“La nieve se forma por crecimiento de cristales de hielo en forma menos densa y sin la necesidad de una tormenta conectiva fuerte. El producto son los copos de nieve, que son suaves, menos densos y caen mucho más despacio”, detalló el experto.
En resumen, para Escobar lo que ocurrió en la cima de los volcanes Fuego y Acatenango fue una granizada y nevada.
Un turista que estaba en el Acatenango el día de la tormenta comentó a Prensa Libre que comenzó como granizo y luego siguió como nieve, o al menos así lo describió ella.
Las granizadas y en particular las nevadas descritos por la turista, aunque son inusuales, han ocurrido en el pasado en Guatemala, como lo ha documentado Prensa Libre.
Le preguntamos al profesor si, debido al cambio climático ¿podría volver a nevar en Guatemala?
Esta fue su respuesta: En Guatemala únicamente nieva en los lugares más elevados (por ejemplo, las cumbres de los volcanes) y eso ocurre con muy, pero muy poca frecuencia (una vez en muchos años).
Durante la última era glacial hace 10 mil u 11 mil años, el clima era mucho más frio y en algunas regiones, como los Cuchumatanes en Huehuetenango, existían áreas cubiertas permanentemente con nieve y hielo. El clima en ese tiempo era muy distinto al actual, y aunque es posible que en muchos miles de años el clima en Guatemala pudiera ser similar a ese clima, no es algo que ocurriría a corto plazo (durante el periodo de nuestras vidas).
La tendencia del cambio climático actual es hacia climas más cálidos, así que en lugar de favorecer la ocurrencia de nevadas, el cambio climático probablemente las haga menos probables.
Rudiger Escobar Wolf es doctor en Ciencias Geológicas por la Universidad Tecnológica de Míchigan, estudió vulcanología y riesgos volcánicos.