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Cobertura de vacunación infantil en Guatemala quedará abajo del 95 % que recomienda la OPS
De continuar el ritmo de vacunación como hasta ahora, la proyección es que no se alcance el 95 por ciento de cobertura ideal que propone la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
La vacunación infantil está por debajo de los niveles que recomienda la OPS, son 19 dosis que están en el esquema regular y todas tienen una cobertura deficiente. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)
A siete semanas de finalizar el año la cobertura de vacunación infantil debería estar cerca el 95 por ciento en las 19 dosis del esquema regular, sin embargo, el reporte hasta septiembre muestra que ni siquiera se alcanzó la meta del 75 por ciento planteada para ese mes. Si se mantiene el ritmo de aplicación como hasta ahora, la proyección que se hace en el tablero del Ministerio de Salud es que no se llegará al nivel ideal.
Al revisar los datos oficiales para el último mes reportado todas las vacunas estaban por abajo del 70 por ciento. La vacuna con la cobertura más baja es la Hepatitis B, esta se debe colocar a los recién nacidos en las primeras horas de vida o antes de cumplir un mes para prevenir una infección con dicho virus.
El alcance general de dicha dosis está en 53 por ciento. Al revisar por áreas se notan desigualdades, Guatemala central e Ixcán tienen los niveles más altos, superior al 80 por ciento. El número contrasta con cifras que oscilan entre 24 y 32 en las otras áreas del departamento de Guatemala ―noroccidente, nororiente y sur―, Escuintla y Jutiapa, ambos con un 37 por ciento.
De acuerdo con la médico Nancy Sandoval, de la Asociación Guatemalteca de Enfermedades Infecciosas (AGEI), esta baja cobertura es un riesgo, pues la vacuna busca prevenir la transmisión del virus madre a hijo en el embarazo y proteger contra una infección aguda, crónica y complicaciones.
Añade que la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que las hepatitis B y C causan en la actualidad cerca de 3 mil 500 muertes diarias en el mundo. Respecto a la Hepatitis B, estima que se producen 1,5 millones de nuevas infecciones y 820 mil muertes al año por complicaciones como la cirrosis hepática y cáncer en el hígado en el globo.
La OMS propuso como objetivo a los países alcanzar el 90 por ciento de cobertura de la vacuna contra la Hepatitis B para el 2030, con lo que se haría factible la eliminación de esta infección y sus complicaciones.
“Es preocupante la baja cobertura de vacunación sobre todo porque pone en riesgo de enfermar de gravedad o de presentar complicaciones a todos y principalmente a los más vulnerables, que son población en los extremos de la vida, los niños menores de cinco años y personas mayores y con comorbilidades”.
Nancy Sandoval, de la AGEI
La baja proporción de niños vacunados no es un problema propio de Guatemala, pues también impacta al resto de países, se estima que uno de cada cuatro niños en el mundo no tiene las vacunas esenciales, lo que a criterio de la infectóloga es el mayor descenso global en la última década y lleva a consecuencias peligrosas.
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Hay un riesgo alto de que los menores se contagien de enfermedades inmunoprevenibles que en muchos países ya estaban controladas, en Guatemala es el caso de la poliomielitis y el sarampión, de esta última se han detectado brotes en países como Estados Unidos, México, Brasil y Venezuela.
Alerta OPS
El pasado 31 de octubre, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) emitió una alerta epidemiológica por la detección de casos de sarampión en las Américas, región que fue certificada libre de la enfermedad en el 2016.
Hasta este 5 de octubre se había registrado más de 14 mil casos sospechosos, de los que se confirmaron 376 en ocho países, la mayoría en Estados Unidos, Canadá y Argentina. La mayoría son casos importados.
El reporte de la OPS dice que los niños entre 1 y 9 años, así como los adultos entre 20 y 29 años, son los grupos más afectados. Seis de cada diez de los casos confirmados no estaban vacunados y en tres de cada diez el estado de vacunación era desconocido.
En Guatemala la cobertura de la primeras dosis que protegen contra el sarampión se encontraba en el 67 por ciento, mientras que el refuerzo en 58 por ciento.
Por esos bajos niveles el Ministerio de Salud implementó este año una campaña de vacunación contra la enfermedad, que comenzó el 3 de agosto y se extendió hasta el 26 de octubre. Se colocó una dosis adicional en niños entre los 2 y 5 años, para alcanzar a población infantil no vacunada. El reporte preliminar indica que se aplicaron un millón 257 mil 466 dosis, con lo que llegó a una cobertura nacional del 89.98 por ciento.
Otras vacunas
La jornada masiva de vacunación también abarcó la aplicación de dosis contra la poliomielitis, pues los niveles han estado bajos, para septiembre se encontraba en 63 por ciento la primera y segunda inyección, y los refuerzos entre el 58 y 62 por ciento. En agosto y septiembre pasado se colocó un millón 257 mil 995 dosis adicionales para llegar al 90.2 por ciento de cobertura nacional, según los datos previos del Ministerio de Salud.
En niveles bajos también está la BCG, que protege contra formas graves de tuberculosis, estaba en el 60 por ciento. Las primeras dosis contra el neumococo aparecen con 63 por ciento; la pentavalente está en 63 por ciento las dos primeras dosis y la tercera en 61 por ciento; la dos vacunas contra DPT ―contra difteria, tosferina y tétanos ― estaban en 58 y 56 por ciento, respectivamente.
De acuerdo con Sandoval, “es preocupante y arriesgado para el país tener bajas coberturas de vacunas, es necesario tomar medidas encaminadas a mejorarlas y alcanzar niveles que nos permitan inmunidad de rebaño”.
La recién aprobada Ley de vacunación puede ayudar a mejorar los niveles vacunales en el país, opina Sandoval, pues no solo obliga al Estado de Guatemala tener la disponibilidad, el adecuado almacenamiento, seguridad y administración de las vacunas sino que busca garantizar el acceso voluntario y gratuito a vacunas seguras para toda la población. Además que persigue fortalecer la comunicación efectiva sobre los beneficios, la prevención de enfermedades y sus complicaciones o secuelas por su aplicación.
El Ministerio de Salud señala que para los niveles de vacunación que se han logrado influyen varios factores como que para colocar la vacuna se necesita tener la anuencia y autorización de padres de familia y cuando el personal de salud pasa de casa en casa buscando niños para vacunar, no siempre están los padres, y los cuidadores no siempre pueden autorizar la aplicación.
“La renuencia a la vacunación es un tema existente, mayor en algunas Direcciones Departamentales de Servicios de Salud, especialmente en el interior del país, debido a que existe desconfianza a la vacuna por la fuerza que tomaron los grupos antivacunas durante la pandemia del covid-19”, indica la cartera.
Hace hincapié en que la vacunación es voluntaria y que no puede obligarse a nadie a que reciba o sus hijos sean inmunizados. Pese a ello, se trabaja con diferentes estrategias para llevar y acercar las vacunas a la población.