- Diego Marroquín Estrada comparte su experiencia con niños y jóvenes
- Da charlas de motivación a equipos deportivos de colegios y empresas
- Luego de un largo proceso de rehabilitación dejó las silla de ruedas y ahora utiliza una una muleta
- Luego del ataque retornó a la escuela y luego estudió teología
- 19 años tenía cuando fue atacado
Chimaltenango
Violencia trunca sueños de futbolista chimalteco
En el 2008, Diego Armando Marroquín Estrada pasaba por el mejor momento de su carrera como futbolista, pero fue víctima de un ataque armado que lo postró en una silla de ruedas; sin embargo, eso no fue una razón para que dejara de soñar, pues a sus 28 años es ejemplo de superación al destacar como deportista y entrenador.
Luego de haber sido parte de las fuerzas básicas de los Cisnes Blancos de Chimaltenango FC, Marroquín jugó con el equipo mayor. (Foto Prensa Libre: Víctor Chamalé)
Desde niño, Marroquín mostró talento y pasión por el futbol, y desde que tenía 13 años fue contratado por los Cisnes Blancos de Chimaltenango FC para militar en sus fuerzas básicas; en ese momento empezó a forjar su camino como deportista profesional, y a los 19 años, Antigua FC lo incluyó en sus filas.
El deportista fue llamado a formar parte de la Selección Nacional de Futbol, pero en marzo del 2008 fue atacado a balazos por varios individuos cuando caminaba junto a un amigo por una calle de El Tejar, Chimaltenango, y a causa de las heridas perdió la movilidad en las piernas, con lo que esa posibilidad se cerró.
Marroquín cuenta que su familia, especialmente su madre, lo ayudaron a superar la adversidad.
Luego del ataque empezó a jugar baloncesto en silla de ruedas y su equipo fue campeón centroamericano; además, colaboró con una escuela de futbol en una casa hogar de Chimaltenango. En la actualidad entrena al equipo de Ecofiltro, la empresa para la que trabaja.
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