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Bodas de oro del patrón jurado de la ciudad de Guatemala
Hoy se celebró el cortejo procesional por las bodas de oro de velación y los 307 años de consagración de Jesús de La Merced. Esta imagen barroca, consagrada el 5 de agosto de 1717, fue trasladada a la Nueva Guatemala de la Asunción tras el terremoto de 1773 y se encuentra en la capilla lateral derecha del templo de La Merced. La escultura, conocida por su realismo y detalles expresivos de sufrimiento, fue declarada "protector y abogado de la ciudad de Guatemala" en 1721.
La escultura de Jesús Nazareno de La Merced, creada por Mateo de Zúñiga y encarnada por José de la Cerda en 1655, se erige en Antigua Guatemala. Su belleza y perfección la convirtieron en un patrón artístico, generando inmensa devoción desde su colocación en la capilla el 27 de marzo de ese año. (Foto Prensa Libre: Byron Rivera Baiza)
Jesús de La Merced, consagrado en Guatemala en el siglo XVIII, destaca por sus facciones perfectas y un rostro que refleja el sufrimiento. (Foto Prensa Libre: Byron Rivera Baiza)
Después del terremoto de 1773 y el traslado de la ciudad, las imágenes mercedarias fueron llevadas a la Nueva Guatemala de la Asunción. En el nuevo templo de La Merced, la imagen de Jesús Nazareno se colocó en la capilla lateral derecha, manteniendo su ubicación original del antiguo templo. (Foto Prensa Libre: Byron Rivera Baiza)
Consagrada el 5 de agosto de 1717, la imagen de Jesús Nazareno de La Merced en Antigua Guatemala ha sido venerada por más de 300 años, desde su solemne ceremonia presidida por el Obispo Fray Juan Bautista Álvarez y Toledo, con la presencia de la Real Audiencia, el Ayuntamiento y una multitud de fieles. (Foto Prensa Libre: Byron Rivera Baiza)
Vecinos decoran con alfombras el recorrido procesión del patrón jurado durante su solemne recorrido este domingo. (Foto Prensa Libre: Byron Rivera Baiza)
Jesús de la Merced estrena una majestuosa túnica morada bordada en hilos de oro, conocida como "La túnica de la cruz de consagración", en honor a sus 307 años de consagración. (Foto Prensa Libre: Byron Rivera Baiza)
Cada año, la procesión de Jesús de La Merced revive la pasión de Cristo en las calles, uniendo a los fieles en una celebración con profundo significado religioso. La escultura, tallada en madera durante la época barroca, muestra un rostro expresivo y detallado, con manos y pies meticulosamente trabajados que reflejan el dolor y la serenidad. (Foto Prensa Libre: Byron Rivera Baiza)
Escultura de Jesús de La Merced en madera policromada, destacando su realismo barroco. Observa el detalle de su rostro sereno pero dolorido, con cejas fruncidas y una barba partida meticulosamente tallada. Esta obra, descrita por Brenda Janeth Porras Godoy, refleja una anatomía naturalista con venas visibles y un bigote recto característico. (Foto Prensa Libre: Byron Rivera Baiza)
Adultos y niños, participan en el Cortejo Procesional de Jesús de La Merced, celebrando sus 307 años de consagración y las bodas de oro de velación. (Foto Prensa Libre: Byron Rivera Baiza)
Tras más de 300 años desde su declaración como patrón de la ciudad de Guatemala, Jesús de La Merced regresa a las calles en procesión el 26 de febrero, tras dos años de pausa por la pandemia. Los fieles esperan ansiosos para caminar junto a su protector, buscando su intercesión ante las adversidades materiales y espirituales. (Foto Prensa Libre: Byron Rivera Baiza)
La vicepresidenta de la República, Dra. Karin Herrera, visita la Consagrada Imagen de Jesús de La Merced antes del Solemne Cortejo Procesional en conmemoración de sus Bodas de Oro de Velación y 307 años de Consagración. (Foto Prensa Libre: Byron Rivera Baiza)
El 18 de febrero de 1721, Jesús Nazareno de La Merced fue nombrado como el protector y defensor de la ciudad de Guatemala, ofreciendo protección contra terremotos, pestes, incendios, inundaciones y otras calamidades temporales y espirituales. (Foto Prensa Libre: Byron Rivera Baiza)
Devotos demuestran su creatividad al crear y portar andas pequeñas que acompañan a Jesús de La Merced durante el recorrido procesional. (Foto Prensa Libre: Byron Rivera Baiza)
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