De esa cuenta, este lunes 9 de enero, la Coordinadora General de Estudiantes (CGE) hizo un pronunciamiento sobre la importancia del retorno a clases presencial, pero destacaron que las autoridades no han mostrado interés por resolver los conflictos y que por eso la presencialidad aún no está garantizada.
“Ante el actual contexto de crisis en el país, donde las instituciones públicas están plagadas de corrupción e impunidad que han llevado a la sociedad guatemalteca a sumergirse en el empobrecimiento, el miedo y la apatía; la Universidad de San Carlos de Guatemala, no se escapa de ello”, señala un comunicado que fue publicado este lunes.
Agrega que “la crisis de la Universidad de San Carlos de Guatemala ha sido histórica y estructural, ya que, la corrupción e impunidad es una constante. A pesar de ser la única Universidad pública, la crisis interna se agudizó a niveles más álgidos a partir del fraude electoral cometido por Walter Mazariegos Biolis con la complicidad de la mayoría de los integrantes del Consejo Superior Universitario (CSU)”.
El comunicado refiere que “la virtualidad, así como ha sido desarrollada, no aporta a la formación integral, lúdica y holística para el dominio teórico y las capacidades técnicas requeridas de un profesional, además de haber excluido a quienes no pudieron ajustarse a las condiciones mínimas y que hoy forman parte de las estadísticas de deserción”.
Además, el documento señala que “hemos concluido que el regreso a actividades presenciales es una necesidad urgente, que requiere no solo de la reapertura de las instalaciones universitarias, sino que el Consejo Superior Universitario y las demás autoridades, cuerpo docente y trabajadores de cada unidad académica, provean y garanticen dichas condiciones que realmente aporten al resurgimiento de la dinámica universitaria de calidad, digna, válida y prestigiosa”.
“Consideramos, que el retorno a actividades presenciales también es el mecanismo para garantizar la reorganización política y estudiantil que busca reivindicar la dignidad de la Universidad, la que por largos años ha permanecido capturada por la corrupción e impunidad financiada y dirigida desde los diversos grupos que conforman el sector privado organizado y la burocracia del Estado, incluyendo la universitaria”, dice el documento.
Por lo anterior, se anunció que las instalaciones del Centro Universitario de Noroccidente (Cunoroc), ubicado en Huehuetenango, fue abierto para “dar una muestra palpable de la intención del movimiento para retornar a actividades presenciales”.
“Es inaudito que el Consejo Superior Universitario se ha negado al diálogo, nunca, ni en los tiempo de mayor represión se había expresado esa manera tan dictatorial y nefasta de poder afrontar los conflictos que se dan en nuestra casa de estudios”, señalaron los estudiantes en conferencia de prensa.
“Los demás centros seguirán tomados y seguiremos con eta resistencia mientras no exista mesa de diálogo”, añadieron.
En el área metropolitana están tomados el campus central, el Musac, Centro Universitario Metropolitano y el Paraninfo; además, en la provincia el Usam de San Marcos y el Cunoc de Xela.
Postura
Una fuente de la Usac dijo que aún se encuentran analizando la postura de los estudiantes en resistencia.
Pero destacan que en un comunicado de fecha 9 de diciembre, fue el CSU quien buscó públicamente diálogo con los inconformes.