La previción del Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh), supone que un alivio para los agricultores, ya que esta canícula no será tan intensa como en los dos años anteriores y el pronóstico de las condiciones climáticas para los siguientes meses sería favorable para la agricultura.
Las condiciones climáticas cambiaran y dejará de llover en la meseta central, occidente y oriente. Sin embargo se podría reactivar la lluvia debido al paso de ondas provenientes del este o eventos locales.
Cambia perspectiva
La proyección trimestral elaborada por el Insivumeh, en abril de este año, indicaba que la canícula comenzaría en la primera semana de julio próximo.
Pero con los datos actuales y el análisis reciente del Instituto se pronostica que la canícula del 2016 comience en la tercera semana del próximo mes, precisó Eddy Sánchez, director del Insivumeh.
El experto aseveró que además de que la canícula se retrasará en comparación con la proyección inicial, se espera que dure una semana y se descarta que sea tan prolongada como las registradas en los últimos dos años.
“Se prevé que la canícula sea de una semana, en julio”, precisó el director del Insivumeh.
Mucha lluvia
El final de la canícula también marca el comienzo de la segunda parte de la época lluviosa.
“Posteriormente —de la canícula— tendríamos un invierno con tendencia a ser copioso, en agosto, septiembre y octubre”, aseveró el experto.
Esta abundancia de lluvia sería provocada por los distintos fenómenos climáticos que pueden formarse en ambos litorales a finales de la época lluviosa y que se pueden acercar al país.
“La expectativa de que para esos días pueda haber mucha lluvia se da por la formación de tormentas tropicales que se acercarían al territorio nacional en ambos litorales. La tendencia más probable es que sea el mar Caribe el que esté más activo y particularmente octubre, que sería el más copioso”, detalló Sánchez.
Favorece siembras
El funcionario indicó que este pronóstico es favorable para los agricultores de todo el país.
La previsión contrasta con lo ocurrido en 2014 y 2015, cuando la sequía causó la pérdida de buena parte de las siembras de maíz y frijol y desató una crisis alimentaria.
“Esperamos que la lluvia siga favoreciendo la agricultura, como lo hace actualmente. Incluso han existido lugares donde ha sido muy copiosa, pero están muy focalizados como en La Unión, Zacapa; Esquipulas, Chiquimula; Jerez, Jutiapa, y en Sololá”, comentó Sánchez.
