La meta de cinco mil pruebas diarias que ofrecieron las autoridades no se ha alcanzado, el día que más cerca se estuvo fue el pasado 29 de julio cuando se efectuaron cuatro mil 441 de estos test que dieron como resultado dos mil 276 casos nuevos de coronavirus.
El día que más contagios se reportaron fue el 3 de julio, mil 325 en total. A partir de ahí, los casos positivos han fluctuado, con alzas que, en por lo menos siete días han estado por arriba de mil 200, pero en otros ha decrecido al extremo que el domingo pasado (16 de agosto) hubo solo 312 casos confirmados, un número que no se veía desde principios de junio.
El director de la Comisión Presidencial de Atención a la Emergencia Covid–19 (Coprecovid), Edwin Asturias, afirmó el martes último que “el análisis del número de casos continúa mostrando una tendencia a la baja a pesar de la reapertura” de las actividades económicas.
Además, que en el departamento de Guatemala hay una caída en la tasa de contagios por cada cien mil habitantes y ya está por entrar al nivel de alerta naranja “lo cual dice que el nivel de contagios en la población está disminuyendo”.
Ahora, el pico de la epidemia está en Izabal, mientras que en Totonicapán y Sololá hay un aumento de la tendencia de la positividad de las pruebas que se efectúan y eso que aún son pocas.
No existe control
¿Pero en realidad están bajando los contagios? ¿Hay razón para creer que lo peor de la pandemia ya pasó?
El epidemiólogo José Ortiz, director del Observatorio del Covid – 19 para Guatemala, expuso que no se puede hablar de si los contagios “van para arriba o para abajo” ya que existe un “subregistro enorme”. Se calcula que por cada caso positivo hay 19 que no fueron diagnosticados y que por lo tanto puede que continúen contagiando a más personas.
Según Ortiz, si bien es cierto, en la capital y municipios aledaños los casos positivos han comenzado a disminuir, el número de pruebas también ha bajado y en ningún día después del inicio de la pandemia se han alcanzado las cinco mil pruebas que ofreció el Ministerio de Salud
El epidemiólogo afirma que para llevar un adecuado control de la pandemia como mínimo deberían efectuarse 18 mil pruebas diarias.
Números bajos
En Latinoamérica, Guatemala es uno de los países que menos pruebas efectúa por millón de habitantes.
El sitio Our World in Data (Nuestro Mundo en Datos) muestras estadísticas de los países de los cuales ha tenido acceso a información relacionada al covid-19. Destaca que, de Centroamérica, Panamá ha efectuado 670 pruebas por millón de habitantes, en promedio, según los datos de los últimos siete días registrados. Le sigue, Costa Rica con 366, y El Salvador con 382.
Este promedio para Guatemala, al tomar los datos del 12 al 18 de agosto (siete días), es de 190 pruebas por millón de habitantes. De Honduras, según declaraciones de funcionarios, el promedio diario de test por millón rondaría los 114, mientras que de Nicaragua no hay mayor información.
Entre otros países del continente que también muestran números muy superiores a Guatemala son: Argentina, 251; Bolivia, 253; Paraguay, 283; Uruguay, 587; Colombia, 741; y Chile, cuyo promedio diario de siete días está en mil 334.
Más pruebas, menos muertos
El realizar más pruebas inevitablemente traerá como resultado más casos positivos; lo cual, según algunos médicos, no es del todo negativo puesto que habrá más oportunidad de rastrear los casos y aislarlos y eso redundaría en una disminución de casos graves y de muertes.
La importancia de elevar el número de pruebas radica en que, tal como lo prevén las autoridades de Gobierno, a principios de septiembre puede darse un rebrote de contagios como consecuencia de la reapertura casi total de las actividades comerciales en el país.
“Si el número de pruebas se eleva arriba de cinco mil por día vamos a tener obviamente muchísimas más personas positivas, pero menos graves o muriendo por la enfermedad y ese es el objetivo del testeo”, comentó Alicia Chang, vicepresidenta de la Asociación Guatemalteca de Enfermedades Infecciosas (Agei).
Chang explica que la finalidad de detectar a la mayor cantidad de infectados posibles es lograr que respeten la cuarentena y de esa forma no contagien a personas vulnerables.
“Los hospitales ya están un poquito flojos —desahogados—, pero eso se podría revertir en un segundo. Tenemos que hacer ese testeo a gran escala lo más pronto posible para ir conteniendo a más”, subrayó la infectóloga.
El ideal de pruebas, subraya, sería de 10 mil diarias, sin embargo, con el “mínimo ideal” que plantea el Ministerio de Salud de cinco mil al día podría contenerse la expansión de la pandemia. “Es una gran cantidad de pruebas y veo que está en los planes hacerlo, solo espero que no se les trabe ninguna carreta y lo implementen”, añadió.
Sin embargo, para Ortiz, el Ministerio de Salud adolece de la capacidad de rastrear los contagios para hallar y aislar a posibles personas infectadas y por si eso fuera poco debido “al mal manejo mediático que se ha hecho de la pandemia”, se ha estigmatizado no solo a los enfermos sino también al personal médico y en muchos lugares de la provincia sería imposible efectuar ese trabajo.
“Si se implementaran los rastreadores y centros municipales de cuarentena las cifras fueran otras” y seguramente habría un mayor número de contagios, asevera el experto.
