Para la investigación se consideraron a 466 familias guatemaltecas, 275 hondureñas y 504 nicaragüenses, con las que se evaluó a 925 niños menores de 5 años.
Según Hugo Garrido, de la Conferencia de Iglesias Evangélicas de Guatemala, eligieron los departamentos con más pobreza y mayores tasas de desnutrición, donde las organizaciones de Pressan participan.
En el país hubo evaluaciones en Nebaj, Quiché, y Totonicapán, y se estudió a 325 infantes de menos de 5 años.
En Honduras trabajaron con 170 niños en Nueva Frontera, Santa Bárbara. En Nicaragua, 435 pequeños fueron evaluados en La Dalia, Matagalpa; Wapam y Tasba Pri, de la Región Autónoma del Atlántico Norte, y en Santa Teresa, Carazo.
Entre las causas de la desnutrición que refleja el informe están las prácticas y conocimientos inadecuados de alimentación. Por ejemplo, detectaron que en las áreas evaluadas se deja de amamantar a los menores a los 12 meses, y sustituyen la leche materna por café.
El estudio también refleja que la mayoría de las hogares tiene problemas con el acceso al agua entubada; además, la producción de alimentos es insuficiente para asegurar la comida de las familias analizadas, lo que influye en la desnutrición de los infantes. Hay comunidades donde la escasez de alimentos es de entre uno y seis meses.
El análisis recomienda asegurar la producción de comida y capacitar a las familias sobre la nutrición.