Las quejas de vecinos que residen en los alrededores del basurero a cargo de la Autoridad para el Manejo Sustentable de la Cuenca y el Lago de Amatitlán (Amsa) se deben a los malos olores y al humo de los incendios que en otros años se han originado a causa de las altas temperaturas, al tener contacto con productos químicos.
En el 2021 bloquearon el paso de vehículos para exigir su cierre.
A este problema se suma la falta de espacio en el terreno, puesto que a diario se trasladan hasta mil 600 toneladas de basura de 33 municipios, en especial de Villa Nueva, Amatitlán, Villa Canales, San Miguel Petapa, San Lucas Sacatepéquez y hasta de Chimaltenango y Sololá.
Estos fueron algunos de los argumentos por los cuales en el 2016 el concejo edil, presidido por el entonces alcalde Edwin Escobar, adquirió dos fincas valoradas en Q15 millones, ubicadas en el km 24.5 de la ruta al Pacífico, en un lugar conocido como Zacarías, Bárcenas. No obstante, la Contraloría General de Cuentas (CGC) consideró que ambos terrenos estaban sobrevalorados, por lo que planteó una denuncia en el Ministerio Público (MP) y se abrió un proceso en contra de Escobar y los síndicos, el cual sigue vigente.
La CGC señaló falta de transparencia en la compra efectuada el 29 de abril del 2016, pero el concurso fue publicado en Guatecompras el 27 de junio del 2017. La comuna argumentó que hubo un problema de comunicación.
Sin fecha
Han transcurrido siete años desde que se compraron las dos fincas, y a pesar de que según las actuales autoridades ediles se trabaja en el área con maquinaria para habilitar el ingreso de los camiones, no hay certeza de la fecha en la que podría comenzar a funcionar.
Byron Morataya, portavoz de la Municipalidad de Villa Nueva, expuso que están pendientes de los resultados de varios estudios de impacto ambiental del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales, e informes de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) para continuar con el proyecto y luego contratar empresas que construyan la infraestructura del vertedero y proporcionen los equipos.
“A pesar del proceso judicial que hay por la compra del terreno, no se impide que los trabajos para construir el terreno continúen”, dijo Morataya.
El portavoz refiere que este proyecto es independiente al de Amsa y que por ahora no hay ningún acuerdo con otras municipalidades para que se
trasladen los desechos a ese lugar, aunque no descarta que se puedan dar más adelante.
Pese a los procesos que deben cumplirse, Morataya estima que el vertedero podría estar habilitado en el 2024.
Inversión
Edgar Zamora, director ejecutivo de Amsa, indicó que no tienen planes para llevar los desechos a otro terreno y que el 30 de mayo sería inaugurado el nuevo módulo para procesarlos, con lo cuales se generará energía y abono.
“Ya no se va a enterrar basura, se va separar y procesar. Se producirá energía eléctrica para oficinas de Amsa y el compostaje de la basura será utilizado para producir abono. La primera planta puede hacer una separación de 50 toneladas de basura por hora. Esto le dará un respiro al vertedero, y para ello se invirtieron Q20 millones”, manifestó Zamora.
El directivo hizo ver que el vertedero de Amsa no cuenta con más espacio y por eso agilizan el proyecto, porque han determinado mediante una báscula que a diario ingresan entre 780 a mil 600 toneladas de basura.
“Por ahora no hay incendios. Se han registrado conatos, pero los hemos logrado controlar a tiempo”, añadió.
Incertidumbre
Mariano Ortiz, integrante del Consejo Comunitario de Desarrollo (Cocode) de Bárcenas, expresó que hay poca información sobre el nuevo vertedero que pretenden abrir, pues la comunicación con la municipalidad no es constante y temen que el que van a instalar en el área no se maneje de manera adecuada y se presenten problemas de contaminación.
“En realidad solo hemos escuchado qué quieren o que están construyendo un nuevo basurero, pero no sabemos si va funcionar. El de Amsa ha ocasionado problemas porque se han originado incendios. Esperemos que no ocurra lo mismo”, enfatizó Ortiz.
Norma Guzmán, integrante del Cocode de la colonia Santa Isabel, zona 3 de ese municipio, considera que uno de los principales problemas es que la población no hace nada para evitar la contaminación y muchos no pagan por la recolección de basura.
“Hay demasiada contaminación. Tenemos que lleva a cabo trenes de aseo conformados por los propios vecinos, porque si no, se forman basureros clandestinos. La gente solo saca la basura a la calle y la deja a la espera de que pase el camión recolector”, se lamentó.
Ante dicha situación, el Cocode reunió fondos e instaló cámaras en postes de lugares estratégicos con el fin de captar a quienes botan desechos en la vía pública, para que se les llame la atención por medio de altoparlantes y de esa manera disuadirlos de continuar con esa mala práctica.