El orientador Fady Bujana proclama un rotundo ¡no! a esa posibilidad y advierte que jamás hay que resignarse a sobrevivir en una relación carente de intimidad y pasión, ya que podemos alcanzar “la plenitud de nuestro corazón y ¡lo mejor: sin que cambiar de pareja!”.
“Aunque en algunas ocasiones se tiene que terminar, en otras, rompemos la pareja cuando queda todavía mucho por delante”, explica este especialista en relaciones de pareja.
Si cada día decidimos crear amor en lugar de reproches y nos colocamos en una actitud de gratitud y contribución hacia el otro, con entusiasmo y curiosidad, escribiremos un nuevo capítulo en el gran libro de nuestro amor. (Foto Prensa Libre: EFE)
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En su último libro El amor excelente Bujana revela los cuatro hábitos para mantener la pasión en la pareja y alcanzar la plenitud en la relación y comparte unas sencillas recomendaciones para ponerlos en práctica.
EMPATÍA
Para Bujana, la empatía es la capacidad de escuchar para poder ver el mundo a través de los ojos del otro y “requiere aplicar una buena dosis de humildad, porque lo que queremos es percibir los latidos de la vida en su fuero interior, con curiosidad y amor, sin enjuiciarlo desde una supuesta superioridad moral”.
“Una forma de cultivar la empatía en la relación es pedir a nuestra pareja que puntúe, libremente, la relación que mantenemos y luego tratar de ver la situación ‘a través de sus ojos'”, sugiere.
La pregunta que hay que hacer es: “en una escala de cero a diez, ¿en qué nivel puntuarías nuestra relación en estos momentos?”.
Las parejas que se toman de la mano disfrutan más de su compañía mutua. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)
Si, por ejemplo, nuestra pareja contesta “un seis”, según Bujana “es muy importante recibir la respuesta con humildad, sin entrar en lucha ni intentar demostrar que se equivoca en su evaluación, y continuar tranquilamente con la pregunta siguiente”.
La siguiente fase sería decir a nuestra pareja “me gustaría intentar subir esta nota: ¿me podrías indicar, por favor, si hay algo que podría hacer para que estemos en un ocho o un nueve?”.
“A partir de ahí nos tocará escuchar, validar e integrar la visión del otro, sin enjuiciar, luchar ni defender, solo recibir la opinión con total vulnerabilidad, tratando de ponernos en su piel, para después ponernos en acción para efectuar aquello que nos haya indicado nuestra pareja y poder así avanzar juntos”, indica Bujana.
Portada del libro El amor excelente de Fady Bujana. (Foto Prensa Libre: EFE)
ENTUSIASMO
Para este asesor, uno de los requisitos del amor excelente es tener un nivel de energía lo bastante alto para poder sentir pasión.
“La pasión es una energía que emana de nuestro propio espíritu: la sentimos cuando hay inspiración y estar inspirado significa estar en espíritu, presente dentro de nosotros mismos. Cuando estamos en esta situación tenemos un mayor nivel de energía y más entusiasmo ¡ahí es donde vive la pasión!”, destaca.
Fady Bujana sugiere plantearse estas preguntas que ayudarán a cultivar el entusiasmo y la inspiración en la relación.
1.- ¿Sería capaz de recordar aquellas pequeñas cosas que te inspiraban amor hacia su pareja mientras se conocían?
2.- ¿Qué es lo que hacía su pareja que le encantaba?
3.- ¿Qué es lo que hacía y le gustaba hacer?
4 .- ¿Qué proyectos tenían en común?
5.- ¿Sería capaz de resucitar algunas anécdotas para devolverlas a la vida?
6.- ¿Qué proyectos se han cumplido? y ¿lo han celebrado?
7.- ¿Qué proyectos de futuro tienen definidos?
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“La finalidad de estas preguntas es enfocar la mente en las cosas que alimentan nuestro espíritu como los buenos recuerdos, pensamientos y disposiciones y los proyectos que dan sentido a nuestra existencia”, explica.
Añade que el mero hecho de reemplazar la basura mental y las rutinas nefastas por otras más positivas “hará que suba la energía en la pareja y esta es la verdadera meta: ¡vivir con pasión!”, puntualiza.
El orientador Fady Bujana. (Foto Prensa Libre: EFE)
ESPIRITUALIDAD
“Para que fluya la pasión tiene que haber intimidad y, para poder intimar realmente con alguien hay que estar dispuesto a conectar con su esencia, su propósito vital y asumir el riesgo de ver y ser visto”, prosigue Bujana.
“Dentro de la relación, estar en espíritu significa ser capaz de volver a conectar con la esencia del otro y de uno mismo, ya que cuando se conecta a este nivel, no hay miedo, reproches, malas intenciones, dobles sentidos o agendas ocultas y solo existe el amor”, señala el autor de El amor excelente.
Para Bujana, la inspiración es una gran obra de amor y es el antídoto del miedo y uno de sus eslóganes es “vive inspirado, no asustado”.
Para vivir de esa manera este orientador recomienda “aceptar ser “vulnerable”, lo cual no significa ser débil sino “permeable”, que te permite permanecer abierto hacia los demás y crecer desde el amor”.
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Para ser vulnerable según este experto “hay que ser valiente, ya que ¿aceptaríamos el reto de “vulnerabilizarnos” ante nuestra pareja a cambio de poder impulsar nuestra relación hacia niveles superiores de empatía, conciencia y amor?, porque ¿de qué sirve la espiritualidad si no produce amor?”.
EROTISMO
“Lo que condimenta el amor y permite contemplarlo en toda su magia, es el erotismo, pero para poder utilizar sus capacidades transformadoras, habrá que dejar fuera algunos de los prejuicios adquiridos”, continúa comentando el orientador.
Según Bujana, el erotismo es “la historia” que vivimos dentro de nosotros mismos acerca del encuentro íntimo con otra persona.
“Cada persona tiene historias eróticas dentro de sí que, en general, no se atreve a aflorar por miedo al ridículo o a sufrir daños: no nos gusta sentirnos vulnerables ante el otro”, añade.
La comunicación y el respeto deben prevalecer en la pareja. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)
El problema de esto, según Bujana, es que “a fuerza de censurar y esconder los relatos interiores que conforman nuestra personalidad erótica, éstos se acaban distorsionando y pudriendo dentro de nosotros mismos causando desequilibrios, excesos y posiblemente enfermedades”.
“Para poder mantener el erotismo detrás del telón la sociedad inventó el prejuicio y todos caímos en la trampa: cultivamos prejuicios sobre los demás y nosotros mismos en lugar de cultivar una sexualidad sana y regeneradora”, reconoce.
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Por eso Buja aconseja “dejar salir las historias eróticas que yacen dentro de nosotros, contemplarlas y disfrutarlas como algo natural y sano con nuestra pareja y una expresión de la creatividad de nuestro propio ser, sin juicios ni prejuicios, ya que lo que se reprime se ensucia”.
“Aflorar nuestra personalidad erótica aportará un elemento novedoso a nuestra vida íntima aumentando los niveles de pasión, conexión y confianza con nuestra pareja”, enfatiza.
CADA DÍA, ¡GRATITUD, AMOR Y PASIÓN!
Para despertar y mantener la pasión Fady Bujana propone a la pareja que “hagan que su relación sea siempre un inicio, un libro en el que cada día se escriban nuevos capítulos a cuatro manos, una propuesta que bien puede comenzar a aplicarse el ‘Día de los Enamorados'”.
“No hay nada más fácil que despertar por la mañana con multitud de reproches hacia el otro, la vida o acerca de cosas que no nos dieron ayer. Si no hacemos nada para remediar esta situación y seguimos con los reproches a lo largo del día, estaremos destruyendo el amor“, indica el experto.
Es recomendable que la relación amorosa no se convierta parte de la rutina. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)
“Por el contrario, si cada día, al despertar, tomamos de forma consciente la decisión de crear amor en lugar de reproches y decidimos colocarnos interiormente en una actitud de gratitud y contribución hacia el otro con entusiasmo y curiosidad, estaremos escribiendo un nuevo capítulo en el gran libro del amor”, matiza.
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“Preguntémonos ahora mismo y a partir de este instante cada mañana qué estamos creando en cada momento ¿es amor o reproches?. Además, si queremos sentir pasión, tenemos que hacer aquello que la produzca” destaca Bujana, quien para lograrlo recomienda pensar como era antes y es ahora nuestra relación.
“¿Recordamos aquellos momentos iniciales en los que nuestra pareja era lo más importante, el número uno, en los que no era difícil ponerla por delante de todo lo demás? Eso era lo normal, había pasión, pero poco a poco se instaló la rutina y la pasión fue disminuyendo.
Si queremos recuperarla tenemos que volver a colocar a nuestra pareja en su lugar: ¡que sea nuestro número uno!, concluye.