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Con ese espíritu, los Centro de Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC, en inglés) colabora con Guatemala en cuatro áreas, que están enfocadas en encontrar una respuesta a la emergencia generada por el nuevo coronavirus.
De acuerdo con Emily Zielinski-Gutiérrez, directora de CDC Centroamérica, el socio principal en cada uno de los países donde tienen presencia es el Ministerio de Salud, con el que trabajan de la mano.
Tiene presencia en Guatemala desde 1978, ayudando a fortalecer sus laboratorios, sistemas de vigilancia y a los profesionales de la salud pública.
Colabora, además, con programas enfocados en pacientes con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) y tuberculosis, capacita a epidemiólogos, muchos de los cuales laboran dentro del Ministerio de Salud.
El trabajo también es científico. El año pasado, por ejemplo, lanzó estudios para comprender, detectar y responder de mejor manera a la amenaza de enfermedades en Guatemala.
“Parte de nuestras actividades toca el área de seguridad de salud global, y no se puede tener un mejor ejemplo de las necesidades de salud global que ahora con el covid-19”, menciona Zielinski- Gutiérrez, ya que apoyan los esfuerzos del país en la contención y mitigación del virus.
En este punto son cuatro las áreas que trabajan en Guatemala: rastreo de contactos, visitas a hospitales, entrenamiento a personal de Salud mediante el proyecto ECHO y apoyo a los laboratorios.
“Nosotros, como CDC, solo complementamos las acciones nacionales. Nuestra meta es colaborar con el Ministerio de Salud y ver dónde es posible brindar el apoyo que necesitan”, agrega Zielinski-Gutiérrez.
El CDC también tiene presencia en Belice, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá y República Dominicana. El equipo en el país lo integran 24 personas.
Rastreo de contactos
Localizar a las personas que han estado en contacto con casos positivos de covid-19 es esencial para frenar la transmisión del virus.
En esta labor, el CDC colabora de manera estrecha con el Ministerio de Salud y con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para fortalecer los protocolos de búsqueda de contactos.
A medida que el país se abra y las restricciones de movilidad sean menos, ese trabajo será crítico para enfocar los esfuerzos de control y detener la enfermedad.
Zielinski-Gutiérrez menciona que conforme avance el contagio del virus en el país y los casos sean menos, la búsqueda tendrá que ser “quirúrgica” para hallar a los infectados y asegurarse de que están bajo control, para que no se sigan expandiendo los círculos de transmisión. Esto será así hasta que se tenga una vacuna contra el covid-19. “Es una actividad en la que vamos a estar involucrados por mucho tiempo”, agrega.
En este rastreo de contactos, la directora de CDC Centroamérica indica que en otros países se utiliza la tecnología para realizar este trabajo, una posibilidad que se está explorando en Guatemala para hacer más fácil y efectiva la tarea.
Visitas a hospitales
El CDC ha participado en visitas a hospitales de la red pública y ahora en los temporales, donde se atienden casos de covid-19, con el fin de apoyar al Ministerio de Salud en la planificación del control de infecciones y comprender mejor las necesidades de los proveedores de servicios de atención médica.
El Hospital Nacional de Coatepeque, en Quetzaltenango; el Hospital Nacional de Malacatán, San Marcos, y el Hospital Regional de Quiché son los tres centros asistenciales que recién se visitaron con el fin de ayudarles a cumplir con las normas internacionales.
Para la directora del CDC Centroamérica, es importante conocer de primera mano el trabajo que realiza el personal que están en la primera línea de atención a los pacientes y darles sugerencias sobre el control de infecciones, para que tomen mejores decisiones.
“Nuestro objetivo es entender cómo apoyarlos, si es a través de donación de equipo de protección personal, que ya lo hemos hecho, o escuchar sus inquietudes y trabajar para desarrollar protocolos para mejorar sus acciones diarias”, indica.
Hasta ahora, lo que se ha evidenciado con estas visitas es que los hospitales entienden bien las medidas necesarias para resolver esta emergencia.
Más capacitación
A través del Proyecto ECHO (Extensión para resultados de atención médica comunitaria, en inglés), se ha capacitado a más de cuatro mil salubristas en Guatemala y Centroamérica.
Se trata de un modelo colaborativo de educación y atención médica para clínicos de primera línea, se ha utilizado para compartir conocimientos sobre tuberculosis y VIH. Ahora se aprovecha para conectar al personal de Salud y que reciba una telementoría en el tema del covid-19.
“Ellos pueden tener apoyo de otras personas que están experimentado los mismos problemas en hospitales similares”, indica Zielinski-Gutiérrez, pues acá los participantes presentan casos de pacientes y el tratamiento que se les suministra, con el fin de obtener un intercambio de ideas para mejorar la atención de los enfermos.
El proyecto se desarrolla en colaboración con el Consejo de Ministros de Salud de Centroamérica y República Dominicana (COMISCA), y diariamente se dan dos charlas a través de la plataforma Zoom.
Originalmente, ECHO se implementó para reducir la distancia entre los centros de salud de las áreas rurales, aprovechando que la plataforma ya estaba en funcionamiento. Ahora se utiliza para apoyar a los salubristas en la pandemia.
Apoyo a laboratorios
Otra área en la que CDC apoya al país para responder al covid-19 es la entrega de insumos al Laboratorio Nacional. Entre abril y mayo, el aporte fue de US$120 mil.
Además, trabaja con el Ministerio de Salud para expandir el análisis de muestras de covid-19 en laboratorios adicionales.
Aumentar el número de test diarios ha sido una de las limitaciones que ha tenido el país, y de ello depende el poder identificar dónde se dan los brotes de la enfermedad, y tener un mejor control de los casos.
Con la finalidad de aumentar esa capacidad de diagnóstico, CDC trabaja con los laboratorios de la Universidad de San Carlos para establecer qué insumos necesitan y si requieren de algún equipo especial, para proveerlo y aumentar así el número de muestras para procesar.
Colabora de cerca con la Universidad del Valle, la cual apoya al laboratorio del Hospital Regional de Occidente (HRO), en Quetzaltenango, y recién le prestó termocicladores para realizar las pruebas.
“Básicamente, juntos apoyamos la meta de procesar el número más alto de muestras posibles. Solo trabajando juntos es posible superar los desafíos que tenemos enfrente”, señala la directora de CDC Centroamérica.