La diferencia se evidencia en la oferta que presentó en esta ocasión la empresa Avances Terapéuticos, que vendió a Q225 los trajes de protección médica, pero una semana antes los había vendido en Q300 al hospital de Cuilapa, Santa Rosa.
Después ese mismo hospital los adquirió Q125 con la empresa Importadora del Pacífico.
La empresa Grupo Construferro, S. A., vendió también trajes de bioseguridad a Q178.50 cada uno al Hospital Nacional Rodolfo Robles, cuando la empresa Médica Continental los había ofrecido a Q150.
En otro concurso, los trajes fueron adjudicados a esta última empresa a Q52, mientras que el Hospital General San Juan de Dios, en cuatro eventos, compró 3 mil trajes a Q140, a Iris Maribel Benítez Echeverría. En los cuatro contratos restantes, a Q139 y Q137, para un total de 23,600 trajes.
Las compras se efectuaron entre el 18 y 24 de mayo.
Otras compras
Los zapatones de polipropileno fueron adquiridos desde Q0.98 hasta Q3.20, según los datos del Ministerio de Finanzas, que dirige Guatecompras.
En uno de los reportes solo refiere que el Área de Salud de Santa Rosa compró 100 mil de este producto; sin embargo, esto no fue adjudicado, por lo que únicamente se registra una compra de 30 mil a Q0.98 centavos.
Las mascarillas fueron adquiridas a un precio que oscila entre Q4.47 y Q26.95.
El precio más bajo fue en el Área de Salud Petén Sur-Oriente, que compró 14,285 a Q4.47, mientras que el más alto fue el del Área de Salud de Escuintla, de 80,500 unidades. Lo que no establece el reporte es qué tipo de mascarillas fueron ofertadas.
El Hospital Distrital de Barillas, Huehuetenango, compró 60 cajas de guantes a Q55 cada una; el Hospital Nacional de Chiquimula 120 cajas a Q84 cada una; la dirección del Área de Salud de Jalapa compró 800 cajas a Q75 cada una, y el Área de Salud Guatemala Central adquirió 1,250 cajas a Q65.
Otros ejemplos, como el alcohol en gel, tienen adjudicaciones en la presentación de galón a Q50 y Q60.
Asimismo, las batas tienen precios distintos de Q18, Q38 y Q45, y las quirúrgicas, de Q29.50 a Q45.
Compra directa
Aunque la idea del Ejecutivo era adquirir insumos de protección a gran escala y obtener mejores precios, el pasado viernes todos los contratos fueron anulados con el argumento de que no cumplían con lo establecido en las bases y especificaciones requeridas.
La cartera de Salud había subido nueve concursos para adquirir 15 insumos diferentes, y que permitían la recepción de ofertas parciales. Es decir, que las empresas podrían ofertar la cantidad de insumos que tuvieran en existencia para entrega inmediata, lo que permitía que otro proveedor pudiera ofertar para completar el lote solicitado.
Sin embargo, decidieron hacer las compras por medio de compras directas.
Cuestiona proceso
Marvin Flores, consultor de Acción Ciudadana, calificó como un gran fracaso que el Ejecutivo no haya podido gestionar un proceso tan sencillo como la adquisición de insumos primarios para el personal médico que atiende a pacientes de covid-19.
“Como ciudadano y analista de Acción Ciudadana no quisiera creer, pero lamentablemente todo apunta a que el Ministerio de Salud y sus más altas autoridades llevaron al fracaso los procesos de licitación y cotización para llevar a cabo compras directas por cada unidad ejecutoria -dependencia- a diferentes precios, y hacer negocio a microescala. Eso es lo que reflejan los precios de lo que se está adquiriendo”, señaló Flores.
El analista considera que el papel de la Contraloría General de Cuentas es importante para verificar esas pequeñas compras, porque normalmente es donde está el negocio de la corrupción, al descentralizarlas.
“El presidente -Alejandro Giammattei- debería atender la recomendación que le hizo el procurador de los Derechos Humanos Jordán Rodas, de destituir al ministro de Salud Hugo Monroy, porque es más que evidente la incompetencia y la intención de hacer negocios oscuros en medio de una emergencia nacional”, señaló.
Prensa Libre consultó al Ministerio de Salud respecto de la diferencia de precios, pero no se obtuvo respuesta.