Por la corrupción existente en la Policía, sus autoridades han diseñado estrategias para evitar fuga de información en beneficio de la delincuencia y protegerse de sus efectos.
Debido a la desconfianza en los agentes, las operaciones de la PNC son estrategias encubiertas tanto para los malhechores como para los propios policías.
Fuentes de Gobernación aseguran que la fuga de información es tan grave, que tienen que engañar a los policías.
Cuando se programan registros en locales como el que regentaba el ex subcomisario Byron Girón Lima, quien combinaba su trabajo de policía con el de secuestrador y extorsionador, la técnica consiste en ?marear a los agentes?.
?Les decimos que van a la zona 18, y nos dirigimos a la 6; les damos un par de vueltas para desorientarlos y después entramos en acción?, cuenta la fuente.
Al llegar al lugar, en el que tiene que estar el director de la PNC, Erwin Sperissen, o alguno de sus hombres de confianza, los agentes ?se hacen los locos?.
?Comisario, aquí no hay nada?, informan sus subordinados. ?Tiren la puerta?, ordena el comisario.
Finalmente, donde se suponía que no había nada, se encuentran drogas y armas.
Otra de las estrategias es retirar a policías de las áreas donde se cometen delitos, como sucedió en la comisaría de Jutiapa, en donde aparentemente los agentes colaboraban con asaltantes.
Muchas de las pesquisas en contra de los agentes ni siquiera pasan en papel por Gobernación.
El ministro, Carlos Vielmann, trata el tema directamente con el fiscal general, Juan Luis Florido, para evitar filtraciones.
PNC se debe cuidar de su propio personal
Estas son algunas de las estrategias de la Policía para evitar la fuga de información:
Engañar a los agentes sobre qué operaciones van a realizar, hasta llegar al lugar indicado.
Cambiar de comisaría a los agentes cuando se tiene que investigar a bandas delictivas que operan en el área.
Asignar personas de confianza en todas las operaciones contra delincuentes.
Asignar investigaciones a personas ajenas a la Policía.