PRESUPUESTO 2025
CIV urge aprobar préstamo para ruta a Teculután para no perder fondos del BID
Cartera alerta que obra del corredor CA - 9 podría retrasarse si no se aprueba antes del Presupuesto 2025 y que iniciaría trabajos hasta que el pleno del Congreso apruebe la iniciativa de ley.
El proyecto del tramo El Rancho-Teculután debería aprobarse antes del 30 de noviembre. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)
A partir del dictamen favorable para el préstamo de la ampliación del corredor CA-9, del tramo entre El Rancho y Teculután, se espera la primera lectura para aprobar la iniciativa de ley en el Congreso de la República. Según Alejandro García, viceministro de Infraestructura del Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (CIV), es necesario aprobar el proyecto antes de que se acepte el presupuesto 2025 para poder comenzar a trabajar ese mismo año.
El pasado 28 de agosto se aprobó un préstamo de US$175 millones, otorgado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) junto con el Instituto de Crédito Oficial de España. El paso siguiente es trasladar la iniciativa de ley al pleno, donde se iniciarán las tres lecturas para determinar su aprobación, y a partir de esta, comenzar a ejecutar el proyecto.
“Yo esperaría ponerlo en la agenda para el próximo martes”, indicó Estrada, quien explicó que este proyecto cuenta con un consenso favorable y que, a partir de esto, los jefes de bloque podrían considerar si esta obra se puede colocar en la agenda.
Esta carretera, en el momento, tiene capacidad para que transiten 8 mil vehículos diarios; sin embargo, en la realidad se movilizan alrededor de 25 mil, asegura Estrada. “Con el proyecto se busca reducir los tiempos de movilización, lo cual disminuiría los costos de esta misma y, en consecuencia, se reducen también los costos de la canasta básica”, subrayó el presidente de la comisión de finanzas, quien señaló la necesidad urgente del país de más infraestructura.
Aprobación urgente
García asegura que son dos proyectos los que deben ser aprobados, siendo el primero de El Rancho a Teculután y el segundo, de Teculután a Mayuelas, y que buscan realizar estos proyectos de manera simultánea. “Lo que estamos procurando es que se logren [los préstamos] aprobar ahorita en septiembre”, comentó el viceministro, quien puntualizó que el otro préstamo que se encuentra en proceso depende de la aprobación del primero.
Estos dos proyectos, que se encuentran pendientes en el Congreso, deberían ser aprobados antes del 30 de noviembre, fecha en la que se discutirá el presupuesto 2025, precisó García. “No queremos llegar hasta esa fecha”, argumentó el viceministro. Según García, si el proyecto no se aprueba antes de la fecha establecida, no podrá quedar incluido en el presupuesto del próximo año. “Tendríamos que esperar un año más para poder incluirlo”, señaló el viceministro, quien recalcó que no importa si el préstamo ya está financiado.
Estrada aseguró que dentro del Congreso sí se observa voluntad política para el voto favorable de la ley; sin embargo, si no se lograra la aprobación, los recursos quedarían cancelados, confirmó Ignez Tristao, representante del BID en Guatemala. Estos préstamos, según la representante del BID, son más baratos para el país, puesto que la tasa de interés es fija. No obstante, la improbación de la iniciativa provocaría que los fondos sean redirigidos a otros países que tienen necesidad de inversión, y el país tendría que obtener el dinero para continuar con la obra de otra manera.
¿Por qué se aprobó el préstamo?
Según Juan Carlos Zapata, director ejecutivo de Fundesa, el préstamo del BID enfoca los recursos hacia una inversión específica. Estrada, al respecto, apuntó que el proyecto tiene fondos específicos amarrados y que también tiene asegurados los procesos y mecanismos de control. “Es mejor hacer algunos proyectos de esta manera para que no se queden a medio camino”, enfatizó Estrada.
Estrada también puntualizó que el préstamo otorgado se podría considerar más como una línea de crédito, porque el proceso del desembolso dependerá de lo que se solicite. “Cuando se necesiten Q5 millones, se pedirán los Q5 millones”, explicó, y agregó que los intereses se pagarán conforme avance el proyecto.
Tristao agregó que hubo apoyo por parte del banco para realizar los planos y todo el proceso de análisis ambiental, social y económico antes de comenzar con la obra, por lo que, al ser aprobada, se podría iniciar de manera inmediata.
La representante del BID en Guatemala recalcó que se contratará una empresa de supervisión para asegurar que el proyecto se realice debidamente. Además de esto, el BID indicó que grupos técnicos del banco estarían visitando con frecuencia durante toda la ejecución del proyecto. “Si ocurriera algún asunto que violara la integridad, esas empresas ya quedarían excluidas para futuros proyectos”, agregó Tristao.
Asimismo, en cuestión de licitaciones, Estrada indicó que, al ser realizadas bajo las reglas del BID, se permite la participación de empresas extranjeras, por lo que existe la posibilidad de que una empresa de otro país la gane. Al respecto, García indicó que esto aplicará tanto para la empresa ejecutora como para la supervisora.