“No se necesita dinero o cosas materiales para ayudar, a veces es más efectivo hacerlo con la profesión”, dice.
Así fue como organizó una jornada médica gratuita en beneficio de los niños, adultos y ancianos del barrio.
Para Castillo, las consultas no son solo para brindar recetas y medicinas, sino para escuchar y entender a los pacientes. “Así disminuimos el dolor de la gente”, explica.
La noticia sobre la asistencia que se brindaba en la zona de manera gratuita se esparció rápidamente, para alegría de ella. “Servir a los demás brinda paz; es gratificante ”, asegura
Aunque la jornada quizás sea extenuante para muchos, el hecho de ver alivio en las personas, tranquiliza a Castillo. “Eso me da felicidad”, puntualiza.