A Julio Santos, de 77 años, Josué David lo conoció a través de un reportaje de televisión y quiso compartir con él un desayuno para conversar sobre la vida y aprender de su experiencia.
Santos lava carros en un estacionamiento de la zona 1. Le sorprendió que alguien que no conoce le pagara su día y lo invitara a desayunar.
Loarca caminó junto a Santos por el Paseo de la Sexta y escuchó anécdotas sobre su vida.
Ingresaron a un restaurante, donde desayunaron y al finalizar, le compró un suéter y un par de zapatos.
Agradecimiento
“Pareciera algo sencillo y quizá nada extraordinario, pero uno llega a comprender que hay personas agradecidas en el mundo”, dijo Loarca.
“Hay personas que no necesitan de mucho para ser felices”, añadió.
El día terminó con un abrazo y las lágrimas de Santos, por el momento alegre que recibió.