Según el ente científico, en la meseta central, que incluye la capital, se podrían registrar vientos con velocidades de 25 a 35 kilómetros por hora y temperaturas mínimas en la ciudad 12 grados, mientras que en el altiplano occidental se espera que los termómetros marquen mínimas de 3 a 5 grados centígrados.
Hasta ahora las autoridades tienen 12 albergues habilitados para brindar asistencia a personas de escasos recursos, pero aún no se ha trasladado a ningún guatemalteco a estos centros, de acuerdo con la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred).
El Insivumeh prevé que más de una decena de frentes fríos afectará a Guatemala durante la época de fin de año y hasta febrero próximo.
David de León, vocero de la Conred, dijo que esa entidad mantendrá activos los planes de contingencia hasta marzo del próximo año, y que estarán en alerta ante este nuevo anunció del ingreso de la onda fría.
En cuanto a las últimas lluvias que se han reportado en algunas regiones del país, De León dijo que en conjunto con otras entidades gubernamentales y de soccorro han estado monitoreando, pero afortunadamente no se ha reportado ninguna contingencia, aunque alertó de que algunos ríos podrían aumentar su caudal, especialmente en los departamentos más afectados por el temporal como Petén, Izabal y áreas de Alta Verapaz.
Recomendaciones
A principios de mes, César George, encargado de Meteorología, del Insivumeh, en entrevista a Prensa Libre, hizo tres recomendaciones básicas:
A la población en general: abrigrase lo mejor posible, principalmente en horas de la noche y madrugada, así como acudir o remitir a personas necesitadas a los albergues implementados por esa entidad.
Al sector agrícola: tomar en cuenta para los cultivos las bajas temperaturas que se tendrán, principalmente en diciembre y enero del próximo año. George recomendó implementar el riego nocturno, para minimizar los daños en las hortalizas.
Al sector energético: tener en cuenta la velocidad de los vientos, que alcanzarán entre 70 y 90 kilómetros por hora, lo que podría causar la caída de ramas o árboles y vallas publicitarias, con lo que se podría dañar la red de distribución de energía eléctrica.
Los incendios se incrementarán especialmente en los meses de febrero a abril, por lo que se debe estar en alerta.