Ávila pensó también que no todos tienen la posibilidad de obtener aquello que necesitan.
“El día a día nos impide darnos cuenta sobre las necesidades de los demás”, dijo. Por ello, decidió salir a la calle y preguntarle a siete desconocidos sobre un regalo que les gustaría para Navidad.
Ávila se propuso como reto propio, comprar y regalar aquello que le pidieron y así, pintarles una sonrisa a estas personas.
Operación regalo
“Busqué a personas que yo consideraba tenían necesidad”, explica Ávila. Habló con una mujer con bebé en brazos que esperaba a un familiar hospitalizado, con dos vendedores de golosinas, una mujer y un hombre que cuidaban carros y a dos indigentes.
“A veces uno piensa que la gente quiere grandes cosas. Pero no. Piden lo que necesitan en el momento”, explicó.
Los deseos navideños que cumplió de manera desinteresada este educador fueron una canasta navideña, dinero en efectivo, ropa, un radio y un cilindro de gas propano.
“Las palabras convencen pero el ejemplo arrasa”, explica Ávila, con cuya acción de bondad comienza el programa #21DíasDeDarFelicidad que Prensa Libre publicará en esta página a partir de hoy.