios de interés cultural?
Una acción que debe hacerse en el corto plazo es procurar más fondos para la institución para mejorar las condiciones de todos los trabajadores, técnicos y operativos, así como para restaurar edificios. Entre los planes de gestión a largo plazo están las actividades artísticas como exposiciones, presentaciones musicales o charlas que sean dignos de llevarse a cabo dentro de los monumentos.
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Antigua Guatemala no solo es patrimonio arquitectónico, hay que fortalecer la difusión para atraer a más gente que visite no solo monumentos e íconos que conforman la ciudad, sino que admiren la riqueza de obras de arte reconocidas a nivel mundial, producidas en la época colonial, como pintura y escultura barroca excepcional, y así valorar su belleza y significado.
También está el patrimonio natural que la rodea, como el cinturón verde alrededor del Valle de Panchoy o los volcanes Acatenango, de Fuego y de Agua, al sur.
Javier Quiñónez, conservador de Antigua Guatemala
“Muchos creerán que uno llega a este cargo por otros intereses, pero en mi caso no es así, pues gracias a lo que me ha gustado estudiar y hacer tengo las mejores intenciones de hacer bien las cosas para que el reconocimiento de Antigua Guatemala siga creciendo a nivel mundial”.
Dentro del Cnpag debería crearse una Unidad de Patrimonio Intangible, para que este sea tomado en cuenta y al que no muchos le han puesto la atención debida. Entre estos está el acervo gastronómico.
¿Cómo propone controlar la contaminación lumínica y auditiva, así como el intenso paso vehicular para evitar que se vean afectadas las edificaciones históricas?
Dentro del reglamento de uso de monumentos del Cnpag hay artículos relacionados con el tipo de intensidad de iluminación que se puede utilizar o el tipo o amenización musical. No se puede llevar cualquier conjunto artístico o tocar cualquier instrumento, pues no se debe exceder el nivel de decibeles normados, tanto en el interior como en el exterior del inmueble.
En cuanto al tema vehicular, el paso de transporte pesado está restringido; sin embargo, la carga vehicular de tráfico liviano se intensifica de miércoles a domingo, lo cual provoca no solo deterioro ambiental, sino que poco a poco causa algún tipo de debilitamiento en las estructuras. Esta invasión vehicular debería controlarse en un futuro próximo, para no crear más caos del que ya hay.
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¿Cómo planea proteger las ruinas monumentales, cuyas estructuras, por el paso e inclemencias del tiempo, se degradan cada vez más?
Las edificaciones —patrimoniales— están en diferentes posesiones: unas las tiene el Cnpag, como —las ruinas de— Santa Clara o Santa Teresa; otras, la municipalidad, y otras, en propiedad privada. Dependiendo de esta posesión, así es la injerencia que podamos tener en ellas. Actualmente se está trabajando en El Carmen con los pocos fondos que tenemos para invertir. Hay que darle seguimiento a lo que está en ejecución, según el presupuesto anual, y, al terminar estas intervenciones, habría que hacer un diagnóstico de otras estructuras para determinar cuáles son las más vulnerables y priorizar en ellas. No solo las inclemencias del tiempo las deterioran, sino la falta de mantenimiento. En la medida que tengamos más recursos para restaurarlos, podremos abarcar más edificios para evitar que colapsen totalmente o que se sigan deteriorando.
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¿Cómo se regularán los proyectos urbanísticos de gran magnitud a fin de proteger el patrimonio?
El crecimiento urbano o desarrollo de infraestructura dentro del polígono de la ciudad se ve dentro del Cnpag; fuera de este hay un área de influencia establecido por la ley. Por las características de la ciudad, todo el valle está relacionado entre sí y todo tiene injerencia hacia la conservación del patrimonio. La municipalidad se ha basado en lineamientos de crecimiento urbano que han regido desde hace muchos años.
En los últimos años se han generado algunas propuestas del Plan de Ordenamiento Territorial (POT). El más reciente se efectuó con fondos del Estado pero aún no está autorizado del todo, aunque sí hubo consenso entre varios actores involucrados. Es un poco complicado establecer hacia dónde vamos a crecer y de qué forma lo vamos a hacer, para lo cual hay que terminar de aterrizar en el POT, tomar ejercicios que ha habido, complementarlos o modificarlos para, finalmente, autorizarlo. Su principal objetivo debe ser la conservación de la ciudad como Patrimonio de la Humanidad, designación que no podemos perder por un crecimiento desordenado.
¿Cuáles son sus propuestas para fomentar el turismo?
Antigua Guatemala es una de las ciudades que más recursos aporta al país en cuanto a turismo local y extranjero. Parte de las acciones a corto plazo es fortalecer la alianza con el Instituto Guatemalteco de Turismo, para ver de qué forma está trabajando e invirtiendo en la ciudad. Hay que pensar de forma integral en beneficio de la ciudad e incorporar más a la comunidad para la conservación del patrimonio, al trabajar con centros educativos, desde el nivel preprimario hasta el universitario, así como con hermandades de iglesias católicas e instituciones culturales.
Se debe tomar en cuenta a vecinos, colectivos de artistas y artesanos, pues el desarrollo debe ser integral y sostenible, en una misma línea, para seguir atrayendo al turista. Hay que tomar en cuenta que la mano de obra de la ciudad es muy buena, como tejidos, juguetes artesanales, herrería, carpintería, cerámica mayólica y talabartería, así como producción de vino y miel. A todos ellos hay que involucrar, pues son parte de la dinámica. Vamos a necesitar del apoyo de todos y vincularlos en la misma visión.
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Trayectoria
- Javier Quiñónez Guzmán es arquitecto con una maestría en Restauración de Monumentos con especialidad en Bienes Inmuebles y Centros Históricos.
- Tiene un doctorado en Arquitectura con énfasis en Conservación del Patrimonio Cultural por la Facultad de Arquitectura de la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC), en convenio con la Universidad Autónoma de México.
- Además, una maestría centroamericana en Gestión y Conservación del Patrimonio Cultural para el Desarrollo, en convenio entre el Politécnico de Valencia de España, USAC y las universidades centroamericanas.
- Trabajó como jefe de Control de la Construcción en el Cnpag, y como jefe del Departamento de Conservación y Restauración de Bienes Culturales y director técnico del Instituto de Antropología e Historia.
- Ha sido docente de la Escuela de Arquitectura y de la Escuela de Estudios de Posgrado de la Facultad de Arquitectura de la USAC.
- Ha recibido distinciones y agradecimientos por su aporte en proyectos de conservación del Patrimonio Cultural y el Diseño Arquitectónico en Guatemala.
- Ha escrito artículos para revistas indexadas de Guatemala, Costa Rica y México.
- Es consultor y asesor independiente en Conservación del Patrimonio Cultural para el Desarrollo.
Controversia reciente
- La solicitud de permiso para la construcción de un Centro de Convenciones llamado Las Llaves, que incluía un templo evangélico, suscitó controversia a inicios de mes.
- El Conservador, recién nombrado, se encontró así ante su primer desafío al frente de la tarea que le compete por ley.
- A través de un comunicado y de un video, el arquitecto Javier Quiñónez informó que dicho proyecto fue rechazado en 2019.
- “Se hace constar que en el año 2019 se recibió un anteproyecto para evaluación y autorización, ubicado en el kilómetro 4 de carretera a San Juan del Obispo”, expresa el Conservador, quien asevera que el Consejo Nacional de Protección de la Antigua Guatemala “acordó no acceder a la propuesta porque la masividad del proyecto genera un alto impacto al entorno, que contraviene el artículo 1 de la Ley Protectora, decreto 60-69”.