Los enfermos también compran materiales como placas y clavos cuando requieren operación. Las cirugías pueden demorarse si la familia del paciente no cuenta con dinero.
En un monitoreo efectuado esta semana, la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH) constató que los pacientes son referidos a determinados lugares para que compren placas, clavos y otros insumos. Incluso se detectó que les dan un número y nombre para que hagan el pago, lo cual, según la supervisora de Hospitales de la entidad, Zulma Calderón, podría prestarse a procesos dudosos.
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El director del nosocomio, Roberto Flores, informó que tres traumatólogos trabajan durante el día, pero no cuentan con uno de turno, lo cual limita la atención por las noches y fines de semana.
Jorge Mario Arriaga, subdirector médico, comentó que los pacientes en el área de Traumatología deben llevar las placas, clavos y prótesis, pero las compran a empresas que prestan el servicio, lo cual ocurre en todos los hospitales.
Afirmó que sabe que son tres las empresas que venden los productos, pero no son ellos quienes les dicen a los pacientes dónde adquirirlos.
Flores señaló que tiene alrededor de 30 años de trabajar en el sector público y no ha habido renglón para la compra específica de este tipo de productos, porque son caros.
Édgar Aguirre, procedente de San Miguel Petapa, comentó que el 3 de enero sufrió una caída y esta semana lo operaron del peroné, pero tuvo que comprar una placa y un tornillo, por los que pagó Q1,800 a la empresa Servicios Quirúrgicos.
Agregó que en el hospital lo trataron bien, pero el problema para someterse a la cirugía fue que debió prestar el dinero para comprar los insumos.
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Una enfermera refirió que han afrontado problemas para practicar cirugías, debido a la falta de disponibilidad del anestesiólogo, pero el subdirector médico afirmó que fue por un proceso de recursos humanos y que ya se resolvió, por lo que esperan agilizar la atención.
A pesar de estas deficiencias, el Hospital de Amatitlán ha efectuado algunas mejoras gestionadas por el mismo personal, como pintura, reparación de instalaciones y donación de medicamentos a través de la Embajada de Taiwán, los cuales fueron solicitados de acuerdo con las necesidades.
Otras mejoras incluyen agilización de procesos entre el laboratorio y áreas de emergencia para entregar resultados, y en el banco de sangre.
Calderón señaló que durante la supervisión a varios hospitales, entre ellos el General San Juan de Dios, Roosevelt, Chimaltenango, Amatitlán y Antigua Guatemala, encontraron que a los pacientes en las salas de urgencias e ingresados se les piden insumos y medicamentos básicos, y que, además, hay áreas inapropiadas para atender.
Expuso que en el Hospital de Chimaltenango encontraron que pacientes han debido comprar desde sueros hasta antibióticos. Agregó que, así como en el San Juan de Dios, la mayoría de laboratorios y de exámenes especiales son enviados a centros especializados y tiene fotografías donde les anotan los costos.
Según la ministra de Salud, Lucrecia Hernández, los hospitales se abastecen para la atención de pacientes internados, salas de operaciones y emergencias, pero nunca han dado medicamentos a quienes llegan a las consultas externas.
“Es probable que no se cuente con el cien por ciento de insumos, y en algunos casos se pida a pacientes que los aporten, pero eso no debería ser razón para referir a empresas específicas”, indicó.
Sobre la práctica de sugerir lugares para comprar insumos, Hernández indicó que se tendría que indagar más al respecto, ya que eso no está permitido.