“Si cuenta con la ventaja de ahorrar, hágalo”, aconseja Pedro Prado, de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes).
El ahorro se convierte en inversión, es así como empiezan los pequeños proyectos que luego se convierten en grandes. Es importante ahorrar, aunque usted tenga la deuda de un carro o una casa, recomendó.
Incluso, cuando se quiere adquirir un bien se requiere de un enganche. Para quienes pueden hacerlo, es recomendable un ahorro de al menos 15 por ciento de los ingresos.
Para llevar a cabo este plan debe planificarse cuánto se destinará al consumo —vivienda, colegios, salud, alimentación, recreación, seguros— y luego calcular la tasa de ahorros.
Invertir en un seguro es una manera de enfrentar una emergencia.
Aunque el pago de deudas no es considerado una inversión, resaltó Prado, un negocio exitoso depende del buen manejo del financiamiento para tener capital.
Inversión
Las inversiones en valores que sostengan su nivel de precios en el tiempo; por ejemplo, en bienes y raíces, en lugares de en donde la plusvalía tienda a crecer y el ambiente de inversión sea sostenible en el largo plazo puede ser una opción, explicó Abelardo Medina, del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales, (Icefi).
La inversión en bonos de empresas internacionales y del sector público —bonos del Tesoro— también puede ser otra opción. Todo este proceso se hace a través de casas de bolsa, así que los interesados pueden acercarse a las entidades autorizadas y pedir asesoría.
También existe la posibilidad de hacer inversiones a través de agencias internacionales como Bloomberg —servicio profesional para obtener información rápida sobre el mundo financiero en Estados Unidos—, que tienen sus propios portales. “Hacer esta clase de inversiones en Guatemala no es tan fácil, pero no quiere decir que no sea viable”, agregó Medina.
Los recursos extras también se pueden invertir en pequeños negocios o en la compra-venta de mercadería, resaltó.
Reglas comunes
Las decisiones de inversión son personales, pero según los expertos hay principios comunes a todos.
En el artículo Cinco principios básicos sobre la inversión, publicado en El Economista de México, Joan Lanzagorta describe cuáles son comunes para todo aquel que desee aprovechar su dinero.
El también autor del blog Planea tus finanzas sugiere que debe disponerse de liquidez para enfrentar una emergencia.
Todos deberían contar con un fondo para contingencias, que debiera ser igual a un mínimo de lo que en tres a seis meses se usa para cubrir gastos básicos.
Para Lanzagorta, “las metas definen el horizonte (plazo) de nuestra inversión, nuestras necesidades de liquidez y el riesgo que podemos asumir. Es tan malo invertir de manera agresiva para el corto plazo, como hacerlo de manera demasiado conservadora para metas de muy largo plazo”, explica en su sitio.
En inversiones de muy largo plazo —más de 10 años—, el experto señala que conviene conservar una pequeña porción, por lo menos la décima parte, en acciones de empresas.
Un plan de financiamiento es dinámico. “El hecho de que el precio de una acción o que el índice inflacionario baje no es una razón por sí misma para vender. Pero sí lo es el hecho de que las variables, las cuales nos hicieron elegir esa inversión, hayan sufrido modificaciones”, agrega.
El quinto consejo de Lanzagorta es invertir de acuerdo a cada etapa de la vida.