Aunado a esto ahora se enfrentan a las amenazas de representantes locales de instituciones como la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), la Secretaría de Seguridad Alimentaria (Sesán) y el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (Maga), por haber denunciado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y en Prensa Libre la situación que viven.
La primera amenaza que tuvieron fue que los “encarcelaría si continuaban con la solicitud de víveres, y ante las publicaciones, ahora les han dicho que no les llevarán los alimentos que ya estaban solicitados para trasladarlos en las próximas semanas.
Culpan directamente a los extensionistas de la Conred, Sesan y Maga, así como señalan que el delegado de la Sesan en Alta Verapaz, José Domingo Mendoza, ha hecho caso omiso a las peticiones que las han elevado a la titular Lizzett Marie Guzmán.
Desde julio pasado han evidenciado que sus comunidades se han inundado por el desbordamiento de los ríos Cahabón y Polochic, principalmente, entre otros tres afluentes que recorren esos territorios.
Cahaboncito, Limón Zarco, Nuevo Paraíso, Río Cahabón, San Martín, Agua Caliente y El Nazareno de Panzós, además de Chacchila III y Sebax, de Senahú, han pedido ayuda a las comunas locales y delegaciones de la Conred, Sesan y Maga, sin que hasta ahora los hayan escuchado.
Esta situación, que se agudizó desde el 25 de julio, se suma a los daños con los que han tenido que lidiar desde el paso de las tormentas Eta e Iota que no solo causó muertes, sino que destruyó las rutas y los terrenos en donde antes de 2020 sembraban diversos productos agrícolas que les servían para la subsistencia y la venta en mercados cercanos.
Este martes ocurrió una nueva inundación en el parcelamiento Limón Zarco. El secretario del Consejo Comunitario de Desarrollo (Cocode), Gerardo Chub, dio a conocer que la lluvia y el desborde de un río que atraviesa la comunidad les volvió a perjudicar.
Según él, esta inundación se suma a la del 31 de julio y las del 6, 7 y 8 de agosto pasado. “El agua nos ha complicado todo, y el extensionista de Conred en la municipalidad de Panzós, solo nos ha dicho que vendrán a apoyarnos, pero no lo han hecho”, indicó.
Los pobladores tienen en su poder notas de voz en las que se comprometen a llegar y admiten que la situación es difícil por el desborde de los ríos. Además, les ofrecen albergarlos, pero sin indicarles el lugar en donde estarán.
“Los vecinos ya no creen en las autoridades. Es por eso que nos quedamos para cuidar nuestras propiedades. Pero ya el agua comienza a enfermar a nuestros niños y el resto de habitantes”, expresó Chub.
En Limón Zarco viven unas 125 familias, que por ahora luchan por salir adelante pese a las circunstancias y a una inclemencia del tiempo que ha sido implacable con sus tierras y cultivos.
De acuerdo con Chub, la última vez que Conred llevó víveres fue el 11 de julio, fecha en que también habían tenido problemas por inundaciones.
“Esa vez nos trajeron una caja que se mira grande, pero adentro solo traía dos latas de frijol, dos sardinas, cinco galletas, una bolsa de agua pura y una docena de Incaparina. Esta es la segunda entrega que hacen desde 2020”, lamentó.
El gobernador de Alta Verapaz, Francisco Rodríguez, aseguró que sí se les ha apoyado, aunque no dio detalles de las fechas en que han llegado a Limón Zarco y Cahaboncito, por ejemplo. Aseguró que enviaría los detalles vía electrónica, pero al cierre de la edición no lo había hecho.
Además, se consultó con el portavoz de Conred, Rodolfo Flores, y ofreció revisar la base de datos para verificar la ayuda brindada a esas localidades, pero tampoco dio una respuesta al cierre.
El alcalde de Panzós, Ernesto Ramírez, aseguró que sí han ayudado a todas las comunidades de su municipio, sin embargo, aclaró que muchas veces se complicaba que esperaran por los víveres ya que la comuna no tenía el presupuesto para hacerlo cada mes.
El alcalde negó que solo apoyaran a Cocodes afines a él. El edil está consciente de que el desbordamiento de los ríos si les ha afectado a las comunidades desde el paso de Eta e Iota.
“La municipalidad no se da abasto para darles víveres todos los meses. Por eso hemos pedido ayuda al gobierno central. Necesitamos un dragado del río Polochic para evitar más inundaciones”, expresó.
Ramírez aseguró que se sentía abandonado por el gobierno central, y que desconocía por qué no les estaban apoyando en estos momentos de crisis. “La gente tiene necesidad de sembrar, pero no tienen donde”, añadió.
Domingo Rax, que pertenece a la Coordinadora de Acción Social de Desarrollo Rural Área del Polochic, (Casdrap), y que en los últimos meses les ha dado acompañamiento a algunas comunidades como Cahaboncito y Limón Zarco, explicó que han tenido que viajar a la capital del país para denunciar los hechos porque en Alta Verapaz se han topado con la negativa de las autoridades locales y las delegaciones de entidades nacionales.
“No tienen la voluntad política para apoyar a las comunidades indígenas qeqchíes. Las más necesitadas en esta zona del Polochic, especialmente el municipio de Panzós”, se quejó.
Rax aseguró que las personas están dispuestas a trabajar, pero por ahora, con la crisis que viven, sin tierra, y sin buenos caminos para desplazarse, necesitan de ayuda.
