Esta es la historia de Yeimi González, de 11 años que fue contactada por Astrid López, copropietaria de Shakely, junto a su novio Roger.
Astrid llevó a Yeimi al lugar donde tiene su negocio con el pretexto de que quería darle a la niña una sorpresa, al llegar conversaron un poco y después de unos minutos Roger sacó de detrás del mostrador los regalos.
La niña examinó con detenimiento cada regalo y después los destapó. En un paquete venían varios útiles escolares y en el otro los zapatos.
Yeimi, quien en todo momento se mostró sonriente agradeció estos obsequios y aseguro que le serán de gran ayuda durante el ciclo escolar 2023.
La niña, quien llegó desde Escuintla junto a su familia, además de los obsequios, degustó de un delicioso wafle de Shakely.
Bendiciones para sus estudios
Al terminar la actividad, Yeimi aseguró que se siente muy bien por haber recibido este obsequio que es una bendición y un punto de apoyo para su próximo ciclo escolar.
“Me siento muy bien al comenzar un nuevo ciclo escolar con estos regalos, lo que más me gustó fueron los útiles”, ya que le gusta mucho expresión artística y estos útiles le ayudarán a explotar sus habilidades.
La niña agregó: “le agradezco mucho a Astrid y Roger por haber regalado estas bonitas cosas. Les agradezco porque zapatos casi no teníamos”.
Se ponen el papel de padres
Roger aseguró que se enteró de 21 días de dar felicidad y esto le motivó para cumplir el sueño de Yeimi, ya que se puso en el lugar de los padres.
“Entiendo como papá lo importante de esta época, de iniciar las clases con todos los útiles y lo que se necesita para ello”, aseguró.
Además, Astrid indicó que se siente satisfecha de poder ser parte de esta iniciativa y poder ayudar a Yeimi.
“Es un gusto poder ser parte de esta oportunidad de cumplir el sueño de Yeimi, de tener un buen inicio de clases aportando con útiles escolares y zapatos para que pueda cumplir un exitoso año escolar”, señaló Astrid.
Como el caso de Yeimi existen muchos en nuestro país, siga el ejemplo de esta joven pareja, en ocasiones no hay que ir tan lejos para ayudar a alguien que lo necesita, puede ser un familiar o un vecino. Lo invitamos a que sea parte de 21 días de dar felicidad.
