Con el último lote enviado por el gobierno de Joe Biden y el último lote de las 310 mil dosis que envió Rusia, en el país se están aplicando actualmente las vacunas de la marca AstraZeneca, Sputnik V y Moderna.
Esta variedad de marcas y tomando en cuenta que un número importante de guatemaltecos viajó a otro país para lograr vacunarse y protegerse contra el covid-19, empezó a surgir el interés sobre la “combinación” de dosis, qué tan seguro puede ser esto y con qué marcas si hay seguridad y efectividad para la inmunización.
Estas mismas preguntas las hizo el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) al Consejo Nacional de Prácticas de Inmunizaciones de Guatemala (Conapi)
Este consejo está conformado por las diferentes asociaciones médicas y científicas que existen en el país, el Colegio de Médicos de Guatemala y el sector académico.
El término correcto para referirse a la intercambiabilidad de vacunas o “combinación” de dosis, es vacunación heteróloga y según el dictamen del Conapi, hecho a finales de junio, la recomendación inicial es usar “preferentemente el mismo producto para las vacunas contra covid-19 cuyo esquema requiere dos dosis, conservando el intervalo de administración recomendado”.
Sin embargo, y debido a que el suministro es limitado y existe una previsible escasez, indicaron que si la primera dosis de vacuna se hizo con AstraZeneca, se puede ofrecer completar la segunda dosis con Moderna o Pfizer.
Asimismo, se debe respetar el intervalo sugerido de 12 semanas entre una dosis y otra para asegurar su efectividad
Actualmente es la vacuna Moderna la que existe en mayor cantidad en el país, sin embargo, la población que se vacunó con AstraZeneca aún debe esperar la instrucción oficial del Ministerio de Salud para poder hacer esta “combinación” de vacunas.
Según detallaron en el dictamen, hasta la fecha no hay ninguna evidencia científica y documentada para recomendar otros esquemas heterólogos. De esta forma, quienes se están vacunando con la Sputnik V, dicen, es preferible retrasar la aplicación de la segunda dosis antes de arriesgarse a la aplicación de otra vacuna ya que no se conoce cuáles podrían ser las reacciones adversas para la salud de la persona.
Cómo funcionan las vacunas
La doctora Nancy Sandoval, miembro de Conapi y presidente de la Asociación Centroamericana de Enfermedades Infecciosas (Acencai), precisó que “la mejor vacuna es la que está disponible” ante la persistente duda de un buen porcentaje de la población sobre las dosis que se administran.
“Las vacunas contra el covid-19 ayudan a nuestro organismo a desarrollar la inmunidad contra el virus SARS-CoV-2 sin que para ello tengamos que pasar por la enfermedad. Los diferentes tipos de vacunas existentes actúan de diferentes formas para brindar esta protección pero todas se quedan con un suministro de linfocitos T de “memoria”, además de linfocitos B que recordarán cómo combatir ese virus en el futuro cuando la persona esté en contacto con alguien enfermo”, detalla.
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Las vacunas Pfizer y Moderna tienen una plataforma ARNm que contienen material del virus que causa el covid-19, el cual instruye a las células a crear una proteína inocua o inofensiva que es exclusiva del virus (proteína S). Cuando las células copian la proteína, destruyen el material genético de la vacuna pero con los linfocitos T y B que crea logra recordar cómo combatir el virus si existe una infección en el futuro.
Las vacunas de AztraZeneca, Sputnik y Jansen de Johnson & Johnson son de un vector viral que contienen una versión modificada de otro virus diferente. Dentro de la envoltura del virus modificado, hay material del virus que causa el covid-19 al que se la ha quitado la capacidad de replicarse o enfermar. Una vez que este vector viral está en las células, el material genético les da instrucciones a las células para que produzcan una proteína que es exclusiva del virus que causa la enfermedad y así generar una respuesta para recordar combatir el virus en el futuro.
En el caso de las vacunas Sinovac/Sinopharm tienen virus inactivados y están compuesta por el propio virus covid-19 atenuado. Es decir, son virus en los que se ha reducido la virulencia y la capacidad de reproducirse. Cuando las personas reciben estas vacunas, el sistema inmunológico aprende a reconocer y combatir esta forma más débil del virus, previniendo la enfermedad en caso de contactar con el COVID-19.
“Estas últimas vacunas tienen una característica clave y es que se pueden almacenar a una temperatura normal de refrigeradora, lo que las hace más fáciles de usar en los países más pobres que no tienen acceso a instalaciones de almacenamiento especializadas”, explica Sandoval.
La médica subrayó que es importante que la población no decida arbitrariamente cambiar la marca de la segunda dosis de vacuna ya que pueden provocar algún daño a su salud que aún no se conoce.