Decenas de familias vivieron un infierno, pues muchas de ellas quedaron bajo los escombros de una de las peores tragedias de los últimos años en Guatemala. Afuera cientos de vecinos, voluntarios y rescatistas intentaban sacar a las personas atrapadas, pero poco a poco el silencio se apoderó del lugar y la muerte se hacía presente a cada instante.
Sonia Ramos coloca todos los años un altar en memoria de las víctimas. Recuerda que muchos de sus amigos murieron esa noche en El Cambray 2 y que el día de la tragedia su casa se convirtió en una morgue provisional, por lo que acompañó a sus conocidos, parientes y amigos hasta el final.
Además, tiene presente la imagen de un joven que minutos antes del deslave llegó a su casa para comprar unos huevos, el que minutos después de haber salido de regreso fue testigo del desprendimiento de la montaña. Toda la familia de este joven murió y él se salvó por diferencia de unos minutos.
El lugar ahora esta deshabitado y las autoridades colocaron portones con guardias de seguridad para que nadie ingrese, pues es una zona de alto riesgo.
Tiempo atrás
Ante de que ocurriera la tragedia, la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) había advertido a la municipalidad de Santa Catarina Pinula sobre el riesgo de deslizamiento de tierra que representaba el lugar, pero las autoridades hicieron caso omiso.
Según la teoría más aceptada por expertos de Conred, el gigantesco alud que sepultó El Cambray 2 comenzó a generarse desde mucho tiempo atrás, incluso durante años.
La ubicación del poblado y la permanente vulnerabilidad a la que estaba expuesta fueron factores que contribuyeron para que ocurriera la mayor tragedia por deslizamientos de tierra del 2015.
Expertos en geofísica de la Conred explicaron, en su momento, que para entender las causas del alud se debía tener presente que “el país es heterogéneo y tiene muchos accidentes geográficos en muy poco espacio”.
Además, dijeron que el área donde ocurrió la tragedia es la cuenca de Villalobos, donde se encuentra el río Pinula, que a su vez forma parte de la gran cuenca de María Linda, donde de forma natural se forman canales.
El deslizamiento que ocurrió en El Cambray 2 es de tipo rotacional, “en donde la mayoría de la masa que se desplaza se mueve al unísono y girando, lo que explica por qué fue tan repentino”. Este tipo de eventos tienen la particularidad que deja la ladera estable, pero no quita la vulnerabilidad.