Ante la vista curiosa de varias personas, dos hermanos llegaron al cementerio vestidos con toga de graduación y diploma en mano. Se acercaron a un nicho, lo adornaron con esmero y luego honraron la memoria de un ser querido.
Se trataba de Brandon y Odalis Reyes Hernández, quienes visitaron la tumba de una persona querida y quien en vida fue su abuela.
Llegaron al cementerio para compartir un momento especial en sus vidas: su graduación. Desde muy pequeños, los hermanos Reyes Hernández quedaron en la orfandad y fueron acogidos por Blanca Leticia Hernández, a quien llaman “mamá”.
“Lamentablemente, hoy no pudo estar mi madre. Ayer —sábado 28 de octubre— fue nuestra graduación y decidimos tomarnos la foto con ella para recordarla y honrar su memoria”, expresa Brandon.
Ambos hermanos alcanzaron un logro al obtener el título como bachilleres en computación con orientación comercial, éxito en el que Blanca Leticia fue un pilar clave, ya que fue ella quien los sacó adelante.
Por eso, la misión de los hermanos para este 29 de octubre fue tomarse una foto delante de la tumba de su abuelita, con sus títulos y vestidos con sus togas.
Han pasado tres años desde la ausencia de Blanca Leticia, quien cayó en una depresión luego del fallecimiento de uno de sus hijos. Para Rosa María, la hermana mayor de los hermanos Reyes Hernández, Blanca Leticia es su gran amor. Hoy recuerda con cariño los esfuerzos que hizo para darles la oportunidad de educarse y que nunca hizo distinción entre sus hijos.
Los hermanos, pese al tiempo que su abuela lleva de fallecida, la siguen viendo y visitando en la tumba, como la mamá que sentían que era. Aunque se acerca la fecha para recordar a los difuntos que marcaron los corazones, ellos aseguran que tenían otro motivo especial.
“No hay excusas para superarse”
Para Brandon, no hay excusas para lograr sus metas. A pesar de las dificultades que se presentaron en su vida, él logró sus objetivos académicos. Hoy envía un mensaje a los jóvenes guatemaltecos. “Muchas veces, cuando (los jóvenes) no tienen padre ni madre, toman malos hábitos. En realidad, no hay excusa porque si los objetivos están claros, las decisiones serán las correctas”.