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Comerciantes esperan que gobierno intervenga ante alza en precio de hortalizas y posible acaparamiento

Un representante de mercados del departamento de Guatemala y un productor de hortalizas en Almolonga, Quetzaltenango, revelan que el clima, las carreteras y el acaparamiento han propiciado el alza en productos.

Productores y agricultores de Almolonga, Quetzaltenango, argumentan que la cosecha de productos este año fue afectada por la sequía y la lluvia fuerte de junio. Eso hizo que las hortalizas sufrieran daños y hubiera menos producto en el mercado. Argumentan esto como una razón del encarecimiento en algunas verduras. (Foto Prensa Libre: Lucero Sapalú).

Productores y agricultores de Almolonga, Quetzaltenango, argumentan que la cosecha de productos este año fue afectada por la sequía y la lluvia fuerte de junio. Eso hizo que las hortalizas sufrieran daños y hubiera menos producto en el mercado. Argumentan esto como una razón del encarecimiento en algunas verduras. (Foto Prensa Libre: Lucero Sapalú).

Que el ministerio de Economía y el presidente del país, Bernardo Arévalo, intervengan en la actual escalada de precios en las hortalizas es la solicitud de la agrupación Mercados Unidos, que aglutina a 57 mercados del departamento de Guatemala.

Desde hace más de 20 días productos como el tomate, el pepino o el güicoy han sufrido un aumento de más del 60 por ciento, algo que, según vendedores de mercados de la capital del país, no había ocurrido en la historia reciente.

De acuerdo con el portavoz de este grupo, Julio Rivas, el meollo de todo el problema, y por el que ha habido un incremento en los precios, es el cambio climático. “Del calor a la lluvia, ha repercutido en los productos que consumen los guatemaltecos”, asegura Rivas.

Sin embargo, aclara, el aumento de ahora es desmedido porque alcanza el 60 o 70 por ciento en productos como el tomate, el güicoy, el pepino, el chile pimiento, entre otros productos.

“El pollo y la carne ya subieron de precio también”, comenta. De acuerdo con Rivas, los productos sufren aumentos en temporadas de lluvia, pero “nunca como en este 2024”.

Rivas expresa que “los compañeros están trabajando para mantener nada más al cliente, pero ganancia no hay, si mucho un quetzal y eso no ayuda a las familias que laboran en los mercados”.

Según el vocero de los vendedores de Mercados Unidos otro factor que podría influir en lo caro de los productos es “un posible acaparamiento de productos”.

“Consideramos que puede existir un acaparamiento de alguien. Puede ser y por eso es por lo que se elevan los precios para el sector de mercados, pero para el sector empresarial no”, argumenta Rivas.

Sobre de qué sector proviene ese acaparamiento Rivas no quiso señalar a ninguno. Aclaró que están en la indagación de eso.

“No entendemos, ni tenemos la certeza de dónde proviene ese acaparamiento. Eso es una labor del Ministerio de Economía, de la Diaco, del Maga, quienes tienen que buscar la raíz del problema”, expuso Rivas.  

Para Rivas esta situación es a escala nacional y no solo en el departamento de Guatemala.

“Esperamos que no exista ningún tipo de concertación para acaparar productos, pero si existe, esperamos que el ministerio de Economía lo desmantele”, opina Rivas.

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Las carreteras en mal estado es otro de los factores que podrían encarecer los productos en la Ciudad de Guatemala.

“Tiene mucho que ver que las carreteras estén en mal estado. No es culpa del Gobierno actual. Es una situación de gobiernos anteriores, definitivamente eso así es, pero sin duda que eso está afectando en la distribución de los productos”, comenta.  

Para Rivas la condición de las rutas del país hace que “los productos lleguen más tarde y los camioneros cobran un poco más por los productos”.  

Sobre los supermercados, Rivas considera que pueden estar “abaratando los productos para acaparar más clientes. “Pensamos eso, es un análisis, no es que así sea”.

“Al señor presidente y su gabinete les pedimos que busquen los mecanismos para atender esta crisis”, puntualiza.

Sequía y lluvia de junio en Almolonga

Julio Siquiná, productor de hortalizas, miembro de la asociación de agricultores La Llave, de Almolonga, Quetzaltenango, afirma que el producto que distribuyen en Guatemala y El Salvador no ha sufrido un incremento en el campo.

Asegura que “situaciones del mercado, seguramente, son las que han hecho que se incremente a algunos productos en otros departamentos”, como el de Guatemala.  

Siquiná asegura que no le “subieron de precio a las hortalizas, pese a que las condiciones climáticas que vivieron en marzo, abril y mayo, complicaron la cosecha”.

“En marzo, abril y mayo no hubo lluvia. Había poca agua. Los agricultores pasamos penas para el riego de los productos, para que los cultivos estuvieran a tiempo en los mercados”, expone.  

Siquiná agrega que en junio recién pasado se complicó la situación porque “empezó a llover demasiado fuerte y eso hizo que nuestros productos sufrieran daños”.

“Los agricultores y productores de Almolonga no incrementamos los precios. El problema ha sido las condiciones del clima lo que ha hecho, quizás, que haya menos producto en el mercado y eso lo encarece”, opina.

Siquiná asegura que la fuerte lluvia “arruinó nuestros productos. Esa es la razón de que los precios estén muy arriba”.

En Almolonga se produce apio, cebolla, rábano, lechuga, zanahoria, espinaca y perejil, entre otros, “productos que se van al mercado nacional”. Según Siquiná ellos no han incrementado el precio.

“El precio está muy alto, pero en el campo los productos no subieron de precio. Eso sí, por la sequía y la lluvia reciente, la cosecha sufrió”, explica.

Mucho del producto, según el productor de hortalizas, se echó a perder, y alguno de lo que distribuyeron en el país tenía problemas de humedad y debía entregarse, o venderse, rápidamente.

“No es que se haya subido el precio, sino que el mismo mercado fue el que provocó el alza, porque hay escasez”, manifiesta Siquiná.

El productor indica que “cuando hay mucha producción, el mismo mercado hace que los precios bajen”. Pero este no es el caso ahora.

Productos como el cilantro, el rábano, que cuando los precios están muy bajos, cuestan hasta uno o dos quetzales el manojo.