Amberes, “la capital de la cocaína”: así es el lugar a donde se dirigía el buque cargado con 9.8 toneladas de droga que pasó por Guatemala, Honduras y Dominicana
El puerto de Amberes, en Bélgica, se considera la puerta de entrada del narcotráfico en Europa, y estas son las causas por la que los carteles latinoamericanos lo aprovechan para traficar droga en grandes cantidades, en bananas o piñas.
Incautación de 9.8 toneladas de cocaína en República Dominicana. El cargamento, que pasó por Guatemala, tenía como destino final Bélgica, uno de los principales puntos de entrada de narcóticos en Europa. (Foto Prensa Libre: EFE)
El puerto de Amberes, en Bélgica, es uno de los más grandes y más importantes de Europa, y es precisamente debido a su ubicación estratégica y su volumen de comercio que ha sido identificado como una de las principales puertas de entrada de drogas ilegales a Europa.
Los medios europeos incluso resaltan que "Amberes retiene su título como capital de la cocaína en Europa".
Conocido también como Antwerpen — su nombre en neerlandés—, en este embarcadero a lo largo de los años, las autoridades han incautado grandes cantidades de drogas, principalmente cocaína, que se trafican a través de contenedores de mercancías legítimas.
Precisamente, el buque en donde se halló el cargamento de casi 9.5 toneladas de cocaína incautado en el Puerto Multimodal Caucedo en República Dominicana, el 6 de diciembre de 2024, luego de pasar por Guatemala y Honduras y llegar hasta la isla caribeña, tenía como destino el puerto de Bélgica.
¿Por qué Amberes es puerta para el narcotráfico?
Amberes ya no es el centro de comercio de los diamantes de Europa, como antes era reconocida por su principal foco de negocio.
La ciudad portuaria belga llegó en 2024, por segundo año consecutivo, a encabezar la lista de consumidores de cocaína en Europa, según hallazgos publicados por la agencia de drogas de la Unión Europea (EMCDDA, por sus siglas) y el grupo SCORE, una red de análisis de aguas residuales a nivel europeo.
Los exámenes hechos en las aguas residuales de sus habitantes expusieron que las ciudades con mayor consumo de cocaína están concentradas a lo largo de la costa de Bélgica, por lo que calificaron la problemática como una amenaza emergente para la salud.
Una de las principales razones que condujo a este cambio en el puerto de Amberes, es que los carteles latinoamericanos se vieron atraídos por su vasta extensión con casi 130 kilómetros cuadrados y diversos muelles a lo largo de la costa. Sus dimensiones lo hacen difícil de vigilar exahustivamente por parte de las autoridades.
"Es casi imposible para las autoridades belgas controlar todas sus áreas", coinciden diversos medios que documentan el tráfico de drogas.
Otro aspecto, se señala, es que el puerto permite que los contenedores salgan de la terminal para ser escaneados, lo que permite que algunos pasen desapercibidos.
Y luego se suma que las rutas comerciales de frutas tropicales como bananos y piñas son aprovechadas por los carteles.
El País y otros medios especializados describen que los productos perecederos son ideales para el contrabando, ya que requieren almacenamiento en frío, lo que limita la inspección exhaustiva.
Esta forma en la que se transporta la fruta, permite que los cargamentos de droga ingresen ocultos en los sistemas de refrigeración o entre las cavidades de las frutos.
El cargamento de cocaína en Dominicana fue hallado detrás del sistema de refrigeración en fardos, según muestran imágenes de la incautación.
Impacto reflejado en más violencia y adicción
En Bélgica, las autoridades aseguran que el narcotráfico ha penetrado rápidamente a medida que las organizaciones criminales están echando sus raíces, lo que ha traído consigo un nivel de violencia despiadada.
Esto ha convertido a la ciudad en un foco de atención para las agencias de seguridad, tanto a nivel nacional como internacional.
La creciente preocupación por el tráfico de drogas ha llevado a un esfuerzo intensificado por parte de las autoridades para aumentar la vigilancia y las incautaciones en la zona, que cada vez más aumenta en número y volúmen, precisan medios e informes oficiales.
Aunque la Policía local en Amberes, así como en otros de puertos de la costa, ha conseguido detener a los colaboradores de los carteles de droga, la justicia se enfrenta a un verdadero desafío para perseguir a las estructuras.
"¿Cómo se puede hacer frente a delincuentes que disponen de medios absolutamente alucinantes? A veces tiene millones de euros en cuentas en criptomoneda [...] Todos estos retos son completamente nuevos, muy diferentes a la amenaza terrorista, por ejemplo, donde en última instancia los medios implicados eran muy limitados", explicó Fréderic Van Leeuw, fiscal federal, a la cadena France 24.
Entre lo más preocupante es que el nivel del consumo de drogas se ha disparado. Tal es el punto que se considera un "panorama irreconocible" en Amberes, donde fueron incautadas cerca de 110 toneladas de cocaína en 2022, según datos oficiales.
Un joven relató su dificultad para dejar de consumir la cocaína, especialmente porque en la ciudad se ha vuelto muy fácil de conseguirla.
"Antes enviaba mensajes a un número y al cabo de una semana recibía mensajes de 10 números distintos, puedes elegir a cualquier distribuidor. Fue muy difícil en los períodos en los que intentaba no consumir, porque bloqueas un número y un par de días después recibes un mensaje de otro número y eso te lo detona. Es muy fácil enviar un mensaje y media hora —la droga— está en tu puerta", dijo a France 24.