Precisó que en los días 10 y 20 de este mes hubo dos olas de calor que duraron entre 36 y 72 horas.
El pronóstico señala que la intensidad de las ondas no será tan alta como las registradas en el 2017, año que fue declarado como uno de los más calurosos desde que hay registros.
Previsión
George explicó que en la actualidad el país está bajo la influencia de los efectos de La Niña —enfriamiento del océano—, pero los modelos de pronóstico utilizados indican que a medio año las condiciones podrían llegar a ser neutras, “con gran posibilidad” de que se desarrolle el fenómeno El Niño, lo que provocaría una disminución de la lluvia en algunas regiones del país.
Como en años anteriores las altas temperaturas impactarán en seguridad alimentaria de la población, debido al peligro que las siembras sufran daños por la falta de lluvias.
El mayor riesgo es para las familias con cultivos de subsistencia.
La información aún es preliminar y se confirmaría en el Foro del Clima de Centroamérica, que se llevará a cabo el próximo mes.
Por ahora se hacen las proyecciones, y la región más afectada sería el Corredor Seco, que abarca varios departamentos del oriente del país, los cuales han sido seriamente afectados por la falta de lluvia en los últimos seis años.
Entre el 2015 y 2016 el país sufrió una de las peores sequías de los últimos 25 años.
Resultaron afectados más de cien municipios, en algunos lugares del Corredor Seco no hubo precipitación por más de 50 días seguidos en plena temporada de lluvia, lo que afectó a unas 175 mil familias.