Desde semanas atrás, el presidente Alejandro Giammattei y las autoridades de Salud habían anunciado que ingresarían por medio del Mecanismo Covax, pero en el itinerario de la plataforma internacional Guatemala no aparecen en la lista de entregas para los próximos días.
Francisco Coma, ministro de Salud, publicó en redes sociales un mensaje en el que menciona que la llegada de la vacuna Pfizer sufriría un retraso debido a un problema de logística relacionado con la distribución en Europa como también en el empaque de la vacuna.
Ante la incertidumbre del ingreso al país de más dosis, surgen la duda acerca de ¿cuánto tiempo más pueden esperar los adolescentes para completar el esquema de vacunación?
El lineamiento del Ministerio de Salud establece un lapso de 28 días entre la primera y la segunda dosis de la vacuna Pfizer. Sin embargo, la poca disponibilidad del biológico ha llevado a que muchos guatemaltecos no reciban la segunda inyección en ese tiempo.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos indican que puede aplicarse a los 42 días o seis semanas, de ser necesario.
El médico Mario Melgar, del Consejo Nacional de Prácticas en Inmunizaciones (Conapi), agregó que si bien hay un lapso indicado para recibir la segunda dosis no hay “ningún problema en que (la vacunación) se retrase” por más tiempo. Incluso, más allá de esos 42 días, la vacuna funcionará de la misma manera.
“Es igual de segura y tiene buena respuesta. No sabemos qué tanto se puede atrasar, pero en teoría, como se ha visto con otras vacunas, se puede retrasar por varios meses y la repuesta de la vacuna sigue siendo buena y, a veces, es mejor”, dijo Melgar.
Refiere que la razón para dar un intervalo entre cada dosis es precisamente porque entre los días de la primera y segunda dosis -28 días y hasta 42 en el caso de Pfizer- el riesgo de que una persona se enferme de covid-19 es bajo, pues se tienen las defensas de la primera dosis, pero luego de esa ventana se está más vulnerable al virus, el riesgo de contagio es mayor.
Por eso es que se sugiere completar el esquema de vacunación lo antes posible, pero si fuera necesario, por factores externos, la segunda dosis se puede retrasar y la vacuna no deja de funcionar.
En el itinerario de entrega de vacunas contra covid-19 del #MecanismoCovax no está programado para hoy 15 de noviembre el ingreso de dosis de Pfizer a Guatemala. El presidente Alejandro Giammattei dijo varias veces que este lunes llegarían más de un millón de dosis. @prensa_libre pic.twitter.com/Xcz7RGfYZR
— Ana Lucía Ola (@aola_pl) November 15, 2021
Lo que no se recomienda es aplicarla antes del tiempo establecido, porque hay un período mínimo en que la primera dosis comienza a producir defensas. Los CDC indican que por el momento hay información limitada acerca de la efectividad de recibir la segunda previo a los días recomendados (28, en Guatemala).
El medico aclara que, al pasarse del tiempo ideal, la primera dosis no se ha perdido, tampoco hay que reiniciar el esquema de vacunación. Además, es mejor tener una dosis que ninguna, pues se reduce el peligro de enfermar de gravedad.
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Riegos: contagios en medio de la espera
Zulma Calderón, defensora de la Salud, de la Procuraduría de los Derechos Humanos, también ha señalado como un riesgo el que las personas se contagien de covid-19 mientras aguardan que más dosis lleguen al país y puedan completar el esquema de vacunación.
La situación se complica debido a la presencia de la variante delta que es más contagiosa y que predomina en más del 90 por ciento de los casos positivos en el país, aunado a que la cobertura de vacunación en Guatemala no supera el 30 por ciento de población con las dos dosis, y la transmisión comunitaria se ha descontrolado.
A criterio de Calderón, aún no hay certeza de que al retrasar la segunda dosis se tenga una respuesta inmunológica debilitada, y existe el riesgo de que la vacuna no logre las defensas esperadas, pero aclara que aún “hay cosas que estamos aprendiendo” de la vacuna y de la enfermedad.
La falta de dosis para los adolescentes genera otra dificultad que frena el avance de la inoculación, y es la desconfianza de la población en el Plan Nacional de Vacunación. La poca transparencia de las autoridades de Salud sobre la compra e ingreso de más dosis al país crea incertidumbre y puede repercutir en que las personas ya no quieran completar los esquemas tanto de ellos, como de sus hijos.
Calderón señaló que desde la PDH han recomendado al Ministerio de Salud que desarrollen campañas de comunicación que aclaren a los guatemaltecos la situación y las dudas relacionadas sobre el tiempo que puede extenderse la segunda dosis, y la importancia de que sigan guardando las medidas de bioseguridad mientras ingresan más dosis.
“Eso es lo que esperaríamos que las autoridades de manera responsable le informen a la población, y no que se genere caos y desesperación de los padres buscando información por todos lados”, refirió la defensora de la PDH.