La IA es un campo que combina ciencias de la computación con conjuntos de datos robustos para permitir la resolución de problemas. Los algoritmos de la IA buscan crear sistemas expertos que puedan efectuar clasificaciones o predicciones basadas en datos, expone Juan Diego Chang (JDC), especialista en Estadística en Catie, con maestría en Física y Modelación. Por ejemplo, los autos que se conducen solos o el reconocimiento facial se logra mediante algoritmos. La calidad de las predicciones o clasificaciones depende en su totalidad de la calidad de algoritmos y datos que los entrenen, añade.
La IA puede ser utilizada en nuestro beneficio para hacer mejor nuestro trabajo, organizarnos mejor y facilitarnos las tareas, afirma Adolfo Enrique Galán (AEG), director de Ingeniería Informática y Sistemas de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Rafael Landívar. Sin embargo, enfatiza que es necesaria la educación y sensibilización, tanto en las personas que la desarrollan como en quienes la utilizan.
“La realidad, por lo general, supera la fantasía, y así como en la década de 1960 casi nadie se imaginaba el internet, en la actualidad muy pocas personas pueden imaginarse los avances tecnológicos que vendrán en las próximas décadas”, expone Juan Fernando Mancilla (JFM), investigador de IA del Centro de Estudios en Informática Aplicada de la Universidad del Valle de Guatemala.
El ChatGPT es uno de los que se conocen como Generadores de Texto por IA (AITG, en inglés), que se basan en el Aprendizaje Profundo, que utiliza redes neuronales artificiales para modelar y resolver problemas complejos, inspirados en la estructura y función del cerebro humano, capaces de aprender y tomar decisiones basadas en gran cantidad de datos, dice Luis Furlán (LF), director del referido centro de UVG y considerado “el padre del internet en Guatemala”, al haberlo introducido en 1992.
“Muchos expertos en IA están trabajando activamente para abordar riesgos relacionados con la IA y desarrollar sistemas de IA seguros y responsables, pero aún no se ven avances reales entre los tomadores de decisiones”, dice.
Alí Lemus (AL), director de Investigación y Desarrollo del Área de Sistemas de la Universidad Galileo, finaliza con una cita de Yann LeCun, líder mundial en IA: “El mundo necesita más inteligencia. La amplificación de la inteligencia humana mediante la inteligencia de las máquinas permitirá un nuevo Renacimiento, un nuevo período de Iluminación. Las profecías de la fatalidad impulsadas por la IA no son más que una nueva forma de oscurantismo”.
Los entrevistados responden en este espacio a preguntas frecuentes sobre IA y que contribuyen a comprender el uso, desarrollo y futuro de esta en Guatemala.
¿Cuáles son las ventajas y desventajas de la IA?
JDC: Reduce el error humano, si los algoritmos son programados de manera adecuada. Pueden tomar riesgos que un humano no haría, como robots que desarmen bombas. Están disponibles todo el tiempo, permiten tomar decisiones más rápido y no hay factores emocionales. Sin embargo, nos haría perezosos, como pedir a ChatGPT hacer la tarea. Puede generar desempleo en profesiones que son repetitivas, como sucedió en las industrias. La desventaja más importante es que no tienen creatividad.
AEG: La IA mejora la eficiencia y precisión en diferentes tareas operativas, la automatización de procesos repetitivos, la toma de decisiones, y proporciona respuestas más rápidas y precisas a problemas complejos, al reducir costos y tiempo. Entre las desventajas está el posible aumento de desempleo en ciertas áreas, y la dependencia de la tecnología y posible pérdida de privacidad, si los datos fueran comprometidos. Además, es probable que los datos estén sesgados cuando son producto de algoritmos probabilísticos.
JFM: La IA nos hace más eficientes y rápidos en lo que ya sabemos hacer y podemos verificar; por ejemplo, predecir si alguien está interesado en comprar algo. Sin embargo, también puede reproducir cosas que no queremos, como prejuicios o patrones no beneficiosos para la sociedad.
LF: Más que ventajas y desventajas, son oportunidades y preocupaciones. Entre las primeras, está poder resumir con eficiencia cualquier tipo de documentos, corregir de manera óptima gramática y redacción o hacer traducciones a otros idiomas. Entre las segundas, está el plagio o uso fraudulento de contenidos escritos, facilitar el fraude a escalas nunca antes vistas, sesgo, limitaciones e inexactitudes de AITG que no tienen la habilidad de estimar creatividad y originalidad, entre otros, y salirse de control.
AL: La gran ventaja y promesa de una IA en realidad avanzada es que nos permitiría resolver problemas fundamentales de la humanidad, como fin del hambre a nivel global, cura y prevención de enfermedades o entendimiento tanto del universo como de nosotros . Un humano que utiliza IA en comparación con otro que no la usa equivaldría a un humano que corre o nada para llegar a su destino, en comparación con otro que viaja en avión.
¿Cómo debemos adaptarnos a la IA en Guatemala?
JDC: Nos estamos adaptando a la IA, lo queramos o no. Es utilizada por instituciones financieras, empresas consultoras, algunas industrias y algunos académicos. Al empezar a usarla y mejorar su rendimiento, hay que recolectar información para luego depurarla, analizarla y, luego hacer predicciones y clasificaciones.
AEG: Es importante que las empresas, universidades y el Gobierno se adapten a la evolución tecnológica de la IA. Algunas ideas pueden ser que en las universidades se incluya en el pénsum de los futuros ingenieros en Informática y Sistemas las últimas técnicas. En este ámbito educativo es importante tocar el tema ético para evitar la utilización inadecuada de IA. Las empresas y el Gobierno deben estar dispuestos a invertir en la adopción de esta tecnología, con la idea de producir más y de forma más eficiente.
JFM: Es necesario que todos —usuarios, empresarios, líderes educativos y políticos— estemos al tanto de las verdaderas capacidades de la IA. No todo lo que se promociona en los medios o en las redes sociales es verdadero. Hay cosas que la IA pareciera que puede hacer, pero en realidad no, y hay cosas que puede hacer, pero que tal vez no debería. Es preciso tener las expectativas adecuadas e informadas.
LF: Es necesario diseñar una campaña a nivel general, en especial en escuelas y universidades, que abogue por el uso ético y responsable de estas herramientas, a fin de que concuerde con principios de justicia, responsabilidad, transparencia y privacidad. Para ello se debe explicar qué es el ChatGPT, sus capacidades y limitaciones; enfatizar sobre los beneficios, discutir los riesgos como sesgos, falta de control sobre lo que produce y el potencial de usos indebidos, y fomentar el pensamiento crítico sobre el uso de IA.
AL: L o ideal sería subirnos a la ola lo antes posible con la mayor determinación, a fin de convertirnos en pioneros y líderes. De lo contrario, quedaremos cada vez más en mayor desventaja a nivel mundial.
¿Peligrarían profesiones como algunos expertos aseveran?
JDC: Es cuestión de inno y cultural. Los empleos que se ven en peligro son los que requieren tareas repetitivas como, por ejemplo, mano de obra en la industria o servicios de atención al cliente en los call center. En un futuro lejano, profesiones como programadores, creadores de contenido, empleos relacionados con la educación, finanzas, contaduría o diseño gráfico se reubicarán en ámbitos más creativos y de innovación.
AEG: Es posible que la contabilidad, la banca y el servicio se vean afectados con la popularización de la IA. Es importante que estas profesiones se adapten y se reinventen para mantenerse relevantes. En lugar de realizar tareas repetitivas y predecibles, podrían enfocarse en habilidades más complejas como el pensamiento crítico, la creatividad y la empatía. La IA es una herramienta a nuestro servicio y no un obstáculo.
JFM: Creo que es un error ver a la IA como una amenaza o competencia a los trabajadores humanos. Sin embargo, ciertas profesiones deberán adaptarse y, en lugar de ver a la IA como competencia, deben considerarla como una herramienta colaboradora. Por ejemplo, así como en el pasado los médicos tuvieron que aprender a usar computadoras para organizar mejor las citas y archivar historial médico de sus pacientes, en el futuro, tendrán que aprender a utilizar modelos de diagnóstico basados en IA para mejorar sus propios diagnósticos.
LF: Antes de unos cinco o 10 años, no creo que la IA pueda hacer todo lo que hace un empleado, hasta al punto de perder su trabajo. Sin embargo, la IA puede asistir al trabajador para que sea significativamente más productivo y, por lo tanto, los empleadores contratarán a menos empleados, algo que ya está ocurriendo en empresas de atención a clientes. Básicamente, cualquier empleo que pueda realizarse mediante la creación y procesamiento de información está expuesto a una disrupción significativa por parte de IA.
AL: Muchas profesiones podrían beneficiarse de la incorporación de la IA. Por ejemplo, el sistema de frenos ABS era una implementación bastante primitiva de la IA, y ha salvado muchas vidas. Un asistente de manejo no solo reduciría la cantidad de accidentes, sino, además, ayudaría a solucionar problemas como el tráfico o ahorro energético.
¿En qué ámbitos avanza el uso de IA en Guatemala?
JDC: Cada vez más empresas usan estas herramientas para efectuar estrategias de mercadeo, detectar fraudes en tarjetas de crédito o débito, saber dónde y cómo invertir el dinero y calcular precios de inmuebles, entre otros. En las investigaciones académicas ha aumentado su uso.
AEG: En el país, la IA avanza en ámbitos como la agricultura, la salud, la seguridad y el comercio electrónico. Por ejemplo, las instituciones bancarias utilizan sistemas de análisis de datos basados en IA para identificar patrones de comportamiento sospechoso y prevenir fraudes. En el campo educativo, se utiliza la IA para identificar la posible deserción de estudiantes cuando su rendimiento empieza a disminuir, con el análisis inteligente de patrones de comportamiento, y actuar a tiempo.
JFM: El área de mayor aplicación en Guatemala es la de Ciencia de Datos, la cual utiliza muchas tecnologías, por lo general, clasificadas dentro de la IA como modelos predictivos y aprendizaje de máquinas, entre otros. Varias compañías guatemaltecas ya tienen departamentos especializados en desarrollar estas aplicaciones.
LF: Estamos en una etapa muy incipiente, pero en el banco se utiliza para detectar transacciones fraudulentas, en los call centers para filtrar a los clientes, antes de ser atendidos por un humano; en la medicina para diagnosticar enfermedades, en el transporte para avisar a los vehículos de la proximidad de otros o cambio de carriles, y en mercadeo para elaborar diseño gráfico. En la educación se utiliza para el diseño de ejercicios de diferentes materias, en la preparación de lecciones, en la calificación de tareas y exámenes, en la adecuación para diferentes estilos de aprendizaje y para la aclaración de dudas.
AL: Cada vez que alguien usa su celular utiliza varias herramientas basadas en AI como Google, Facebook o Tik Tok, así que la gran mayoría de la población la utiliza a diario. La mayor parte del sistema financiero, mercadeo y agrícola ya utiliza dicha tecnología. Hay cierta investigación en el área específica de IA, robótica, biomédica educación y agrícola, donde Guatemala está innovando a nivel mundial.
¿Hay que hacer una pausa en su uso y desarrollo?
JDC: Una disciplina no es buena ni mala, es el usuario quien lo decide. Podemos sesgar los datos para favorecer ciertos resultados. Me atrevo a decir que la IA vino para quedarse. No hay vuelta atrás. No veo posible hacer una pausa en su uso. Muchos procesos cotidianos en el mundo dependen de la IA. Más que una pausa, hay que empezar a discutir y reflexionar sobre los aspectos éticos detrás de la IA y establecer reglas en su uso y desarrollo.
AEG: Aunque la IA puede representar riesgos como la pérdida de empleo o de privacidad, no es una amenaza para la humanidad. Es importante que se implementen medidas de seguridad y regulaciones para mitigar los riesgos asociados con su uso. En Guatemala todavía falta mucha madurez, conocimiento y voluntad para que las autoridades puedan emitir legislación que regule este tipo de tecnologías. No hay que hacer una pausa en su uso y desarrollo, sino ser cautelosos y responsables en su aplicación.
JFM: Al igual que cualquier herramienta, la IA puede ser utilizada para el bien o para el mal y de la misma forma que otras industrias, como la farmacéutica o la alimentaria. Pronto será necesario regular las industrias que desarrollan IA. Esto no quiere decir que se debe detener o pausar su desarrollo. Significa tener un mayor entendimiento de las consecuencias y posibles riesgos de la IA para manejarlas mejor.
LF: Esta es una pregunta muy importante. La IA es como la energía nuclear hace algunas décadas: si no se regula bien, el caos, destrucción y muerte son una posibilidad real. Los riesgos de la IA malintencionada se refiere a daños como ataques cibernéticos masivos que puedan causar perjuicio a sistemas de energía, transporte y comunicaciones; manipulación de la información para difundir información falsa y engañosa en línea, o fabricación de armas autónomas que actúen sin intervención humana y espionaje.
AL: Eso sería regresar al oscurantismo, al utilizar el miedo para mantener a unos cuantos en el poder. Me parece una herramienta poderosa y pienso que deberíamos estar hablando más sobre cómo proveer acceso universal a dichas herramientas, tanto en su uso como en su desarrollo.
¿Amenaza el proceso educativo la IA?
JDC: Más que una amenaza es una oportunidad de repleantear los procesos pedagógicos y de evaluación. Hay que orientar más la educación a procesos creativos y formar a los docentes en el uso de estas para su labor formativa y que conozcan los algoritmos de las IA. Hay que perderle el miedo.
AEG: La IA no amenaza el proceso educativo en absoluto. Desde la academia consideramos que puede tener un impacto significativo en este campo como, por ejemplo, en la automatización de tareas de evaluación y en la personalización del aprendizaje para adaptarse a las necesidades individuales de cada estudiante. Si bien esto puede mejorar la eficiencia del proceso educativo, es importante no dejar de lado otras habilidades que los estudiantes deben mantener y poner en práctica como la comunicación, el trabajo en equipo y el pensamiento crítico.
JFM: Al igual que con el ejemplo de la medicina, la educación debe adoptar estas tecnologías para mejorar y hacer más eficiente el proceso educativo. Así como las calculadoras no limitaron el aprendizaje matemático, el uso de la IA en el aula no disminuye el aprendizaje de ningún tema, es solo otra herramienta más que utilizar en el salón. Los educadores tendrán que aprender a dejar tareas y a evaluarlas de tal forma que demuestren el entendimiento de los temas, y que no sean generadas por IA.
LF: No creo que sea una amenaza, al contrario, pienso que es una increíble oportunidad. Las autoridades y docentes deben “subirse a bordo de esta nave”. Una de las funciones principales de la educación es la de preparar a los estudiantes para sus vidas personales y profesionales. La IA vino para quedarse. Si no se actualiza el proceso educativo, estaremos distanciándonos del resto del mundo.
AL: Lo beneficia de múltiples maneras, pues hacen que el acceso a la información sea mucho más eficiente, rápido, personalizado, interactivo y barato. Es algo así como tener a un experto en múltiples áreas a tu entera disposición, listo para apoyarte en todo momento en lo que le pidas por centavos.
¿Cómo no perder el sentido de ser humano con IA?
JDC: La IA no va a quitarnos la capacidad de sentir y expresar sentimientos, ni tampoco reflexionar fuera de la caja. Es un reto prepararnos mejor y conocer los alcances y limitaciones de los avances tecnológicos. Hay que verlos como cualquier otra revolución de la humanidad, como la revolución industrial o el surgimiento de internet en los que solo replanteamos el sentido de ser humano.
JFM: Es importante diferenciar entre lo que se conoce como Inteligencia Artificial General (IAG) y aplicaciones que usan IA. La IAG es lo que la ciencia ficción nos muestra como una “inteligencia consciente”, la cual no existe ahora y es debatible si algún día existirá. Las aplicaciones que utilizan IA son herramientas altamente optimizadas para una aplicación específica que no representan ningún tipo de amenaza al sentido de ser humano. Por ejemplo, los aviones no vuelan como pájaros y no reemplazan a estos en la naturaleza. Un avión nos transporta de un punto a otro de la forma más eficiente. De la misma forma, las aplicaciones de IA resuelven un problema específico de una forma eficiente, sin replicar el funcionamiento del cerebro humano.
LF: Una de las preocupaciones que han surgido con la IA es la dependencia excesiva de las AIGT. Esto no es algo nuevo, pues se vio con la llegada de las computadoras, el internet, dispositivos móviles, redes sociales, realidad virtual y aumentada, entre otros. Este es ya un problema grande. Hay demasiadas personas que se han distanciado del mundo real. No sé cuál pueda ser la solución idónea a este problema, pero, en mi opinión, tiene que haber un papel fundamental de la familia y la educación.
AL: Los humanos estamos creando tecnologías de IA para expandir nuestros horizontes. Es una herramienta para llegar más lejos, más rápido y mejor. El propósito no es sustituirnos o destruirnos, sino beneficiarnos.
¿Cómo visualiza el futuro de IA en Guatemala y el mundo?
JDC: En Guatemala ya hay carreras de ciencia de datos en varias universidades. Creo que este crecimiento se dará solo en el sector privado. Veo lejos su uso por parte de instituciones públicas. Hay mucha reserva en compartir información y analizarla. Usar IA no es hacerle preguntas a ChatGPT sobre ciertos temas, sino programar clasificaciones y predicciones, utilizar datos y guiarse con esos algoritmos. Es mejor adaptarnos lo mejor posible a la IA. Además, hay que mejorar y promover la formación de personas en ciencia y tecnología.
JFM: En los últimos 10 años ha habido más avance en las aplicaciones de IA que en los últimos 50. Sin embargo, esta no es la primera vez que el mundo experimenta un auge en IA. Un lado negativo del exceso de cobertura y “viralidad” de los temas de IA es que el público adopta expectativas no realistas de las capacidades de esta tecnología e, de manera inevitable, se decepciona cuando no se cumplen. Así como en la década de 1960 la gente creía que para el 2000 tendríamos carros que vuelan o una ciudad en la Luna, tomará mucho tiempo para que las aplicaciones de ciencia ficción se hagan realidad.
LF: Ya mencioné que la IA vino para quedarse. El tema es qué va a hacer el mundo y Guatemala al respecto. La IA tiene el potencial de mejorar la calidad de vida, con creces, en educación, salud, trabajo y otros ámbitos. Por infortunio, he visto que con el internet, que vino al país a inicios de la década de 1990, la brecha digital en Guatemala se ha ampliado más. En la actualidad, entre el 60 y 70 por ciento de la población guatemalteca no tiene acceso a internet. La IA tiene mucho que ver con internet, así que si no se toman medidas inmediatas, con la IA se ampliará más la brecha digital.
AL: El Google que se usa en Guatemala es el mismo que se usa en Francia, así como el WhatsApp que se emplea en España y los mismos celulares que se fabrican en China. El ciberespacio no conoce fronteras geopolíticas. Son tantos los beneficios en tantas áreas del conocimiento que secundo la predicción del profesor Andrew Ng: “La IA será la energía que alimentará nuestra sociedad”.