Comunitario
Abogan por más fondos y planificación para salir de “crisis histórica” en el San Juan de Dios
Falta de un plan de "apoyo sostenible" y mal manejo de las finanzas, son causas históricas que repercuten en los hospitales nacionales, dicen expertos.
La falta de agua entubada no es el primer problema que afronta este año el hospital San Juan de Dios, y las quejas por falta de medicamentos son constantes desde gobiernos anteriores.(Foto: Prensa Libre)
La falta de agua entubada solo recalca la constante crisis en la que funciona el Hospital General San Juan de Dios desde gobiernos pasados, sin que exista un plan de apoyo sostenible para mantener en buenas condiciones las instalaciones y que permita el abastecimiento de medicamentos, refieren analistas.
Una nueva crisis afronta el hospital San Juan de Dios ante la falta de agua entubada debido a trabajos de mantenimiento, según lo que ayer aseguraron las autoridades de ese centro asistencial, quienes han coordinado el envío de camiones cisterna.
Por el problema que comenzó el fin de semana no se puede limpiar los sanitarios y los pacientes no pueden asearse. Los directivos de ese hospital justifican que el problema es temporal. Sin embargo, al igual que otros nosocomios, en los últimos dos años el San Juan de Dios se ha caracterizado por atravesar problemas de mantenimiento y carencia de insumos médicos.
En enero, dicho centro asistencial permaneció al menos 48 horas sin servicio de energía eléctrica, lo que provocó que decenas de pacientes fueron referidos a los hospitales de Amatitlán,Villa Nueva y Antigua Guatemala, debido a que necesitaban atención constante mediante aparatos médicos.
La falta de energía eléctrica complicó la situación en ese hospital, puesto que según las autoridades, a diario en el área de Emergencia de adultos se atienden entre 500 y 800 personas, en consulta externa e imágenes diagnósticas 250, en laboratorio 125 y banco de sangre 75.
En esa ocasión se informó que el cableado que va de la subestación eléctrica ubicada en la Avenida Elena, y que se dirige a la subestación eléctrica dentro del hospital, tuvo daños y se debieron hacer grandes reparaciones.
Falta de medicamentos
El 5 de marzo los médicos de las áreas de emergencia, pediatría, neurología, oncología, maternidad y ginecología, se unieron para solicitar al Gobierno central, Ministerio de Salud y Congreso, medicamentos de urgencia, al afirmar que no tenían “ni para trabajar con lo mínimo”.
El problema llegó a tal punto que le tenían que pedir a los pacientes que compraran solución salina o sueros, puesto que el hospital carecía de materias básicas.
Sin apoyo
Para el exdirector del Hospital Roosevelt y exministro de Salud, Carlos Soto Menegaso, es difícil que el hospital San Juan de Dios supere la "crisis histórica" en "todo aspecto", cuando según él, “no existe un apoyo sostenible o constante” de los gobiernos de turno y el asunto solo se utiliza para hacer política.
A esto, según Soto, se suma el mal manejo de fondos para el mantenimiento de las instalaciones, lo que provoca desgaste en el cableado eléctrico y en las tuberías.
“Uno como director solo puede apagar fuegos, pero no solucionar el problema. En el hospital Roosevelt cuando fui director había que cambiar todo el sistema eléctrico, pero se necesitaban Q20 millones y eso no lo contemplan en el presupuesto, y si uno lo solicita a Finanzas pasan seis meses solo para que digan que no”, señaló.
Para disminuir la demanda de pacientes, principalmente por accidentes de tránsito, el exfuncionario recomienda la construcción de dos nuevos hospitales nacionales con nuevos equipos médicos, más personal médico que administrativo y mejores salarios.
“Yo dudo mucho que el San Juan de Dios pueda pasar estas crisis y volverse un hospital de primera referencia nacional, cuando no hay inversión y no hay voluntad para otorgarle mejor presupuesto”, acotó.
Malas prácticas
Carmen Lucía Salguero, coordinadora de la Comisión de Salud de Fundesa, considera que el problema fundamental de una crisis hospitalaria es la acumulación de malas prácticas financieras y no tener al día los mantenimientos.
Uno de los principales problemas en el San Juan de Dios es la falta constante de medicamentos que de acuerdo con Salguero, se debe a la mala planificación, porque no utilizan una base de datos para programar las compras.
"Recurren a las compras de menor cuantía, porque la ley de Contrataciones del Estado hace muy largos los procesos con licitaciones que duran hasta un año, entonces mejor optan por saltarse la ley y comprar en menor cuantía pero sobrevalorado”, refirió.
También argumenta que el recorte de prespuesto tanto para el San Juan de Dios como para el Roosevelt provoca que la atención sea deficiente.
“Ahora hay nuevas enfermedades, más accidentes. El San Juan de Dios es uno de los hospitales históricamente desfinanciados y mal manejados, donde el problema de falta de medicamentos tiene origen en la mala planificación financiera”, dijo.
Agregó: “El 40 por ciento del presupuesto de los hospitales Roosvelt y San Juan se gasta en accidentes”.
Según datos proporcionados en el hospital San Juan de Dios, a diario reciben entre ocho y 15 motoristas accidentados que necesitan atención por fracturas de fémur, pelvis, entre otras lesiones, y que conllevan una fuerte cantidad de medicamentos, ya que requieren hasta cuatro cirugías y 35 días de atención.