?Salir de una, para entrar en otra?. Esta es la historia de miles de guatemaltecos que, recién cancelado unos pagos, tienen que hacer frente a otros compromisos económicos. Rebeca, trabajadora de la limpieza, es una de ellos.
Q1,000 extra recibirá entre el 15 de diciembre y el 15 de enero. Una ?ayuda perenne?, como ella dice, porque, si bien no es mucho, sabe que, de momento, la va a recibir cada año.
El destino del dinero lo tiene más que pensado. Todo para su hija Julissa, de 13 años: estreno de Navidad, uniforme para el nuevo año, pago del primer mes del colegio y útiles escolares, ?que cada vez están más caros?.
Y es que Rebeca hace de papá y mamá, desde que se separara de su marido hace 6 años. ?El no nos da nada?.
En su casa de la Colonia El Milagro, zona 6 de Mixco, donde vive con su hija y 10 familiares más -entre ellos su padre y varios hermanos- los gastos de luz, agua, comida o teléfono son compartidos por todos. ?El aguinaldo sólo me da para mi hija, las facturas de la casa se pagarán con el salario?, indica.
Se esfuma
Al igual que a Rebeca, a muchos otros guatemaltecos el bono extra de Navidad no les alcanza para todo lo que quisieran. Una encuesta realizada por la firma Investigaciones de Mercado y Telemercadeo Pirámide, para Prensa Libre, señala que un 69 por ciento de los consultados cree que el aguinaldo cubrirá pocas necesidades.
Habrá quienes estarán peor: los que ni siquiera lo reciban. Un 27 por ciento de los encuestados dice que no se beneficiará del bono extra.
?No estoy contratado, por lo que por ley no me corresponde un aguinaldo. Otras veces el jefe nos dio una ayudita para estas fechas, pero este año -cuenta David, ayudante de un pequeño comercio de la zona 1-, nada de nada. La situación está bien difícil?.
Este joven de 21 años dice que la crisis económica se está dejando notar, hasta en los ánimos de la gente.
?Con lo que nos está tocando vivir, pareciera que no es cierto que el dinero no da la felicidad. Sí que la da. Todo el mundo está de mal humor por esta crisis?, se lamenta.
Un 35 por ciento de las personas consultadas por Pirámide considera que el tema económico es el principal problema que afecta a Guatemala en la actualidad.
Y eso no es todo. Un 88 por ciento de los encuestados cree que la situación económica del país ha empeorado con este Gobierno, mientras que un 11 por ciento dice que sigue igual, y sólo un 1 por ciento que ha mejorado.
La crisis se ha dejado sentir en los bolsillos de los guatemaltecos. Cada vez son más los que tienen que apurar sus centavos para llegar a fin de quincena; y el fiado en las tiendas ya no es costumbre, sino tradición, según los propios vendedores.
En este sentido, el sondeo tiene datos reveladores: un 69 por ciento de los entrevistados dice que su situación financiera es peor comparada con la del año pasado; un 16 por ciento, similar; y un 15 por ciento, mejor.
¿En qué gastar el aguinaldo?
Regalos para los más pequeños de la casa, facturas atrasadas, deudas de hace meses, útiles escolares, ropa, víveres para Navidad, una escapada a un bonito lugar o la reparación de los electrodomésticos que llevan meses descompuestos. En dos palabras: de todo.
Es por ello que para Rebeca o David -y muchos guatemaltecos más-, la llegada del aguinaldo es considerada ?como caída del cielo?.
Empresas: En crisis
Antes de la llegada del aguinaldo, ya han empezado los quebraderos de cabeza. Para algunos ha habido malas noticias: ?No se le va a poder pagar?, ?este año el bono será la mitad? o ?hasta enero; no hay desembolso?.
Según Reinaldo González, de la Unidad de Acción Sindical y Popular, Uasp, se están recibiendo muchas denuncias en ese sentido, ?porque la situación económica del país está repercutiendo en las empresas?.
A todo ello se suma que, quien reciba el aguinaldo, ?no le va a alcanzar porque el poder adquisitivo de la población se ha reducido?, indica.
En peor situación estarán quienes no se beneficien de él, ya que como explica Raquel Zelaya, de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales, Asies, ?el aguinaldo es una prestación para quien tiene empleo, pero este no abarca al subempleo, el mercado informal, sin olvidar el desempleo?.
Organizaciones sindicales, asociaciones comerciales, analistas y, sobre todo, los ciudadanos de a pie, coinciden en que la situación va de mal en peor. Según Zelaya, lo más preocupante es que para el año entrante las percepciones son poco positivas.